Capítulo 2. Collin :p

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Dejo a un lado mis pensamientos tristes y devuelvo mi atención a la clase sin mucho éxito.

El partido de esta tarde me preocupa. La apuesta con Delilah no fue sólo por diversión. Me da otra razón por la cual ser el mejor. Apuesta o no, me aseguraré de que ganemos cada partido de la temporada.

La mañana pasa en un abrir y cerrar de ojos y pronto me encuentro en los vestuarios poniéndome las canilleras para salir a la cancha. Todo el equipo se encuentra bastante tranquilo.

Yo por el otro lado, no paro de sudar de los nervios.

El sentimiento no me abandonó en todo el día pero finjo estar calmado por el bien del equipo. ¿Qué dirían de mí si, yo, el capitán del equipo está nervioso? No hay que mostrar nuestras debilidades, eso fue lo primero que él me enseñó.

¿Y si perdemos? No, no puedo pensar en negativo. Él puede notarlo. Puede notar cuando estoy nervioso, cuando tengo miedo, y lo peor de todo, él puede causar ambas.

―De acuerdo señores ―habla el entrenadores Robersson―. ¿Están listos para ganar?

Todo el equipo grita que sí y se escuchan un par de insultos de por medio. Parecen caníbales. Todos aquí se hacen llamar mis amigos pero puedo jurar que nunca en su vida se han preguntado como he estado. No hay ganas de socializar por ninguna de las dos partes. Nunca tuve muchos amigos, sólo Delilah y cuando esa amistad terminó, conocí a Finch.

Mi único amigo es Finch. No sé qué haría sin él la verdad.

Todos comienzan a levantarse, en camino a la cancha mientras yo permanezco sentado, con los codos apoyados sobre mis rodillas y mis manos sosteniendo mi cabeza. No estoy listo todavía. Antes de cada juego, siempre me pongo nervioso pero esta vez yo soy el capitán, yo guío al equipo. Más razones por las que tener los nervios por el cielo.

El entrenador se dirige hacia la puerta pero se gira para mirarme antes de llegar.

―Ánimo Copper, es tu primer partido como capitán.

Le doy una sonrisa falsa y él se retira. Durante estos últimos años he aprendido cómo hacerle creer a la gente que estoy bien. Y siempre ha salido a la perfección.

Puedo hacer esto, me repito.

Ajusto mis botines y salgo del vestuario. Mi pelo está sujetado por una vincha elástica, regalo de mi abuela. Al llegar a la cancha, una ola de celebración me recibe. El estadio está lleno, más lleno que nunca. Y eso alimenta aún más mis nervios.

Miro alrededor y me encuentro con mi padrastro, acompañado de Tony. Mamá, como siempre, no está. Un poco más lejos de ellos se encuentra la abuela con un guante de espuma gigante que lleva el número de mi camiseta.

Puedo jurar que mi abuela es mi fan número uno.

Me muevo a mi lugar junto al resto del equipo. Todos ya están en posición al igual que nuestro oponente. Se acerca el árbitro y con él, el capitán del equipo contrario. Chocamos nuestros puños antes de que él elija su lado de la moneda; cara.

La moneda vuela en el aire y momentos después revela su lado.

Cruz.

Me entregan la pelota y siento como el ambiente se llena de anticipación. Todo está en silencio, esperando el agudo silbido que dará inicio al partido.

Miro una vez más por la tribuna y me topo con Delilah. Su mirada luce llena de energía, con ganas de darle inicio a un nuevo juego, a nuestra apuesta. Siempre nos molestamos el uno al otro y nos hacemos bromas de mal gusto, pero creo que esto es lo más interesante que hemos hecho.

Conviviendo con el EnemigoWhere stories live. Discover now