Remordimiento

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Toda la banca de Gryffindor se levantó despavorida, el héroe se había caído de su escoba y se encontraba en el suelo sin hacer ningún movimiento, una castaña de pelo alborotado se redirecciono con su varita desde las gradas para quedar a lado de Harry quien se encontraba en el suelo con los ojos apretados y la respiración agitada, si bien el pelinegro había sufrido dolores peores a lo largo de su vida no quitaba el hecho de que en ese momento la caída había dolido bastante, el pelinegro soltó un gruñido adolorido, un pelirrojo ya estaba parado igualmente junto a ellos para revisar el estado de su mejor amigo, el juego había parado completamente, todo había sido tan extraño y había pasado tan rápido que los ánimos disminuyeron de golpeé.

La profesora Mcgonagall entro a la cancha alejando a una bola de jugadores que ya se encontraban rodeando al moreno quien aún se encontraba en el suelo tratando de calmar su respiración, la preocupación en el rostros de los estudiantes era evidente, y es que el chico de oro había estado raro todo el partido y que este se cayera de la escoba había sido la cereza del pastel para que todos estuvieran curiosos por saber que le había sucedido al salvador del mundo mágico.

-¿Joven Potter?- la profesora dijo el nombre del involucrado en forma de pregunta para ver la gravedad de la herida, el mencionado se incorporó con dificultad, con la respiración más calmada pero sin soltar su hombro, la profesora lo observo un segundo y asintiendo le pidió a Hermione y Ron que ayudaran al pelinegro a ponerse de pie para posteriormente dirigirse a la enfermería, Harry con una ligera mueca de dolor se levantó con ayuda de sus amigos y camino detrás de la profesora Mcgonagall quien se dirigía hacia adentro del castillo.

El moreno traía la mirada anclada al suelo, no sabía si el brazo era lo que le dolía, trataba con todas sus fuerzas para no soltarse a llorar, el pelinegro se sentía fatal por todo lo que hasta ese momento había sentido, todo lo que su cabeza había imaginado durante el partido, toda aquella adrenalina disparada en su cuerpo mezclada con melancolía, la horrible jugarreta que le hizo su mente en la cancha de juego, su cuerpo ardía por las ocasiones en las que la bludger lo golpeó, y había caído de su escoba, no sabía de donde había salido tanto aire, pero no pudo controlar más todo lo que le estaba pasando, ni si quiera fue capaz de sostenerse de la escoba.

Al llegar a la enfermería la señora Pompfrey recibió a Harry sin una sola pizca de sorpresa, y era lógico, desde que el pelinegro había puesto un pie en Hogwarts había estado muchas, demasiadas veces en esa sala, quizás más que cualquier otro estudiante en toda la vida profesional de la pobre enfermera, siempre debido a causas distintas, y ahí estaba una vez más, seguido por sus amigos bastante adolorido y con el corazón destrozado, tenía una cara de derrota total, seguía con la mirada pegada al suelo para que Hermione y Ron no notaran el estado en el que se encontraba, sin embargo no tuvo tanta suerte con Madame Pompfrey

-Te vez fatal Harry Potter- dijo soltando un suspiro -Toma asiento- giro su mirada hacia la Profesora Mcgonagall quien se encontraba parada en la puerta -Yo me hare cargo profesora- diciendo esto la mencionada asintió y saco al pelirrojo y su novia de la habitación, dejando a Harry completamente solo en ese gran cuarto con la enfermera Pompfrey quien se encontraba de espaldas preparando lo que parecía ser jugo de amapola.

El moreno sentado en la orilla de una de las tantas camas que ahí se encontraban, sin haber despegado en ningún momento la cara del suelo comenzó a llorar, lagrima tras lagrima caía por el rostro de Harry sobre sus piernas, no podía aguantar más, y sin hacer ningún sonido continuo.

**

- ¡Te digo Ron! ¡Estaba observando a Harry y no debió haberse caído de su escoba!¡estaba bien posicionado!- una castaña reclamaba fuera de la enfermería -Algo está mal aquí, alguien le debió lanzar un encantamiento o algo- seguía comentando pensativa sin darse cuenta que ahora el pelirrojo tenía el ceño fruncido, era costumbre que la chica hablara tanto y divagara cuando no tenía la situación bajo control -o simplemente estaba tan distraído que en realidad si se cayó- comento con frialdad un pecoso chico que parecía molesto, su novia lo volteo a ver con evidente confusión para luego alzar una ceja -¿Harry? ¿Harry Potter? ¿La estrella de Quidditch? ¿El mejor jugador que tienen?- Hermione lo veía seriamente y con cada comentario que hacía se ponía aún más seria y parecía que levantaba más la ceja- ¡Muy bien Muy bien!¡¡ tienes razón!!eso no es posible...- un derrotado Ron grito al aire, y aun si no se veía totalmente convencido de ellos sabía que era muy poco probable que su mejor amigo se cayera de la escoba justo antes de atrapar la Snitch-por muy distraído que pueda estar no se caería de esa forma y menos al estar a punto de agarrar la Snitch- Hermione pareció haber leído los pensamientos del pelirrojo y este la vio con los ojos como plato y luego suspiro, parecían estar más lejos de la verdad que cuando habían comenzado a hablar.

-Eso fue genial Malfoy- un chico de tez morena menciono en voz alta mientras palmeaba al mencionado -¿vieron al tonto de Potter caerse?- Vincent agrego detrás de ellos entre risas que eran secundadas por Goyle -Todos lo vimos idiota- una Pansy molesta les frunció el ceño y se aferró al brazo del rubio -eres el mejor mago del mundo Draco- ahora con un tono coqueto la pelinegra veía la cara del rubio, este solo se limitó a quitar su brazo y alejarse de las serpientes, el remordimiento le estaba comiendo, como pudo haber elegido el liderazgo y aceptación en lugar de a Harry Potter, el chico a quien quería hacer feliz y en lugar de eso lo había lastimado, algo más pálido de lo común dio dos pasos hacía atrás con ojos asustados, sus compañeros que ahora se encontraban confundidos ante el comportamiento del Rubio lo veían fijamente -¿Draco que sucede?- Zabini se acercó a él con un tono realmente preocupado pero lo único que el de ojos grises hizo fue echarse hacía atrás, para de inmediato recuperar su elegante posición recta alzo la cabeza y comento de manera fingidamente segura

-Ya sé que soy el mejor, no deben repetirlo a cada instante es molesto- Draco trataba con todas sus fuerzas de sonar normal y agresivo como siempre, lo único que quería era estar solo -Me molestan, pudieron haberme metido en problemas, iré a los jardines así que más vale que no me sigan, arrastrados- pareció morderse la lengua al decir esto último, el rubio quería mucho a sus amigos, los conocía desde que eran muy pequeños y afortunadamente ellos estaban ya bastante acostumbrados a los malos tratos del siguiente jefe de los Malfoys, comenzó a caminar y se detuvo en seco al oír que Crabbe y Goyle comenzaban a caminar detrás de el -Eso los incluye a ustedes dos idiotas- y continuo con paso decidido dejando a sus ahora sentidos pero muy acostumbrados compañeros detrás de él girando en uno de los pasillos para desparecer de su vista.

En cuanto se aseguró que nadie estuviera cerca se recargo en la pared lanzando un fuerte suspiro y apretando con fuerza la tela de su túnica en su pecho, algo le estaba quemando por dentro, apretó los ojos, lo único que quería era salir corriendo con Harry quien al salir del campo de juego parecía destrozado y muy adolorido, como podía haberle hecho eso, justo cuando había vuelto a jugar y Draco había visto lo feliz que se veía, lo mejor que estaba, mientras todos estos sentimientos se acumulaban dentro del caminaba distraídamente, sin si quiera ver a donde iba, solo dejo que sus pies lo llevaran mientras cada sentimiento de remordimiento que tenía por el pelinegro lo comenzaba a lastimar, finalmente se detuvo y levanto la mirada, se encontraba frente a la enfermería, su corazón se zangoloteo sintiendo una descarga en todo su cuerpo, veía la gran puerta que se encontraba entre cerrada, podía ver que no había nadie dentro cuando de pronto sus grises ojos divisaron unos mechones de color negro, despeinados y desacomodados, ese pelo que tanto le encantaba, casi por instinto sus pies lo hicieron entrar, quedando frente a la gran puerta de madera, el moreno giro la cabeza y entonces Draco pudo ver esos hermosos ojos color verde que por la poca luz que había en aquella habitación

- ¿Malfoy? - la voz del héroe resonó en toda la habitación vacía paralizando al rubio.

Quedate conmigo(Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora