Maldita sea

454 35 52
                                    

Emma

Había pasado ya una semana desde el accidente de David, aun seguía en el hospital por los apósitos, al igual que Sophie, no había sabido nada de Jack, y así estaba bien, no voy a soportar las majaderías de su madre.

El año ya casi termina, hoy es 30 y mañana prepararé toda la comida para venir al hospital, mi mamá también vendrá pero tengo que ir a comprar las cosas.

-Entonces ¿Seguros que no son alérgicos a nada?

-Segura

-Seguro.- Estaba en el hospital para ver que haría de comer

-Si se intoxican...

-Estamos en un hospital Emma, creo que nos atenderían rápido.- dijo riendo David

-Esta bien

-Estaremos bien, ve a comprar las cosas John te va a acompañar

-No es necesario

-No tiene nada que hacer aquí.- John solo negó con la cabeza.- Ahora vayan a comprar las cosas

-Esta bien.- reí y ambos salimos

-Perdona a Sophie

-No hay problema, de cualquier forma necesito a alguien que me ayude a cargar las cosas.- reí y él también

-¿A dónde iremos?

-Primero a mi casa, mi mamá tiene la lista de las cosas que hay que comprar

-Entonces vamos.-él no tenía carro por obvias razones, conduje hasta mi casa.- No manejas mucho ¿cierto?

-¿Se nota?- dije estacionados enfrente

-Bastante.- dijo riendo, ambos bajamos y entramos, mi mamá estaba en la cocina

-¡Por fin llegas! Ya tengo la lista hecha, deberías ir hoy para que no haya tanta gente

-Iré hoy

-Hay disculpa.- por fin vio a John.- ¿Eres el hermano de Sophie?

-Sí señora, mucho gusto

-Tienen lo mismos ojos, un gusto igual, dime Kalinda.- le sonrío

-Esta bien

-John ¿cierto?

-Si.- John era mucho más alto que mi mamá y yo

-Tengan la lista y vayan a comprar las cosas, mañana nos pondremos a cocinar desde temprano Emma, ¿Te gustaría unirte?-

-Claro que si

-¡Perfecto!- me dio la lista de las compras.- Con cuidado, la gente esta loca estos días

-Si mamá.- ambos salimos y chequé la lista para saber a donde iba a ir primero

-Creo que primero deberíamos ir al mercado

-Creo que si.- dije riendo y empecé a conducir

Puse algo de música, y fuimos al mercado, no había tanta gente y eso era bastante bueno porque no teníamos que pelear con las multitudes.

-Vamos.-ambos bajamos, yo llevaba el carrito del mercado y él la receta

-¿Sabes dónde comprar las cosas?

-Claro.- reí.- siempre las hago yo

-¿Calamar?- dijo riendo

-Nos gusta hacer cosas raras.- empezamos a comprar las verduras, ponía todo en el carro pero cuando ya eran demasiadas cosas él lo empezó a llevar.

Prisioneros de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora