Quedate conmigo(Drarry)

Espejo de Oesed

Harry un tanto pálido y con un leve temblor en las manos se mantenía de pie frente al espejo observando a Draco quien se encontraba en la entrada de aquel solitario y viejo salón, ambos chicos parecían estar llenos de pensamientos, era notorio que tenían demasiadas cosas que decir, sus rostros lo reflejaban, su cuerpo no ocultaba toda esa ansiedad que se estaba acumulando, pero ninguno de los dos se atrevía a hablar, o a avanzar un poco, solo estaban ellos dos, un chico de rubia cabellera y ojos grises y un moreno chico con lentes y alborotado pelo uno frente al otro, con tantos sentimientos reprimidos, con tantas ganas de acercarse el uno al otro pero sin tener idea de cómo hacerlo.

Draco Malfoy se había dedicado a molestar al chico de oro para llamar su atención, para hacerse notar, para que dentro del inmenso mundo de Harry Potter al menos tuviera un poco de importancia, Harry Potter por otro lado se había esforzado por no dejar que aquel Slytherin formara parte de su vida, de restarle importancia, sin embargo entre más se acercaba el rubio más interés en el generaba, pareciese como si ambos estuvieran destinados a estar juntos, a que sus caminos fuese como fuese debían cruzar constantemente y la vida se los había demostrado de distintas maneras.

El rubio permanecía observando a aquel moreno de hermosa cabellera negra, podría pasar horas viéndolo, pero sabía que en ese momento debía armarse de valor y acercarse al chico de oro, debía armarse de fuerza y hablarle de una vez por todas, abrir su corazón una vez más, solo una vez más, no importaba si aquella vez que Draco le había ofrecido su amistad el pelinegro lo hubiera rechazado, ni todas esas veces en las que lo había dejado como un completo idiota, Harry era algo por lo que valía la pena luchar, y Draco obtenía lo que se proponía y quería, y jamás había querido tanto algo en su vida como el estar cerca del chico de oro.

- ¿También querías alejarte del aliento de sapo? - la voz de Harry sonó más baja de lo que el mismo esperaba, pero el vacío del salón genero eco lo que ocasionó que su voz sonara más fuerte, Draco parecía confundido, la expresión en su cara lo confirmaba, pero de nuevo se enderezó y camino dentro del cuarto con su elegante porte de siempre pero no con la confianza que generalmente mostraba.

-De hecho, te venía siguiendo a ti- el rubio hizo un esfuerzo impresionante por no desviar la mirada del espejo, no podía ver a Potter directamente a los ojos porque toda su calma se iría y dejaría que sus instintos tomaran el control y seria dirigido por sus sentimientos y Draco no podía permitir que eso pasara, mientras tanto el pelinegro tenía los ojos abiertos tan grandes y la boca un poco abierta, como si quisiera decir algo pero la voz no le saliera, miro al rubio por un momento, cerro la boca y dirigió la mirada igualmente al espejo.

-El espejo de Oesed- ambos chicos tenían la vista fija en el espejo, como si de este dependiera que ambos no se gritarán todo lo que tenían acumulado -muestra- el pelinegro prosiguió hablando, pero de inmediato fue interrumpido por un rubio que parecía ligeramente desesperado.

-no soy idiota, sé qué hace- lo dijo con cierta hostiliza que Harry había anhelado oír durante semanas enteras, así que no pudo evitar soltar una leve risa y ver a Draco de nuevo, como si no lo hubiera visto durante las últimas semanas, como si fuera la primera vez que lo viera después de mucho tiempo, y por supuesto que no pasó desapercibido que la expresión de aquel Slytherin cambio a una demasiado relajada pero con una pizca de anhelo y melancolía, se acercó al espejo y lo observo detenidamente, como si no creyera lo que estuviera viendo, Harry conocía bien ese sentimiento, cada que se veía reflejado en el sentía exactamente lo mismo.

- ¿Qué es lo que vez en el espejo? -el Slytherin dijo en un tono bastante bajo, pero sin rastros de burla o superioridad como siempre, Malfoy seguía muy cerca del espejo, con una expresión tan tranquila, la misma expresión que había puesto aquella noche en la enfermería, se veía confundido viendo el reflejo, pero al mismo tiempo curioso por lo que fuera a contestar aquel moreno que se encontraba de pie junto a el