—Les quedan muy lindos los uniformes—nos dice a todos, los chicos le sonríen. Por lo que Zara me dijo Tany es la encargada de diseñar todos los uniformes; para el equipo, porristas, eventos, etc.

—Zeth, el rojo te sienta muy bien— este uniforme tiene más color del que he usado en toda mi vida; es rojo con dorado. Uso colores oscuros por la simple razón que me gustan.

— ¿Gracias? —ella sonríe.

—Tyler, nos vemos luego—grita para llamar la atención del mencionado, el cual está hablando con el entrenador. Él la mira y levanta el pulgar.

—Suerte chicos—dice y corre hacia donde están las demás porrista incluida las gemelas.

—Es hora chicos—habla Tyler acercándose a nosotros—, de aquí no vamos con una victoria.

Después de decir eso todos de acomodan en sus respectivos lugares y comienza el partido; la bola va y viene los chicos comienzan a perseguir al jugador del otro equipo que la tiene, después la recuperamos y así trascurre el juego los primeros cuarenta minutos. Solo faltan cinco minutos para que acabe el primer tiempo y ninguno de los equipos ha metido un gol; la audiencia grita, las porritas hacen volteretas y otras maniobras, el entrenador maldice al otro equipo. Sin darnos cuentas, por más que lo evitamos el jugador del equipo contrario patea la bola y sin dar tiempo a que el portero la ataje entra hasta el fondo de la portería, marcando un gol para el equipo rival y cero para nosotros. El entrenador comienza a maldecir, los chicos no se detienen y seguimos con el juego hasta que llega el minuto cuarentaicinco marcando el final del primer tiempo. En el rostro de mis compañeros puedo ver frustración, mientras que el otro equipo está feliz, todos camínanos para tomar nuestro respectivo descanso, cuando siento una mano en mi hombro, me giro para ver quién es y me sorprende la persona que ven mis ojos.

—A sido un buen primer tiempo, verdad—me sonríe un chico del equipo rival, unos centímetros más bajo que yo, un moreno; es el mismo chico del cementerio.

—No para todos— contesto.

—Quizás pueda ser un buena noche para los dos—habla sonriendo, se escucha un poco agitado al igual que yo. Iba a responder pero escucho mi nombre.

—Zeth, el entrenador nos espera—gripa un Tyler un poco enojado, en verdad que últimamente está muy raro.

Camino sin despedirme del moreno, pero antes de alejarme completamente de él habla.

—Seguiremos con nuestra conversación Zeth—me giro, él sigue con la misma sonrisa, me guilla un ojo y corre hacia donde está su equipo. En verdad que esto es raro.

Camino para entrar al camerino, pasando por un lado de Tyler sin decir nada; adentro están todos los chicos, la mayoría tomando agua.

—Tienen que ganar, acuérdense porque han practicado tanto—habla el entrenador—no aceptare una derrota, así que demuestren que saben, descansen estos pocos minutos—sin decir más sale.

Me recuesto en la pared y me deslizo hasta quedar sentado en el suelo, cierro los ojos y trato de relajarme un poco. Como tres minutos logre estar así, ya que sentí que alguien más se sentó a un lado mío.

—Estar así me trae recuerdos—habla Trevor.

— ¿Del primer partido? —pregunto.

—SÍ.

—Ese día te sacaron del juego, le pegaste a un jugador del otro equipo.

—El estúpido había empujado a mi amigo—dice, lo miro, él tiene la vista al frente. Ese fue uno de los días más importante de mi vida, era mi primer juego siendo el capitán del equipo, a mitad de medio tiempo uno de los otros jugadores me empujo y le sacaron tarjeta amarilla, Trevor estaba enojado porque debía ser roja, fue, se acercó al chico y le metió un puñetazo, termino afectando a nuestro equipo, ya que él fue quien recibió la tarjeta roja, sacándolo inmediatamente del juego. Ese día perdimos el partido, pero yo había ganado un amigo.

—Ya se va acabar el medio tiempo—digo, me levanto rápidamente y decido salir, antes mis ojos chocan con los Tyler, quien parece estar enojado ¿qué le pasa?

Afuera ya están los del otro equipo, segundos después parase mi equipo y comienza el segundo tiempo. El juego se mantiene en un tu a tu, ninguno quiere perder; Lucas, uno me mi equipo hace un pace a Tyler quien es perseguido por el equipo contrario, se acerca a la portería, apagara impulso y parea fuertemente la bola, la cual roza los guantes de portero y cumple su objetivo marcando el primer gol de equipo, el juego ya está empate.

Todos los chicos salen corriendo, felices, las porristas y la audiencia gritan, el entrenador esta que brinca. Seguimos jugando, los minutos pasan y el juego está por terminar, el equipo contrario a vuelto a intentar anotar, pero han fallado. Trevor tiene la bola, corre rápido, siempre fue un gran jugador, al frente lo esperan jugadores rivales, el mira a los lados y nuestras miradas se encuentran, el mueve la cabeza señal de un pase, pasea la bola hacia donde estoy, logro interceptarla y comienzo a correr con ella, algunos chicos de equipo me ayudan bloqueando a los jugares del equipo contrario, corro lo más rápido que puedo, ya cerca de la portería tomo impulso y pareo la bola, vuela por el aire y bum, pareciendo un sueño entra hasta el fondo de la portería. Se escuchan unos gritos, la razón, termino el partido, con una victoria de dos a uno.

Todos comenzamos a festejar, es algo increíble el sentimiento cuando ganas. Los del otro equipo nos felicitan por el buen partido, entre tanta gente que se ha acercado no encuentro a los chicos.

—Felicidades Zeth, fue un buen juego—dice el moreno, al cual no vi acercase y se encuentra al frente mío.

—Gracias...eh—ahora que lo pienso no se me su nombre.

—Me llamo Marcus, pero me puedes decir Mar—sonríe, lo imito—. Ya me tengo que ir pero nos vemos en la fiesta.

— ¿Iras?

—Tu entrenador invito al equipo, nosotros no tendríamos que celebrar, pero la cerveza es gratis. ¿Tienes algún problema con mi presencia? —levanta una ceja.

—No, tú puedes hacer lo que quieras—contesto.

—No todo lo que quiera—susurra, lo miro a los ojos, él sonríe. Trato de ignorarlo porque es el camino de sus palabras, sin despedirme me alejo de el para buscar a los chicos. No lo niego, Mar es atractivo; no es la primera vez que un chico me coquetea y cada vez que pasa eso logro sentir más cosas, que cuando una chica lo hace.

My Destiny  (Borrador)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz