30 Days of Smut (JooKyun)

Day 11: Sobreestimulación

Changkyun no estaba seguro de cómo había acabado en un sex shop con Minhyuk si habían quedado para tomar café, pero ahí estaba, con su dedo vibrando gracias a un gel especial.

-Tienes que comprarlo, para mí es indispensable en una buena sesión de sexo.

El mayor le iba haciendo un tour por la tienda enseñándole cosas que no sabía ni que estaban inventadas. Aunque era muy fan de los juguetes sexuales su colección ya era considerablemente grande, por lo que iba buscando otra cosa para usar con Jooheon. Por ahora llevaba en la pequeña cestita condones estriados para sexo anal, un lubricante extra sensitivo de base acuosa y estaba decidido a comprar también el gel vibrador de cáñamo. Sus ojos se posaron en un pequeño estuche que contenía un antifaz, una pluma y unas esposas de peluche.

-Tengo que venir con Jooheon, estoy seguro de que le gustaría esto- dijo señalando el kit sexual.

-¿Por qué no lo compras?

-Se me va de presupuesto.

Minhyuk tomó de la cesta el gel vibrador y lo puso frente a su cara.

-A este invito yo. No me perdonaría que salieras por esa puerta sin uno de estos. Y compra ese maldito kit para el pervertido de tu novio, si te hace falta dinero puedo prestarte.

Changkyun estaba ruborizado a más no poder, pero no se lo pensó dos veces y escogió el estuche con las esposas de peluche negras. Cuando salió del sex shop se sentía como un niño el día de Navidad. Estaba deseando de llegar a casa y llamar al pelinegro para probarlo todo. Se despidió de su amigo y escribió a su novio.

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Honey, ven a casa, he comprado algo

¿Qué has comprado?

No te lo puedo decir

😇

Me das miedo 😰

¿Llevo cerveza?

Mejor trae vino, hoy es una ocasión especial

😉

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El de cabellos claros se vistió para la ocasión: un chaleco negro y los pantalones de cuero que tanto hacían enloquecer al mayor. Había colocado la compra en una caja encima de la cama; estaba deseando de ver la cara de su novio cuando viera todo eso. Corrió hacia la puerta cuando escuchó el timbre, aunque tardó en abrir para no mostrar lo ansioso que en realidad estaba. Al abrir la puerta, la sonrisa de Jooheon se convirtió lentamente en una expresión de excitación y sorpresa.

-¿Te gusta lo que ves?- preguntó satisfecho.

-Me vuelves loco- se lamió el labio inferior al echar un vistazo al culo de Changkyun con esos pantalones- Hola, bonito- ronroneó con voz gruesa.

Aunque normalmente se saludaban con un beso casto en los labios, el beso húmedo que recibió del pelinegro lo dejó temblando.

-Ve a la habitación, voy a lavar un par de vasos para el vino.

Cuando llegó a la habitación se encontró al mayor observando la caja con tal concentración que parecía estar descifrando un jeroglífico.

-¿Es esto lo que has comprado? ¿Es para mí?