Tengo Ganas De Ti (HOT) •HS & LT• SIN EDITAR

Capítulo 38: Las cosas como son

Aquella tarde salí corriendo sin rumbo alguno del edificio. Valeria corría detrás de mi; no sé cómo le hice, pero logré perderme de ella.

En mi cabeza sólo abundaban sus palabras "Taylor también esta embarazada". ¿Cómo era posible? ¿Cómo fue que Harry nos embarazo al mismo tiempo? Yo había creído en las promesas de Harry y todo indicaba a que sus promesas eran falsas.

Paré y me recoste de una pared mientras mi pecho subía y bajaba. Estaba sin aire de tanto que había corrido; pero aún así el dolor de mi pecho no era por la actividad física, sino por el dolor que tiene mi alma.

Un trueno se escucho acaparando todo mi atención en él. Miré al cielo, estaba gris, casi no se veían las nubes, estaba por comenzar a llover, entonces como si lo hubiese advinado comenzó a llover muy fuertemente.

Corrí hasta encontrar un techo donde me pude cubrir, aunque ya estaba completamente empapada.

- Mi niña eso le puede hacer daño al bebé.

Miré hacia mi derecha y se encontraba una señora algo mayor mirándome muy atentamente.

- ¿Cómo sabe que estoy esperando un bebé? - pregunté asombrada.

- Digamos que yo lo sé todo.

No le hice caso y volví a fijar mi mirada en la lluvia que caía en la carretera.

- Sólo te digo que pienses muy bien lo que vas hacer.

Volví a poner mi atención en la señora.

- ¿A qué se refiere con eso?

- El coraje es malo compañero, a veces te hace hacer cosas que no quieres hacer.

- No la estoy entendiendo nada.

- No tienes que hacerlo, sólo te digo que tengas cuidado con lo que haces. Tu destino depende sólo de ti.

La señora comenzó a alejarse de mi; cuando intenté detenerla para preguntarle por qué me decía esas cosas, desaparecio, fue cómo si la tierra se la hubiese tragado.

*****

Me encontraba sentada frente al edificio donde se encontraba la oficina de Harry, es sábado, pero estoy segura que Harry vendra a la oficina en algun momento.

Y así fue, luego de varios largos y agonizantes minutos, el carro de Harry se detuvo frente al edificio, bajó del auto y se acercó con paso firme hacia la entra del edificio, se detuvo al notar mi presencia.

- Sophia, ¿qué haces aquí y todo empapada? - preguntó para luego mirar a todos lados a ver si algo nos observaba supongo.

- Necesito hablar contigo.

- No era necesario que vinieras, pudiste esperar hasta la noche.

Me levanté del escalón. - Esto que tengo que decirte no puede esperar.

- Vamos adentro entonces.

Con un silencio incómodo entramos al edificio para luego entrar al elevador. Ya estando en su oficina él se sento en su silla frente al escritorio.

- Bueno. ¿Qué era tan urgente?

Por unos segundos me quede observando su rostro. ¿Cómo era posible que detrás de una cara tan dulce se escondiera tanta mentira y maldad?

Al mirar a Harry a los ojos perfectamente te podrías enamorar de él; sus ojos verdes te hipnotizan, sus joyuelos te seducen, su sonrisa te enamora, y definitivamente su cuerpo es una tentación de la cual no sales una vez entres.