—Si— respondo.

Me mira compasivo, ¿Por qué de pronto sus gestos me parecen tan tiernos? Sus abundantes cejas lo hacen ver atractivo, sus labios con ese color carmesí que le brinda vida a su sonrisa. Todo de él me parece tan cautivador que comienza a asfixiarme.

●○

Estamos de vuelta en mi departamento, son cuarto para las 6 de la tarde. Después de desayunar Oleg y yo hicimos de todo en su departamento, en la isla de la cocina, el sofá... en su cama... ¡madre mía! Ese hombre es insaciable.

Me hizo hasta animarme a ir a la fiesta, me siento mas ligera y con mejor humor. Él ya se ha vestido para la ocasión, lleva puesto un smoking de dos piezas, un moño perfectamente situado en su cuello, su cabello bien peinado, zapatos relucientes y un olor exquisito que no me saco de la cabeza, hace revolucionar mis hormonas.

El timbre de la puerta interrumpe mi ensoñación con el intimidante hombre que me mira con un brillo de lascivia en los ojos.

—¿Puedes ver quien es?—le pregunto mientras camino hacia mi habitación.

—Claro—contesta dirigiéndose a la puerta.

Entro a mi habitación, busco la ropa que usaré esta noche. Un vestido largo, rojo, que resalta mis curvas, la abertura en mi muslo izquierdo lo hace ver sexy y recatado. Tacones plateados. Me dirijo al baño cuando mi atuendo está bien puesto sobre mi cama.

Me desnudo una vez dentro, abro la regadera, siento el agua caer sobre mi cabeza mojando mi cabello, siento esa sensación relajante del agua recorrer mi cuerpo. Comienzo a tallarme el cuerpo con jabón, después mi cabello con shampoo.

Termino mi rutina de baño sintiéndome limpia y fresca para lucir esta noche. Me siento un poco extasiada por la forma en que Oleg reaccionará hoy, quiero que se quede con la boca abierta cuando me vea, no quiero que mire a nadie más esta noche, en ningún momento en realidad. Quiero ser solo yo su foco de atención, su mundo, quiero que no pueda volver a ver a ninguna mujer igual a como me ve a mi. Sé que tengo ese poder sobre él, lo he notado.

Una vez termino de vestirme totalmente, tomo el revolver que Lee puso en el cajón de mi mesita, reviso si tiene balas, segundos después la acomodo sobre mi muslo derecho, ahí puse una tira que lo sostiene escondiéndolo con el vestido, prefiero estar prevenida por si al italiano se le ocurre aparecerse de pronto.

Comienzo a maquillarme, sútil como siempre sin exagerar. Uso un labial rojo que resalta el color verde de mis ojos, mi cabello está suelto, solo le puse una crema haciendo que brille y huela bien. Estoy lista.

Camino fuera de mi habitación en donde dos hombros atractivos me esperan sentados en mi sala de estar. Los dos voltean a verme al mismo tiempo, causandoles la misma reacción. Tienen la boca entre abierta haciendo que suelten un pequeño jadeo.

—Valentine—se para Oleg del sillón de cuero negro de mi sala, acercándose a pasos lentos hacia mi— Te ves...—hace una pausa y respira hondo— no hay una palabra para definir como te ven mis ojos ahora mismo.

Mi corazón comienza a palpitar rapidísimo haciendo que sienta calor de pronto, contrólate. Solo es un cumplido.

—Gracias— murmuro.

MěilìDice Kang sonriedo.

Esta vestido igualmente con un smoking como el de Oleg.

Xièxièdigo devolviéndole la sonrisa.

Měilì- hermosa.
Xièxiè-gracias.

Mi Oscuro Pasado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora