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Felix arrugó la camiseta entre sus manos, la acercó hasta su nariz y aspiró su olor. Olía a tabaco y desodorante. Sonrío inconscientemente abrazando la prenda arrigada. Si Minho se entera de que le ha robado su camiseta de Ramones seguramente le mataría. Estuvo un rato más abrazado a ella y después la escondió en el cajón de su armario. Allí también había una sudadera de Seungmin, el pañuelo de Hyunjin y una camiseta rasgada de Chan.

Al pelirrojo le encantaba dormir entre las prendas de sus amigos y oler el aroma particular de cada uno, se sentía tan acogedor y cómodo. Empezó robándoles ropa cuando hacía la limpieza, más adelante se volvió una costumbre ponerse camisetas o sudaderas de ellos, a pesar de que eran unas tallas más grandes.

-¡Lixie!- Gritó Hyunjin desde el pasillo -Chan quiere hablar con nosotros, baja a la sala cuando estés vestido.

Felix rodó los ojos, hoy no le apetecía cometer ningún crimen o hurto. Seguramente Chan les daría trabajo para hacer durante todo el día, quizá ir al burdel a pegar a los morosos o cobrar deudas en el barrio. Cualquier cosa que el menor no quería hacer. Él quería quedarse en casa, solo, y así poder sacar a Teddy de la caja y jugar un poco con el. Amaba a su osito a pesar de que era extraño que un chico de su edad le tuviese cariño a un simple muñeco de felpa pero el no lo podía evitar. Teddy era su mejor amigo y nunca le dejaría. Su chupete azul también esperaba en la caja, por las noches le costaba mucho estar sin el por eso en más mañanas despertaba con el pulgar en la boca. Pero esa manía del pulgar tenía que terminar. Debía tener cuidado, ninguno de los chicos podía saber que Felix se comportaba como un bebé. No se imaginaba que pasaría si oo descubren.

Se vistió con una camiseta holgada y un pantalón de chándal de color gris, salió de su cuarto y cerró la puerta. Mientras bajaba las escaleras oía a sus amigos discutir en la sala. Al llegar Minho señalaba con el dedo de en medio a Seungmin y este hacía lo mismo.

-Buenos días- Dijo el menor sentándose en un sillón, estaba ajeno a la discusión que tenían.

-Ahora que estamos todos empezaremos- Chan se levantó de la silla donde momentos antes estaba sentado y se colocó en el centro de la sala. Rodó los ojos al ver como Felix ni siquiera le prestaba atención, estaba empezando a hartarse del mocoso. -Minho y Seungmin irán a Miroh. Park necesita ayuda con un par de deudas y me ha pedido que alguno de nosotros vaya con él.- Seungmin recargo su pistola y la guardó en su pantalón -Hyunjin, hoy te toca ir a comprobar cómo están las chicas que llegaron de Moscú, seguramente estén asustadas. Trátalas bien y llévales algo de ropa.- Chan giró los talones y se quedó en frente de Felix haciendo que éste levante la cabeza -Tu te quedarás en casa, es mejor que no molestes.- Se dio vuelta caminando hacia su despacho -Igualmente tampoco haces nada útil.- Antes de entrar en su lugar de trabajo volvió a mirar a Felix -No quiero débiles estorbando en mi camino.

El portazo que dio el mayor después de entrar en el despacho asustó a Felix el cual ya estaba tenso por lo que había dicho anteriormente. Hyunjin, Minho y Seungmin compartieron miradas. Era cierto que Lix no era esencial en la banda, el chico era muy reservado y poco trabajador. Nunca había cometido un delito. Quizá Chan tenía razón en que era un débil pero ellos aún así le tenían cariño.

Después de estar varios minutos compartiendo un awkward silence Seungmin carraspeó y haciéndole una señal a Minho los dos salieron de la casa camino a Miroh. Hyunjin se quedó a solas con el pequeño. Felix tenía la cabeza gacha y abrazaba sus rodillas, le habían dolido las palabras del mayor pero sabía que tenía razón.

Solo era una molestia.

Hyunjin chistó con la lengua y fue hasta Felix, se agachó quedando a la altura de sus rodillas. Sonrió cuando vio como el pelo rojo tapaba los ojos castaños del niño, sus pecas salpicaban sus mejillas y pómulos y su blanco color de piel le resultaba tan tierno.

-No hagas caso Lix, sabes que Chan siempre está sometido a mucha presión. No piensa lo que dice, créeme. Aquí todos te queremos.- Hyunjin dejó un beso en el cabello del pequeño y se levantó -Tengo que irme, cuídate.

Hyunjin salió de la casa dejando al menor al borde del llanto, las lágrimas empezaron a empapar sus mejillas, mordió su labio con fuerza para no soltar sollozos pero no lo pudo evitar. Su lloriqueo empezó a ser cada vez más sonoro.

Desde su despacho, Chan escuchaba como el niño lloraba en la sala. Seguramente fue por las palabras que le había dicho pero, joder, era verdad. Ese niño nunca hacía nada ni se entrometía en nada. No ayudaba en el burdel y mucho menos en un crimen. Ni siquiera sabía por qué lo había acogido, era una carga.

Mientras rellena un par de papeles dejó de sentir el llanto del menor, y eso le preocupó. Salió des despacho y fue hasta la sala, sus puños apretados y su cara en total desconformidad. Se encontró a un pequeño pelirrojo dormido en el sofá, en posición fetal. El pulgar estaba perdido en su boca y un hilo de saliva caía de su barbilla. Chan suspiró, maldito niño vago.

Llegó hasta él y con cuidado lo cargó, lo dejaría en su cama puesto que los sofás no eran muy cómodos. Felix inconcientemente pegó su cuarpo al pecho del mayor, eso sacó una sonrisa a Chan que rápidamente descompuso. Cuando estaban en la habitación del menor lo dejó con suavidad en la cama, lo arropó y limpió la baba que caía de su boca. Sus pómulos estaban algo rojos de llorar.

Se veía tan tierno de esa manera.

Chan negó repetidas veces con la cabeza mientras veía al chico dormido, su cara haciendo muecas. Felix se abrazó a la almohada y succionó más rápido su pulgar.

Quería a Teddy.

-¿Por qué haces eso con el pulgar?- Susurró, ese gesto era de bebés así que quitó el pulgar de la boca a Felix.

Grave error.

El pequeño, al no sentir tener nada para succionar comenzó a gimotear y a moverse incómodo en la cama.

-Tete...- Pidió completamente dormido.

Chan lo miró extraño y al ver que los gimoteos del chico se volvían sollozos decidió poner el pulgar de nuevo en la boca del pelirrojo. Volvió a succionar el dedo como si nada.

El mayor negó varias veces con la cabeza, ese chico sí que era extraño. Quería largarse de allí ya. Tenía demasiadas cosas que hacer como para quedarse viendo como un mocoso dormía.

Antes de salir de la habitación Chan comprobó que todo estuviera en orden. La habitación de Felix era la más pequeña de la casa, él la había elegido. Sus paredes blancas hacían juego con los pocos muebles que había. Se fijó en el armario, era pequeño. Lo abrió con cuidado de no hacer ruido e inspeccionó la ropa q tenía el chico. Era poca. La verdad es que Felix raramente pedía algo, alguna vez le había pedido un poco de dinero a Chan para ir al centro comercial o para comprarles regalos a los chicos pero nada más. Volvió su vista al menor, seguía durmiendo como una roca.

Soltó un largo suspiro y salió de la habitación, ¿Qué haría con ese chico?

Bad Baby Boy || SKZ (Abdl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora