La familia Malfoy viviendo como... ¿Muggles?

23.- Uno

La bella tarde de aquel sábado de otoño se había visto interrumpida por el escándalo y griterío que salía de aquella peculiar casa, la pregunta era... ¿Qué había pasado ahora?

—¡Hiciste trampa! - Gritó el patriarca Malfoy al muchacho de gafas redondas frente suyo en la mesa.

—¿Qué? No - El exgryffindor frunció su ceño fruncido y confundido, ¿cómo se hacía trampa en el uno?

—Ya, tranquilo amor... Es solo un juego - Intentó calmar su querida esposa.

—¡Pero – - Cayó sus quejidos al ver la mirada de su mujer - Bien, pero es imposible que ya lleve tres partidas ganadas - Se quejó el hombre mientras volvía a tomar su asiento.

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—¡NO PUEDE SER! - Gritó euforicamente Narcissa.

Tiró su unica carta y miró de forma asesina al niño-que-vivió, "Que vivió hasta ahorita", pensó Cissy para sus adentros.

Estaba apunto, pero así de pequeñito de ganar y el maldito gafufo le había puesto un +4, ¡No se merece ni el perdón de merlín! Peor que un slytherin había salido el cerdo.

Mientras a su vez el patriarca se reía de la actitud de su esposa y entre risas dijo:

—Ya tranquila cariño, es solo un juego.

—Tú cállate - Lo fulmino con la mirada - Si no fuese por ti, el mocoso no me habría puesto el +4, quedas castigado.

—¿¡Qué!? Pero –

—Cas.ti.ga.do - Y sin más, se fue de ahí yendo a la querida casa de su amiga a que le contaran los chismes del día. Seguramente ellos estarían ahí.

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—Es tu culpa, afuera - Señalaba con su dedo índice la puerta principal de la casa.

—Pero, señor Malfoy, yo...

—Nada, chu chu, vete - Seguía agitando su mano con intensidad.

El pelinegro rodó los ojos y miró con una sonrisa a su novio quien se había mantenido mirando aquellas partidas a un lado, sabía muy bien cómo iba a terminar todo. Después de todo, su padre también lo echó por un día y medio por haberle ganado.

—Te veo mañana - Y con un pequeño beso en los labios se despidió de su novio.

—Mañana no, nunca - Y le cerró dramáticamente la puerta el patriarca de la familia.

—Eres un exagerado - Se quejó el menor de la casa.

—Tú también te me vas, por ser cómplice del tramposo.

—Si ser mejor que tú significa ser tramposo... - Murmuró no tan bajo mientras subía las escaleras.

—¿Qué dijiste? ¡Te escuché, te escuché! - Se quejó el mayor mientras pataleaba en su puesto como niño pequeño.

El joven peliplateado sonrió y cerró la puerta volteando a ver hacia la ventana viendo allí de pie a un lado de ella al pelinegro.

—¿Supongo que no saldré de aquí por un día?

El pelinegro lo tomó de la cadera cuando el más pequeño lo abrazó del cuello.

—Por mí no saldrías en una semana.

Y con una mirada pícara entre ellos, empezaron una ronda de largos besos.

Capítulo sin editar

Sí, sí, lo sé UnU
No merezco el perdón :'l

Pero, la inspiración y el trabajo de la universidad no me ha dado tiempo.

Aún siento que el capítulo me salió un poco meh.
Pero, espero que les guste un poquis jeje