De nuevo, tú || Volkacio

Capítulo 9

Habían pasado ya varios días desde que recuperaron la memoria y para ambos habían sido días terribles.

Viktor se había encerrado en su departamento, ahogándose cada noche en alcohol hasta quedarse dormido y saliendo de su casa únicamente para trabajar.

Despertó con un dolor de cabeza gigante pero se había negado a sí mismo seguir durmiendo, hacía ya varios días que no revisaba las plantas y tenía que hacerlo, tampoco quería que su negocio quebrara.

Se preparó un café cargado y tomó una pastilla, para finalmente salir de su casa en dirección al pequeño local.

Llegó, comenzando a abrir la cortina metálica. No paraba de pensar en cómo estaría Horacio, quería pensar que estaba mejor que él.
Abría la cortina poco a poco, cuando una voz lo sacó de sus pensamientos.

—Volkov. — fue un tono firme y autoritario, pero se podía notar una carga de nostalgia en aquella voz.

Se dió la vuelta para encarar al que lo llamaba, para encontrarse al ex-superintendente de Los Santos parado frente a él, con los brazos cruzados y su uniforme del FBI.

—Conway — respondió en voz baja, con asombro.

—Cuánto tiempo... —

No había planificado qué le diría, pero había decidido ir a verlo a pesar de las múltiples advertencias de Michelle de que lo dejara continuar su vida. Sin embargo, sentía que merecía una explicación del por qué no había estado presente cuando despertó.

—¿Qué sucede? — dijo con desdén. Había estado de mal humor desde que recordó todo, principalmente por el hecho de haber perdido a Horacio.

—¡Hombre!, ¿así recibes a un viejo amigo?— respondió, mientras observaba como terminaba de abrir la cortinilla e ingresaba al lugar, ingresando detrás de él.
—Es un sitio lindo, la verdad — intentaba aligerar el ambiente.

—Déjese de rodeos, Conway, ¿a qué vino? — ¿con qué cara venía a hablarle tras haberlo dejado solo todos estos años?

—Vengo a hablar sobre todo lo que pasó. — explicó finalmente. — el por qué no estuve y... — su cara cambió finalmente a una de preocupación.

—¿Y? — le incitó a continuar.

—Sobre Horacio. — dijo firme.

—¿Qué pasa con Horacio? — su expresión cambió rápidamente a una asustada, ¿le habría pasado algo?

—Ahora vamos a eso, de momento, ¿puedo empezar con mi historia? — preguntó.

Volkov asintió con la cabeza, mientras sacaba unos asientos de atrás del mostrador y se sentaban en ellos.

—Bien... intentaré ser breve y directo. Después de que caíste en coma, fuimos a por Pogo en la iglesia, pero nos tendió una trampa y explotó la iglesia con todos nosotros dentro. Sobrevivimos, pero Gustabo fue internado en un psiquiátrico y Horacio no recordaba nada, cosa que Michelle aprovechó para sacarlo del CNI.
Ante la falta de agentes, me mandaron a una misión lejos de aquí y la misión duró varios años, por lo que cuando despertaste, yo estaba ahí. Cuando regresé quise ir a verte pero Michelle me dijo que no recordabas nada y pensé que era mejor para ti así... — finalmente suspiró, sintiendo una carga liberarse de sus hombros. — perdóname, Volkov.

El ruso lo miraba atento, intentando descifrar si decía la verdad o si era alguna excusa. Decidió creerle, así que se limitó a asentir con la cabeza y suspirar, no quería alargar más las disculpas, ahora mismo sólo podía pensar en una cosa.

—¿Y qué pasa con Horacio? — habló firme.

—Bueno... hablé con él ayer y le expliqué todo y... — bajó la mirada con preocupación — dijo que quiere regresar al FBI...

—¿Cómo? ¿Por qué? Pero no puede, ¿no? está fuera desde que perdió la memoria — sabía los riesgos que se corrían estando dentro y no entendía por qué querría abandonar la vida pacífica que llevaba.

—Estaba fuera PORQUE perdió la memoria, pero ahora que lo recordó es sólo cosa de que los de arriba se enteren para que lo obliguen a entrar de nuevo. — hablaba firme, pero en su voz se podía notar el temor — necesito que hables con él... hazlo recapacitar.

—Él no quiere verme, Conway. Hace días he intentado verlo pero parece que me evita. — bajó la mirada.

—Te evita porque se siente culpable. —

—¿Cómo? — no se esperaba esa respuesta.

—Piensa que es culpa suya que hayas caído en coma y olvidado todo, no quiere verte porque piensa que lo odias. — suspiró — me dijo que no estaba listo para escuchar cómo lo mandas a la mierda.— habló con fastidio.

Se levantó de su asiento, comenzando a encender un cigarro para finalmente dirigirse hacia afuera, subiéndose en el auto que había llevado.

—Piénsalo, Volkov. Si vas a hablar con él, tiene que ser pronto, es cuestión de tiempo para que los de arriba se enteren. — encendió el coche, retirándose del lugar.

Volkov no paraba de repasar todo lo dicho por su ex jefe. Tenía sentido que Horacio se sintiera culpable y se sentía estúpido por haber pensado primero en cuestiones amorosas.

Le dolía pensar que Horacio estaba sufriendo tanto como él y le dolía aún más imaginar que algo pudiera pasarle si ingresaba nuevamente como agente del FBI.

Recordó las palabras de Conway: "piensa que lo odias".

¿De verdad Horacio creía eso? Él nunca sería capaz de odiarlo, era la luz de su vida y se detestaba a sí mismo por haber dejado que se sintiera de esa manera todos esos días. Debió haber intentado más maneras de verlo y no rendirse tan fácil.

Así, finalmente tomó una decisión: hablaría con Horacio y haría lo que fuera necesario para aquello.

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Hasta aquí el capítulo 9.
Si todo sale según mis planes, esta semana debería subir el final, aunque no sé si podré actualizar todos los días porque inicio las clases y no tendré mucho tiempo de escribir.

Sin más qué decir, espero que les esté gustando y recuerden que también está en mi twitter (pueden encontrarlo en mi perfil). 💖

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