Especial: Año Nuevo.

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--- ¿¡Que pasa!?---

--- ¡¿Quieres Enoki o apio en el tocino?!--- hubo silencio mientras la menor decidía qué probar cuando un chillido resonó por la sala.
--- ¡Enoki por favor!---

--- Hmph.--- siguió con sus movimientos suaves y precisos, sacando el salmón cuando había tomado la cocción perfecta.

Los dejo en otra bandeja y acto seguido, tomo el tocino junto con el otro ingrediente blanco y los enrolló juntos, listos para ponerse al fuego.

Después de unos cuantos minutos, ambos estaban sentados en la mesa de la sala mientras veían una película de Disney, Mulán par ser más exactos.

Cuando Yuko termino de comer, Bakugou limpio su rostro con una servilleta y beso su frente con cariño, sacando una avergonzada sonrisa de parte de su hermana.

--- Te quiero Suki...--- murmuró con una sonrisa mientras él tomaba un cepillo del estante.

--- Yo también te quiero Yuu.--- con suaves movimientos, poco a poco el desordenado cabello de su hermana no hubo más nudos.

Lo miro por unos segundos, acariciando las suaves hebras de la niña mientras pensaba que tan extraño era su cabellera viniendo de sus padres.

Aunque, si somos justos, cuando se lo cortaban más arriba de los hombros estos prácticamente explotaban, dando el mismo aspecto que el de su vieja.

Suspiro, ignorando la película.

Recuerda la primera vez que la tomo en brazos, que la arrullo, que dijo su nombre... Su hermana era demasiado pura para que alguien como él la cuidara.

--- ¿Suki?--- murmuró la niña, sacándolo de sus pensamientos.
--- ¿Si, Yuu?---

--- ¿Juegas conmigo?---

--- Tengo que ir a clases.---

--- ¡No es justoooo!--- se dejó caer en la alfombra, sin hacerse daño, mientras soltaba falsos sollozos por la partida de su hermano.
--- Ya hablamos de esto, niña, solo serán máximo 4 horas-

--- Luego estarás haciendo otras y no podremos jugar al final.--- Katsuki se levantó pero la contraria no, quedándose tirada boca abajo en el suelo.
--- ¡Siempre te quedas hasta tarde haciendo esas estúpidas hojas!--- lloriqueo aún más.

--- Sin palabrotas Yuu, aquí somos civilizados.--- hubo un silencio extraño entre ambos hasta que la menor hablo.

--- Mierda.---

--- Te eduque tan bien...--- dijo de forma dramática sacando una sonrisa en su hermana.
--- Te prometo que jugaremos hoy, ¿Si? Mi maestro no es tan malo-

--- Es un-

--- Ya entendí, ¿Si? Solo quédate con Tatty.--- le dijo una última vez, besando su frente para levantarse.

O bueno, intentar hacerlo, ya que la fémina lo tomo de su cuello y lo abrazo.

--- No te irás, ¿Verdad? No te irás como papá y mamá...--- suspiro abrazando a la rubia.
--- Por supuesto que no... Me quedaré contigo siempre...---

Sus padres se habían ido hace dos meses hacia Estados Unidos a terminar un trabajo, a pesar de la estúpida cuarentena que tenían, los dejaron aquí sin decir nada, lo bueno es que la UA no ha hecho ningún tipo de investigación de sus casas para ver qué tan bien está todo.

La cosa es que Yuko tiene un amor ciego hacia sus padres, pues son mami y papi, obvio que los va a querer ciegamente, no pudo hacer mucho para borrar la decepción en sus ojos cuando se fueron exactamente el día de su cumpleaños.

Mi Hermanito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora