Cap. 17 Mi Muñeca

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Pasaron tres días. Era la madrugada del Sábado, y Rin se encontraba durmiendo plácidamente.

—Oye, es muy bonita, ¿crees que el jefe me deje divertirme con ella?

—Sí, dudo que le importe —comentó cruzado de brazos.

—Bien, vámonos.

Su compañero sintió una brisa por detrás, volteó y se encontró con un joven de cabellos plateados a punto de darle un patada, intentó esquivarlo pero no pudo, ya era muy tarde. El peli-plata lo pateó y él fue a dar por allá, sorprendiendo a su compañero, y haciendo qué soltara a la azabache, antes de que esta cayera Sesshomaru la atrapó.

—¿Estas bien?

—Hay que irnos—comentó levantándose y tocando la parte donde lo golpearon.

—Idiotas—susurró viendo como salían por la ventana. Cuando se fueron, Sesshomaru miró a Rin y quitó un mechón de su cara, colocándolo en su oreja cuidadosamente, soltó un pequeño suspiro y colocó a la joven azabache de nuevo en la cama.

Al día siguiente, Rin despertó perezosa, talló su ojo un poco y se metió al tocador para bañarse, salió con una camiseta blanca y una falda color rosa sandía. Terminaba de cepillar y secar su cabello, cuando tocaron la puerta y ella dio el paso sin preguntar quien era, un peli-plateado entró y la joven supo de quien se trataba por el reflejo del espejo qué tenia enfrente.

—¿Pasa algo?— Preguntó en tono inocente. No le respondieron, y él solo se acercó a ella y la abrazó por detrás—???

—No pasa nada, tranquila.

A los pocos segundos Kirin estro azotando la puerta. Haciendo qué ellos dirigieran su mirada hacia la puerta.

—¿Por qué siempre me los encuentro así?—Se cuestionó a si mismo—Rin, tú padre vino a verte.

—¡M-mi padre!

Sesshomaru notó los nervios de ella. Tocó su mejilla y después salió de la habitación junto a Kirin.

Rin bajo y, exactamente, su padre se encontraba ahí. Salieron de la casa y se dirigieron al patio, ahí conversaron un poco y por último se dieron un abrazo.

Su padre se fue y Rin entró a la casa, ya ahí, soltó un suspiro y Sesshomaru se acercó a ella.

—¿Qué pasó?, Te ves agobiada.

—Mi padre... Quiere que vuelva al ballet—respondió cerrando sus ojos y recargándose en una pared.

—Rin ¿hacías ballet?—Preguntó Kirin saliendo de quien sabe donde.

—¿De dónde saliste?—Cuestionó la azabache observando a Kirin.

—No importa, dime ¿Por qué no te agrada la idea de volver al ballet?

—Simplemente... No sé...

Los dos jóvenes se sorprendieron a la respuesta de la chica.

—Okey...—dijo Kirin en tono de sospecha.

(...)

Era lunes, y Rin ya estaba en el instituto. Caminaba por sus pasillos acompañada de Kagome, con la que conversaba, y sus guardaespaldas, que venían detrás.

—Entonces eso te dijo esa chica.

—Sí, dime tú que opinas.

—Pues realmente, no creo que Sesshomaru sea así. Aunque pocas veces he visto como actúa lo dudo mucho.

La joven con ojos color chocolate dio un largo suspiro.

—Quizá tienes razón—manifestó con una sonrisa.

Pasaron las horas y Rin ya se encontraba en su última clase del día, matemáticas, nunca a sido tan buena en esta materia, sacaba buenas calificaciones en los examenes pero no podía calcular tan rápido mentalmente. Al salir, tuvo que dirigirse al estudio de ballet.

Ya era la noche del sábado, y Rin en todos los días anteriores, al salir de su instituto iba a su academia de ballet, ahí permanecia 5 horas ensayando, solo descansaba los sábados y domingos.

Ayer les comentaron a los alumnos de la academia qué harían una función. Rin y otra compañera quedaron como papeles principales, pero la maestra va a decidir quien se queda con el papel principal y quien será la suplente.

Ahora Rin se encontraba en la terraza de la academia. La noche ya había caído, y eran las 7:40. La joven azabache platicaba la coreografia qué debía hacer para la función, pero estaba frustrada, no le salía como ella quería. Mientras Sesshomaru estaba acostado en un sofá que había ahí, parecía dormir. Rin intentaba calmarse. Ella estaba de espaldas a Sesshomaru, con la vista hacia la ciudad. Se sobresalto un poco al sentir una mano abrazarla por la cintura, mientras qué la otra tomó su mano derecha y la subió unos centímetros.

—Guarda silencio... Y solo baila la coreografia—dijo tajante, y antes de que ella comentara algo, empezó a sonar la música.

Sesshomaru guiaba a Rin, mientras ella solo sucumbia a como el peli-plata la controlaba, era como una muñeca de trapo, fácil de manejar. Sesshomaru no soltó a Rin por ningún momento, si no la tenia de la mano, la tomaba de la cintura. La joven estaba sorprendida, nunca había pensado que él supiera ballet y menos que hiciera esto. La música lentamente iba acabando, al final los rostros de ellos quedaron muy cerca el uno del otro, provocando un color rosado en las mejillas de Rin. Ellos se separaron un poco al escuchar unos aplausos por parte de la maestra de Rin.

—Magnifique, Rin bailaste hermoso, ojalá así lo hicieras con Hiroki—su comentario hizo qué las mejillas de Rin tomarán un color carmesí—hm, no sabía que tu guardaespaldas supiera ballet, además la forma en que bailaron fue asombrosa, se veían como enamorados, ¿acaso... Ustedes son algo más?

—N-no, maestra, solo es un amigo— contesto con una sonrisa y muy nerviosa.

—Hm, bien, espero que así bailes mañana, bueno adiós Rin.

—Adiós.

Su profesora se fue, y cuando ella se quedó solamente con Sesshomaru, soltó un gran suspiro.

—¡¡Ay!!, pero que... ¿Cómo lo supo? Más bien ¿Cómo se dio cuenta?— Se preguntó en la cabeza.

El joven con ojos color ámbar, notó la preocupación y nervios de su pareja. Solo había una forma de calmarla y, él sabia perfectamente el método. La tomó cuidadosamente del mentón, y alzó un poco su cara, haciendo qué Rin lo observará a los ojos, posterior sus labios se juntaron en un lento y tierno beso, llenó de amor. Pero por falta de aire los dos se separaron. Rin reaccionó de inmediato.

— Sesshomaru, ¿y si alguien nos hubiera visto?— Cuestionó nerviosa y con sus mejillas sonrojadas.

— Tranquila, aquí no hay cámaras, además tú maestra ya se fue. — Dejó a la azabache en blanco y una pequeña sonrisa pícara se formó en su rostro. —bueno, ¿entonces me das otro?— bromeó imaginando la cara que pondría el peli-plata. No imagino que de verdad lo haría, pero lo hizo sin chistar, la beso, tomando sus mejillas, sin pensarlo mucho. —sabes era una broma— dijo con una leve sonrisa de vergüenza.

—Lo sabía— respondió caminando hacia las escaleras para ya irse.


Continuará

Ja, ja perdón si no les agradó la parte donde puse "llenó de amor" je hasta yo sentí que estuvo cursi pero no tenia otras palabras en mente... Bueno ya saben el próximo sábado habrá episodio.

Aquí les dejo el link del episodio de hoy, estuvo genial me fascinó.
Además ya se confirmo quien es la madre de Towa y Setsuna, de seguro estarán muy felices en saber quien...

https://fb.watch/32MDcFGA5p/

Mi espiaWhere stories live. Discover now