Nueve.

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Canción del capitulo:

The only exception- Paramore.

9

HARRY'S POV

El camino fue exhaustivamente tenso.

En ningún momento, ni siquiera por equivocación, abrimos la boca para hablar. Cada uno estaba sentado rígidamente en su asiento, demasiado concentrado en sus propios pensamientos como para preocuparse por el otro.

No estaba seguro de que esperar.

Lea nunca había hablado de su familia y honestamente, yo tampoco había preguntado mucho.

A mis veinte años, no sabia realmente que era una familia verdadera.

Nunca había tenido una, lo suficientemente estable como para saber que significaba tener una.

Los nueve años que había vivido con mis padres habían sido magníficos, estaba seguro. Sin embargo, al mismo tiempo muchas de estos recuerdos resultaban ser bastante vagos y borrosos. No recordaba el sonido exacto de la voz de mi madre, ni su aroma por las mañanas. No recordaba el color exacto de los ojos de mi padre, ni el sonido de su risa.

No tenía hermanos.

Y mi finalmente, mi abuela. Había sido todo lo que podría desear y mas. Ella fue mi familia durante muchísimos años, pero tampoco había sido duradero o lo suficientemente común, como para sentirme igual a los demás niños de mi edad, los cuales presumían de los trabajos de sus padres, mientras yo me mantenía callado. Ellos tenían a quien llevar en los días de los festivales.

Mi abuela nunca falto a ninguna de los recitales de mi salón, pero no era lo mismo tener a tu abuela mirándote, que a tu papa, en el día del padre.

En ningún momento había preguntado a Lea por la suya, por que ni siquiera yo estaba seguro de como había sido la mía.

"Es aquí." Susurro Lea, sacándome de mis pensamientos. Mi vista se enfocó en la pequeña casa en la que estábamos estacionados.

Estaba en bastantes malas condiciones, no mentiré.

Era una vieja casa de un piso, la cual parecía estarse cayendo en pedazos. El material -el cual parecía ser de un material barato- estaba cuarteado en varios lugares. La pintura había comenzado a caerse y lo que antes habría sido un limpio color blanco, ahora era uno amarillento. Las ventanas estaban sucias y había moho en la pared. El césped estaba terriblemente largo y no podía calcular cuantos años habrían pasado de la última vez que había sido cortado.

Fruncí el ceño sin poder evitarlo.

"Vamos." Volvió a hablar Lea. Sin decir nada, imite sus movimientos y salí del auto. Se sentía extraño salir del lado del copiloto, pero Lea había pedido manejar y por alguna razón no pude negarme.

Era la primera persona a la que dejaba manejar mi auto.

Lea rodeo el Mustang y cuando llego a mi lado, su mano derecha me extendió mis llaves, sin mirarme a los ojos. Sus ojos estaban pegados a la casa.

Ella no dijo nada, pero comenzó a caminar hacia la casa, así que la seguí. El césped, el cual estaba ya seco y muerto, crujió debajo de nuestros zapatos al caminar hacia la puerta de la entrada. Al llegar a esta, Lea se inclinó y debajo de lo que parecía ser una maceta, saco una pequeña llave. Ninguno de los dos dijimos nada cuando la puerta se abrió al primer intento.

Observe atento a los movimientos de Lea, quien titubeo un poco al abrir la puerta y cuando finalmente lo hizo, dejo salir un suspiro tembloroso.

Demonios.

preludio [h.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora