14.- Cómplice

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Después de una tediosa semana, el fin de semana llegó como una bendición para la familia Malfoy... Solo que ahora, ya no lo era tanto.

Gracias a la intromisión de cierto pelinegro hacia la peculiar familia.

—¿Cuándo dices que te vas? - Preguntó por milésima vez el patriarca Malfoy mientras miraba con recelo al joven de gafas frente suyo.

—Cuando los tres acaben la sentencia - Respondió por milésima vez Harry con un tono de aburrimiento - ¿Algún problema con eso, señor Malfoy?

—No... No - El ex-mortifago susurro y se levantó de su sofá con su celular en mano - Si Narcissa me busca, dile que me fui a pelear contra el rey de los troles, Trundle.

Y sin mas subió rápidamente por las escaleras dejando a un confundido Potter pensando sobre por qué se iría a pelear contra un trol si ni varita tenía.

Volteó rápidamente y sonrió abiertamente cuando vio al heredero Malfoy entrar mientras lo miraba con emoción, por fin alguien con quien pasar un buen rato.

Por el otro lado, el joven Malfoy arrugó su entrecejo e hizo una mueca con sus labios cuando vio al heredero Potter sentado en el sofá, más concreto, en su sofá.

—Llegaste.

—Pues sí, por algo estoy aquí, ¿No? -El rubio rodó los ojos al escuchar la sensual... No, no, la irritante, si... La irritante risa de Potter.

—¡Pues que gran noticia! - La fuerte voz de Narcissa hizo a ambos jóvenes saltar sobre su lugar y mirarla, uno con curiosidad y otro con estrés - Ahora que llegaste, Draco, cariño. Ve tú con Harry al supermercado, hay unas cosas que me faltan para terminar la cena.

—Pero mamá, las despensas se llenan automa–

—Si te digo que vayas al supermercado con Harry porque me faltan unas cosas, entonces vas y punto - La mujer miró a su hijo severamente y este suspiró asintiendo.

—Bien - Murmuró entre dientes y tendió su mano - Dame la bendita lista de lo que falta.

Y con una sonrisa de lado le entregó a su hijo una lista con alimentos que claramente ya tenían en la despensa.

—Andando, Potter - Draco se dio la vuelta caminando hacia la puerta ignorando las sonrisas y señas cómplices que se Harry y Narcissa se hacían entre ellos.

Y mucho menos escucho la palabra de “Mucha suerte en tu conquista, León” que su madre le dio a su ex-enemigo.

¿O todavía no eran enemigos?

Lo único que logró escuchar Draco que no fuera  su parloteo mental, fue el grito de histeria de su padre al haber perdido una partida de su juego favorito Lul.

¿O era Lol? Ya ni se acordaba de los vicios de su padre.

La familia Malfoy viviendo como... ¿Muggles? Where stories live. Discover now