𝗗𝗲𝗹𝗶𝗰𝗮𝘁𝗲 ；Stiles Stilinski (Sin Editar)

18

-Dijiste que teníamos 10 mintos- le dice Malia

Él miró su reloj.

-Nueve- dice.

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Scott estaba por abrir la puerta, pero su hermana lo detiene.

-¿Que estás haciendo?- pregunta.

-Los distraeré para que podamos entrar- contesta.

Olivia colocó el seguro a la puerta mientras negaba con su cabeza.

-Necesitamos un nuevo plan- dice Scott.

-No uno tonto- le responde Malia al chico.

-Llevaré los explosivos- dijo él.

-Los necesitamos para el arsenal- niega su hermana.

-Ganaras tiempo con la explosión, pero no podrás salir a tiempo- dijo Argent.

-Chicos...- llama Lydia.

Pero es ignorada.

-¿Que tal los túneles?- propone Olivia.

-Podriamos colarnos debajo del edificio, pero deberíamos hacerlo sigilosamente- responde Argent considerando la opción.

-Chicos...- vuelve a llamar la rubio fresa

Pero la vuelven a ignorar.

-¿La ventilación?-

-Mismo problema-

-¡Chicos, están yéndose!- casi grita la banshee.

El resto vió por las ventanas como las únicas dos camionetas negras que estaban ahí se marchaban.

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Ya habían entrado a la armería.

-Los explosivos destruirán las armas, asegúrense de salir antes que detonen ¿Si?- dice Argent.

Le entregó el bolso a Scott y luego se fue con Lydia. Ellos fueron hasta la sala administrativa.

Los otros tres caminaron hasta el arsenal, pararon en una esquina y Scott trató de oír si había algún latido de corazón, le hizo una señal a Olivia, era su turno.

La chico corrió hasta estar frente al cazador, y antes de siquiera intentarlo, con sus poderes alejo el arma de sus manos, y estrelló contra una pared, dejándolo inconsciente. Les hizo una seña a Malia y Scott, y Argent abrió la puerta.

Malia y Scott entraron, Olivia se quedó haciendo guardia, con el arma del cazador en la mano, no la necesitaba, pero dejarla cerca de él mientras este podía despertar era un error de novatos.

-¿Dónde están las armas?- pregunta Malia

La castaña miró desde la puerta. El lugar estaba vacío.

-Sabían que veniamos- dice Scott.

-Chicos, váyanse de ahí, ahora- dice Argent por el alta voz.

Los dos estaban por salir pero sintieron el aroma, el de los dos lobos de Satomi, se dirigieron a la puerta.

-¡No abran esa puerta!- se escuchó el grito de Argent.

Pero fue muy tarde. Malia y Scott la abrieron, haciendo que quedarán encerrados, todas las puertas se cerraron. Cuando Olivia intentó abrirlas no pudo, y se escuchó una alarma, pero luego se apagó.

La chica estaba asustada.

-¿Que sucede?- pregunta.

-Activaron los sensores, no tienen oxígeno- le dice Argent.