Volturi

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Mi respiración se aceleró al reconocer a la persona que tenía en frente. Como ya había comentado los Volturi me daban terror. Y ahora tenía uno en frente.

- No debes temer Laila-. Me sonreía - ¿O debería llamarte Emeraude?. - Trague en seco.

- Tranquila, sólo quiero hablar contigo. Me llamo David, y como ya sabrás pertenezco a los Volturi,   y somos amigos de tu familia, los Cullen así que no temas.

Nunca voy a comprender, cómo es que estaos seres sobrenaturales, pueden tener esa fijación de hablar de la manera calmada y a la vez amenazadora, que ponen los pelos de punta.

- ¿Qué quiere?

- Ayudarte a encontrar respuestas.

- Yo no busco respuestas.

- Claro que si, sabemos muy bien que eres la reencarnación de la pequeña Emeraude y posees dones gitanos que no comprendes.

- Si soy la reencarnación de Emeraude, más no poseo dones.

- Aún no despiertan, pero están ahí. - acerca su mano señalando mi corazón, pero lo atarto de una manotazo.

- Auch, eres un poco agresiva pequeña. ¿Qué te parece si vamos por un trago y hablamos...?

- Yo no voy contigo a ningún lado. - Grite. Pero sentí detrás mío dos sombras que me sostuvieron de cada lado con brusquedad

- Demitri, Felix!!!! déjenla, eso no hace falta. - Los mencionados afloraron su agarre y vieron fijamente a este tal David.

- Laila, sólo quiero hablar. Te prometo que no pasará nada. - Me extiende la mano, y algo dentro de mi me hace dudar. Pero accedo a ir.

Llegamos a un sitio bastante elegante y hace que nos sentemos en una mesa alejada. Al llegar el mesero pidió un plato de pasta con salsa de champiñones, mi favorita,  para él sólo una copa de vino.

- Disculpa el atrevimiento de pedir por ti, pero por la hora se que deberías cenar. - Me dedica una sonrisa.

- Gracias.

- Laila, ya te dije que te relajara, no vine a hacerte daño, si eso quisiera creeme ya no estarías aquí.- Sonrie de lado haciendo que un escalofrío corra por mi espina dorsal.

- Explícame que es lo que quieres.

- Primero me aseguraré que comas y luego contestaré tus preguntas.

Y así fue, llegó la comida y con la mirada me indico que comiera, y así lo hice, estaba mundial la pasta.

- Me alegra que te guste mi elección. Aunque no te negaré que sabía de antemano que era tu favorito.

- ¿Ahora si me dirás que es lo que quieres.?

- Aro, está muy interesado en ti, te lo diré claro y preciso. Quiere que seas una de los nuestros.

Casi caigo de la impresión con su confesión.

- Es una locura, yo no tengo intensiones de ser una de ustedes.

- Lo sé, pero para eso te daremos lo que quieres y esperamos que tu nos regreses el favor, siendo una de nosotros.

David observaba en varias direcciones como si buscaba algo derepente llego el mesero y me entrego un papel Solo con la mirada indicó que lo leyera.

" Estás en peligro, Aro te quiere como parte de su guardia, así como a Edward y Alice. Y hará hasta lo imposible para obtenerlos.
Soy amigo de Carlisle y voy a ayudarte. 
DAVID"

Me quedé asombrada leyendo la nota.

- ¿Todo bien Laila? - Me dedico una mirada.

En eso suena mi teléfono y era un mensaje de Carlisle.

"Confía en David".

No sabía que creer, pero todo indicaba que Carlise estaba al rato to así que decidí co fiar en la persona que tenía  delante de mi.

- ¿Qué sabes de los Niños de la luna?- pregunte, haciendo que David sonriera, entendiendo que le creí.

-Tanto Edward como tú, son niños de la luna y poseen dones que los hacen extraordinario, cómo lo se, porque yo también lo soy.

- Hace mucho tiempo, pertenecía a la comunidad gitana,  a la misma que pertenecía tu madre, perdón la madre de Emeraude. Mi don también proviene de la mente, puedo hacer que las personas hagan lo que yo quiera, puedo manipular su mente y hasta destruirla si quiero.

Esas palabras hicieron que me tensara.

- Edward solo puede leer las mentes, pero tu don es distinto al nuestro. Tu poder proviene del espíritu de la naturaleza. La puedes manipular a tu antojo, eres por así decirlo, una diosa de ma naturaleza. Por eso no me extraña que seas la impronta de un lobo. - Culmina y le da una sorbo a su copa.

- ¿Y por qué me quiere Aro?.

- Simple; contigo, Alice, Edward y conmigo, la guardia Volturis serían indestructible.

- Ya te lo dije, no me uniré a los Vulturi.

- No lo harás ahora, pero luego estoy seguro que si. - Me dio una sonrisa.

David me acompañó a mi departamento y dejo sobre mi mesita mis cosas.

- Nos volveremos a ver Laila, cuenta con eso. - Se acercó a mi y me dejó un beso en la mejilla que me hizo estremecer.

Al cerrar la puerta, corrí a mi habitación y llamé a Carlisle.

- Laila cálmate.

- ¿Cómo quieres que me calme si uno de los guardias de Aro, me acaba de dejar en mi departamento?.

- David, es una amigo Laila. Lo conocí cuando estuve con ellos.

- ¿Y cómo se que es de fiar?.

- David, solo ha estado en la guardia para proteger a los suyos.  El pertenece a la comunidad gitana y Aro lo obliga a estra con él o la guardia acabará con todos lo de su comunidad.

- Pero Carlisle...

- Dentro de unos días viajaré contigo y encontrarás todas las respuestas que necesitas.

- Paul también viene, recuerdalo.- Logre escuchar una leve risa de su parte.

- Si eso no lo he olvidado. Viajaré con Paul y tendrás respuesta. Ahora cálmate, David regresará a Volterra y dará el mensaje a Aro. Con él allá tenemos un aliado.

- ¿Y si Aro lee su mente.?

- David seguro te dijo cuál era su don, y gracias a eso es que ha logrado estar en la guardia de Aro. Este no sospechará nada.

- Pero...

- Confía en mi pequeña, ¿cuándo te he defraudado?

- Nunca.

- Y ahora no lo haré... - Finalizo la llamada.

Me acosté en mi cama cubriendo mi cabeza con la almohada. Ya necesitaba que Paul estuviera aquí. Necesito desahogarme con alguien y descubrí que nadie es mejor que él. Creo que al final de todo, estoy aceptando la imprimación.

Al filo de la irrealidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora