- Capítulo Sesenta y Tres -

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Capítulo Sesenta y Tres:
       Consejos.

-Bobby PDV-
Escuchaba sin interés como Henesa hablaba de lo increíble que era su relación con Patrick mientras el almuerzo terminaba.

-Y como era nuestro aniversario, fue con un ramo de veinticuatro rosas a mi casa-expresó Hen emocionada.

-¿Rojas?-preguntó Faine curioso.

Hen asintió.

-Que alegría Hen, todos estamos felices de verlos a ustedes dos juntos ¿no es así, Bob?-habló Grace.

Voltee a verla mientras asimilaba su pregunta.

-¿Bob?-repitió.

Asentí.

-Por supuesto, que alegría-comenté sin emoción.

Henesa frunció el ceño.

-¿Te pasa algo, Bobby? Pareces estar molesta-comentó.

Suspiré.

-No, discúlpenme. Sigo pensando en...-

-Ni me lo menciones, ese tipo no merece que su nombre salga de tus labios otra vez-me interrumpió Grace.

Sonreí levemente.

-¿Cómo es que Rad se atrevería a creer que quieres toda su atención? O siquiera a pensar que le mentirías con algo tan grave-añadió Hen.

Levanté los hombros.

-Tal ves tenga algo de sentido, no tuve mucha confianza en Javie cuando regreso-traté de explicar.

Faine bufó.

-Pero no te equivocabas, Javie solo quiere el dinero de Gwen. Ni siquiera le interesa su hijo-dijo Faine.

Escuché un carraspeo detrás de nosotros.

-¿Están hablando de mí?-preguntó Rad sosteniendo una bandeja de almuerzo en sus manos.

Nadie respondió, yo me limite a sonreírle. Era la primera vez que se acercaba a nosotros en dos semanas.

-Creí que la única traidora del grupo era Bobby, parece que me equivoqué-comentó molesto.

Fruncí el ceño.

-¿Disculpa?-pregunté indignada.

Detrás de Rad se acercó Olive, acariciando sus dos hombros con suavidad. Como si intentara calmarlo.

-No les prestes atención, Rad. No valen la pena-expresó Olive con disgusto.

Henesa se levantó de su asiento, con el ceño fruncido.

-¿Que haces con esta chica, Radley?-interrogó Hen molesta.

Rad tragó saliva.

-Al parecer es mi única amiga ahora-contestó.

Olive esbozó una sonrisa ganadora.

-No puedo creer que...-

Extendí mi mano hacia Hen, diciéndole que dejara de hablar.

-Descuida Hen, Radley es libre de escoger a sus amigos. No tenemos porque juzgarlo-dije.

Sentí la mirada de Rad, observándome fijamente.

-Diviértanse chicos, pueden sentarse aquí si quieren. Yo ya me iba-agregué.

Antes de levantarme de mi asiento, los observé a ambos con una sonrisa.

Un Pequeño Gran Intruso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora