↪en cuatro

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─── Cuba, mi amor. .

el nicaragüense hablo llamado a su pareja con su cara pegada en el pecho del mencionado, este simplemente soltó un “¿mmh?” como respuesta indicandole al menor que lo escuchaba.

Nicaragua subió su mirada al del cubano el cual la mantenía algo sería, as mirada siempre lograba hinoptizarle a tal punto de casi causarle una erección.

paso sus pequeñas manos por encima de sus cabellos hasta llegar a su coleta quitando la pequeña cola color negra dejando libre su largo cabello, aunque no era tan largo, le llegaba hasta los hombros y un poco más a la espalda.

─── vos. . . ¿crees que debería cortarme el pelo? ─ pregunto mirándolo con algo de duda esperando su respuesta, desde hace bastante pensaba en cortarse el pelo y quería escuchar la opinión de su amada pareja, desde hace algunos años no lo cortaba lo cual hacia dudar a algunos países sobre su género, aquello lo molestaba.

Cuba se reincorporo en el sofá quedando sentada junto al nicaragüense en sus piernas, paso sus manos en la larga cabellera de este, poniendo al nica nervioso de lo que iba a decir.

─── Nic ¿porque me lo preguntas bebé? sabes que cualquier cosa quieres hacerte lo aceptare, es tu decisión, si quieres cortartelo está bien ─ dijo, acaricio las mejillas del menor el cual lo veía burlescamente, sabía que este mentia sobre lo que acaba de decir. el mayor noto aquello y se puso algo nervioso.

─── ¿crees que nací ayer? se muy bien que no queres que me lo corte, te la pasas día y noche haciéndome trenzas e incluso me suplicaste una vez que no me lo cortara. ─ río, el cubano se acordó de aquello y simplemente suspiro, en verdad no quería que el nicaragüense se cortará el pelo, se sentía muy bonito cuando le pedía a su menor hacerle trenzas y más cuando aceptaba. ─ de todas formas, no estoy tan seguro de cortarmelo, lo más probable es que no lo haga. . .

internamente el cubano chillo de alegría.

abrazo al más pequeño haciendo que este riera un poco, sintió las manos del cubano en sus caderas y en sus nalgas, apretando estás cómo si de una pelota anti estrés se tratara, no le molestaba, ya se había acostumbrado.

Cuba beso delicadamente los hombros descubiertos del nicaragüense haciendolo soltar uno que otro suspiro, sabía que ese era el punto débil del menor además de sus muslos y glúteos.

─── ¿podemos. . . ? ─ el de estrella miro al nicaragüense suplicante mientas le agarraba la nalga derecha, el de azul y blanco lo miro sorprendido y con un sonrojo en sus mejillas.

─── l-lo hicimos hace dos días. . . ─ tartamudeo sintiendo las grandes manos del mayor colarse en su camisa apretando y acariciando sus pezones, haciendolo gemir de manera suave y un poco alta.

─── estoy. . algo necesitado ─ dijo mientras recostaba al de baja estatura y ágilmente haciéndolo quedar boca abajo, tocando su gran y redondo trasero a su antojo, le encantaba, Nicaragua le encantaba.

el mencionado simplemente podía sentir la manos del mayor tocar a gusto su trasero, escondiendo su rostro entre los colchones del sofá sintiendo como su retaguardia se alzaba. ─ s-sos impresionante ─ el cubano bajo el pantalón junto a su boxer, dejando libre su trasero.

Cuba dejo los pantalones y el boxer en el suelo, separó las nalgas del menor dejando expuesto el “pequeño” agujero rosadito y suave del menor, le gustaba que el nicaragüense se aseara bien, y más cuando iban a tener relaciones sexuales.

acercó su rostro y labio el orificio haciendo gemir al más pequeño, este no había estado preparado para aquello, casi nunca recibía un oral y para el era algo incómodo pero a la vez placentero, ya que no eshnaa acostumbrado a ello.

la lengua del mayor entraba de a poco, tenia que dilatar la entrada del menor para que su penetración no fuera muy dolorosa, pues, sabía muy bien que las penetraciones en la posicion era algo dolorosa, pues, en esa manera todo entraba de una.

al separarse y ver cómo la entrada de su pareja estaba más que mojada sonrió y se desabrochó su pantalón, bajándolo junto su boxer dejando ver una gran erección palpitante.

tomo su miembro y con delicadeza coloco la puntita en la entrada del nicaragüense el cual jadeo un poco del dolor, de tantas veces que lo habían hecho era impresionante que aún su interior estuviera apretada, no podía ser muy brusco a la hora de entrar en su menor ya que podía desgarrarlo y hacerlo sangrar, y eso de ninguna manera lo permitiría.

entraba en el menor de manera calmada siendo apretado por sus paredes, sudaba y soltaba gemidos algo roncos ante la excitación de sentir su gran pene ser apretado de una manera increíble.

espero unos minutos hasta que el nicaragüense se acostumbrara, empezó a moverse de manera lenta pero profunda empezando a oir los gemidos de placer de su amado.

Nicaragua cerraba sus ojos fuertemente dejando caer algunas lágrimas de placer, hace mucho no lo hacian en esa posición y era muy placentero, podía sentir todo el miembro del mayor entrar en el lo cual lo hacia enloquecer y gemir como un verdadero necesitado, casi como gata en celo, pero sin exagerar.

las embestidas se volvieron más rítmicas, veloces y profundas, haciéndolo sacar su lengua de tanto placer y apretar fuertemente la tela del sofá, pues, seria muy penoso si llegara a estellar su cabeza en alguna parte del sofá, trataba de no gemir tan fuerte, no habían vecinos por esos lados, pero le daban algo de pena.

─── ¡AH! Cub- ¡Ngh!~ ¡e-ESPERA-! ─ sentía un tremendo cosquilleo en su parte baja, ocultaba su gran sonrojo y la saliva se deslizaba por su mentón, las lágrimas de placer decía lo mucho que disfrutaba de aquella cojida.

─── mgh~ ¡e-estas tan. . ! ─ no pudo mencionar completamente aquella palabra por el placer, y si, estaba gimiendo, no tanto como el nicaragüense.

se acercó al hombro de este empezando a dejar mordidas grandes y notorias, marcando nuevamente territorio y metiendo sus dedos en el orificio anal, sonreía bobamente al ver las expresiones de placer y exitacion de su menor, un verdadero deleite para el.

sintió que pronto iba a correrse junto al de colores azules y blancos, tomo el mentón del mencionado plantandole un beso feroz y lujurioso, terminando así en el interior de este y el en su pecho, dejando caer las sustancias de su semen en el sofá, genial, ahora tendrían que lavar está.

el nicaragüense se separó rápidamente jadeando en busca de aire, había perdido energías, sin duda esta sería su posición favorita cuando se trataba de tener sexo, había sido la mejor cojida de su vida.

─── j-jueputa. . . mgh ─ recibió otro beso de parte del cubano a la vez que sentía como lo cargaban, quería pensar que lo llevaría a bañarse juntos y no a culear nuevamente, estaba muy cansado.

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palabras: 1148

me llegó la inspiración como no tienen idea, jsjsj- -

pero bueno, pronto publicaré el libro del harem de
nuestro hermoso Nicaragua pasivo, no me desturquen,,,,

「 30 Days Of OTP +18 」⨟ CubNicWhere stories live. Discover now