Capítulo cinco. | SEGUNDA TEMPORADA.

Start from the beginning
                                    

— Gracias...

— No tienes nada que agradecer, te amo.

Yo también te amo.

Pero no de la manera en la que quieres, Robert.

No hubo y no hay día en el que no sienta culpa de saber que no puedo amarlo de la forma en que se merece, realmente él ha soportado demasiado y él es el que necesita tener todo aquello bueno del mundo.

Mis ojos observaron con atención el perfil del varón a mi lado quien me sostenía la mirada con esos coquetos ojos pequeños.

A veces, en ocasiones, apreciaba lo sumamente atractivo que era con esa sonrisa galante que derretia a cualquiera, apreciaba sus facciones marcadas que me hacían volverme loca, un hombre extraordinariamente guapo el que tenía a mi lado.

— ¿Sí? —Preguntó él al ver que mis ojos lo observaban con fascinación.

— Que feo estás... —Burlé divertida mientras me ponía de pie, él rió.— Dame a Kenia, iré a dejarla a la cuna. —Mencioné mientras tomaba con cuidado a la bebé que se removia suavemente.

La posé en mi pecho mientras que producía un sonido arrullante y la acunaba con calma.

Esta bebé hacía que mi instinto de protección saliera, era como una fiera con esta pequeña que cargaba entre mis brazos.
Curiosamente, solo me imaginaba con una bebé que fuera de alguien más pues la idea de que fuera mi bebé me generaba conflicto.

¿Te imaginas que llore y que no puedas devolvérselo a su mamá por qué tú eres su mamá? Reí ante la idea, por el momento no estaba en mis planes tener un bebé.

La maternidad será deseada.

Veía a la gente pasar de un lugar a otro con prisa, acostumbrada al ambiente que se manejaban en las producciones de cine y televisión simplemente apreciaba como las personas iban y venían, algunas un tanto contrariadas y estresadas, las entendía, no era fácil.

— ¡Por favor! ¡Dónde está la chica del maquillaje!—Mis ojos se centraron en el hombre que chilló en dirección al personal con una persona sentada detrás de él frente a los grandes espejos.

— Aún no llega. —Le respondieron.

— ¡Ay, Jesucristo de los negros! —Exclamó con exageración en un tono airoso y levemente afeminado cosa que me hizo reír desde mi lugar.

Estaba ahí, en aquel set, pues habia sido citada para una entrevista en respuesta a mi solicitud pidiendo oportunidad para el anuncio que con anterioridad había mostrado a Robby.

— No puede ser posible que todo lo haga yo ¡Necesito que alguien arregle esto! —Volvió a gritar el hombre moreno mientras pasaba una mano por su cabello estresado.— Esta mujer que va a poner blanco del coraje.

Reí. Él me vio frunciendo el ceño.

— ¿Eres de aquí? —Negué.— ¿Y luego? ¿Que haces aquí, mi ciela? Esto es un centro de rodaje. —Llevó su mano al micrófono que tenía en la diadema que ocupaba.— Marcus, hay alguien aquí que se coló de nuevo, necesito seguridad.

— No, no, no. —Me acerqué a zancadas.— Eatoy aquí para la prueba de auxiliar, me pidieron qu—Me interrumpió.

— ¡Madre mía! ¡Haberlo dicho antes, mujer! Eres la nueva ¿Que no ves que estoy a punto de morir infartado por la de belleza? —Dijo tomando con firmeza de la muñeca para pegarme un tirón y acercarme a la persona detrás de él, era una mujer.

— No pero yo no soy de bell—Volvió a interrumpirme.

— La quiero en 10, en vestuario, dentro de poco vendrá el siguiente al que atenderás.—Mi área era luz y sonido.— Marcus, olvídalo, ya encontré a la chica... No, no sé... Solo mueve tu culo de ahí. —Alegó yéndose mientras me dejaba ahí con la mujer en la silla.

¿Qué carajos se supone que haría?

Mis ojos bajaron a la mujer, suplicante, ella rió nerviosa encogiendose de hombros.

— Yo no soy de belleza... Soy de luz y sonido. —Chillé, inhalé profundo, miré al frente y vi el maquillaje cosa que me hizo mirar con horror todo, cosa que la mujer rió.

— Por lo general, solo evitan que la piel se vea grasosa... Debes de saber eso. —Asentí— Podrías intentarlo.

Cierto.

— Bien... Vamos a intentarlo... —Dije con calma, una de las ventajas de haber crecido en producción es que eras amigos de todos, y yo, al ser hija de la segunda del director, básicamente sabía hacer de todo un poco.— Dios bendiga mis manos...

Durante esos minutos en los que atendí a la muchacha tratando de matizar su rostro, marcar sus facciones en ángulos ideales para que en las cámaras se viera bien, pude conversar a gustamente con la chica a la que atendía, por lo visto ella era la protagonista.

La película trataba, a como ella me lo contó, de dos hermanos que eran tan unidos y que desgraciadamente, uno de ellos moría, encerrando al otro en varios trastornos y enfermedades que eran al poco tiempo representados con la presencia del hermano muerto.

Feed.

Conectados.

Interesante.

No solo eso fue lo que hablé con ella, también me puso al pendiente de todo, al parecer la cinta había avanzado considerablemente pero por problemas de organización se había complicado todo y retrasado.

Tras de mí, volví a escuchar a lo lejos la voz de aquel varon moreno que respondía al nombre de Phill, el segundo del director.— Con ella —Le dijo a alguien.— Oye nena ¿Ya tienes lista a mi chica?

— Ya pero realmente no est—Me interrumpió.

— Perfecto, andando andando que vestuario no esta contento. —Apresurado a la mujer que estaba sentada todavía frente a mí mientras yo le daba los ultimos toques que podía.— Rápido cariño. —Chasqueó los dedos, Troian, la mujer con la que había trabajado me sonrió.— Siéntate ahí tú, cielo, anda.

— Suerte. —Susurró antes de levantarse, yo agradecí y pronto me di la vuelta para reacomodar todo lo que había movido de su lugar.

Escuché a mis espaldas como la silla era ocupada, yo tranquilamente acomodaba todo, si algo había aprendido era a tratar de ser oeganizada con lo que trabajaba para no retrasar el trabajo de todos.

— Yo no debería estar aquí... —Hablé a la persona detrás de mí.— Soy de sonido y luz, no belleza... Así que te pediré lo mismo que a la señorita que se acaba de ir ¿Me podrías dar detalles de como te han maquillado antes?

— Claro, sin problema.

La voz de esa persona me caló.

Sentí mi sangre helarse, alcé mi vista al espejo frente a mí para ver por medio del reflejo a quien estana detrás de mí deseando que no fuese quien esperaba. Me di media vuelta con un ceño fruncido suavemente.

— Hola Moa. —Me saludó.

— Tom...

Maldita mujer encargada de belleza.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now