What If: Pre-Civil War (Romanogers)

Capítulo 3: Opción Peligrosa.

—¿Puede perder al bebé?—cuestionó Wanda en estado de shock.

—Sí no actuamos pronto, es muy probable —admitió Stark preocupado.

—¿Hay algo en lo que pueda ayudar?—preguntó.

—Sí, necesito que me ayudes a mantenerla tranquila. Ve por una cubeta con agua tibia, una toalla y ropa cómoda.

—Bien —comentó la chica, para después acercarse a Nat. —Estarás bien, eres fuerte.

La chica salió del lugar por los objetos que había pedido el filantropo.

—Jarvis —llamó Tony a la inteligencia artificial.

—¿Si señor Stark, en que puedo ayudarle?—la voz de la inteligencia artificial resonó por toda la habitación.

—Necesito que contactes a Rogers, hay que hacerlo regresar cuanto antes a la base —respondió el filantropo.

—Entendido señor Stark —comentó. —Pero, ¿y que hago si no responde?

—Sí no lo hace te veras en la obligación de enviar a uno de los robots que tengo almacenados para emergencias, algo me dice que no me separare lo que resta del día en la base.

—Entendido señor, intentaré contactar con el capitán cuanto antes.

En cuanto la inteligencia artificial corto, Tony se acercó de manera cuidadosa a la cama.

—¿Steve dónde estás?—se preguntaba la espía entre quejidos. Queriendo moverse.

—Shhhh. No hagas esfuerzos —escucho una voz peculiar —El capitán ya viene, estará aquí pronto Tashina.

Pudo divisar a Wanda entrar a la habitación con lo que le había encargado.

Tony le había sumistrado una especie de calmante, esto para que no hiciera ningún esfuerzo por la posibilidad de que fuera hacerse algún tipo de daño.

—Tony, ya estoy aquí —escucharon la peculiar voz del doctor.

—Ve, yo la cuido —afirmó Wanda dándole una mirada de confianza.

—Bruce que bueno que llegas, estaba realmente desesperado.

—¿Que le sucedió?—preguntó Bruce checando sus pupilas.

—No sabemos exactamente, pero estoy casi seguro que sea algo relacionado con una amenaza de aborto.

—Bien —comentó el científico —Saben que no soy médico, necesito la ayuda de alguien más especializado en el tema.

—Descuida, la doctora Helen Cho ya viene en camino —respondió Wanda.

—Eso es genial —sonrió el de cabello negro —Por lo pronto necesito extraer una muestra de sangre para saber que lo ocasionó.

—Claro, en la gaveta de la esquina puedes ocupar lo que necesites. —Tony miró a Wanda levemente. —Quedate con ella, quizá puedas ayudar a Banner. Iré a revisar si tu hermano y la doctora han llegado.

Wanda asintió, él por otro lado salió al patio de esta. En espera de que el chico de pelo blanco apareciera con la doctora.

Empezaba a sentir jaqueca, todo aquello había sido demasiado.

Se quito los lentes para masajear la zona de su nariz. Levantó la mirada solo para encontrarse con el chico velocista quien traía a la doctora en brazos.

—Doctora Cho, no sabe la alegría que me da verla.

—Igualmente señor Stark —afirmó la joven doctora. —No se preocupe, Pietro ya me puso al tanto de todo. Lleveme donde se encuentra la agente Romanoff, no hay que perder tiempo.