Dulce Tormento © #1

Capítulo 76

JUSTIN.

Comencé a escribir...

"Mía, mi preciosa Mía. Cuando te vi por primera vez tu mirada triste capturó mi atención. ¿Qué podía llevar a una chica tan linda a estar así de triste?. Quise saberlo y sin darme cuenta me enamoré perdidamente de ti, me aferré a la idea de querer hacerte feliz, de querer verte sonreír a cada segundo, de querer tenerte en mis brazos cada día, de amarte y que tu me amaras, pero no pensé en algo... mi pasado me iba a condenar siempre"

Arrugué la hoja y comencé de nuevo...

"Mía, te respondo para que esto acabe pronto. No quiero seguir contigo, no quiero que me busques, no quiero que por nada del mundo me esperes, no quiero que me sigas visitando porque no voy a aceptar verte. Se acabó Mía, lo nuestro fue lindo mientras duró, pero nosotros no nacimos para estar juntos. Debo enfrentar las consecuencias de mis actos solo, sin ti, mientras tú debes seguir con tu vida. No quiero amarrarte a años esperándome, aunque sé que puedes decir que eso quieres, pero no Mía, no quiero pensar que por mi dejarías de hacer tu vida normal, porque no es nada normal tener un novio en la cárcel mientras estas en plena juventud. Debes salir, debes estudiar algo o trabajar, debes seguir con tu vida, así de simple, porque yo estoy fuera de ella, no me volverás a ver más, ni ahora que estoy en la cárcel, ni en cinco años cuando salga, porque haré lo que sea por huir de ti, por huir para no ser tu nuevo tormento. Gracias por todo, pero se acabó para siempre".

-¿De verdad vas a enviarle eso? -me preguntó Ryan cuando leyó la carta.

-Sí -respondí frío.

-Eres un imbécil. ¿Sabes cuántas personas de las que están aquí darían todo porque sus novias los hubieran esperado?

-Eso es estúpido Ryan, ella puede decir que me quiere esperar pero pasarán los meses y me olvidará, de seguro irá a la universidad y conocerá gente nueva. ¿Crees que querrá decir que tiene un novio en la cárcel? -suspiré-. No voy a ser un estúpido que crea que esto puede funcionar, prefiero cortar todo de raíz ahora, no quiero esperarla cada domingo y que llegue el día que ella no aparezca, no quiero luego enterarme que conoció a alguien más.

-Tu no ves el futuro Justin, no puedes saber si eso pasará o quizá será todo lo contrario y ella estará aquí cada domingo y te esperará en estos años -insistió Ryan.

-Prefiero sufrir ahora por dejarla libre a sufrir luego porque ella se haya dado cuenta que soy una mierda en su vida.

-Eres un idiota, la vas a destruir con esa carta.

-Algún día me lo agradecerá -suspiré.

Le entregué la carta al policía que me había entregado la de Mía y le pedí que no me entregara nada más de ella. Ahora comienza la etapa dolorosa; vivir sin ella.

***

MÍA.

Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas desde que leí sus primeras palabras en esa hoja... "No quiero seguir contigo". Para cuando acabé de leer la carta, la hoja ya estaba húmeda y mis ojos inundados. No podría decir con exactitud cuanto tiempo lloré, porque en realidad cada vez que leía esa carta volvía a llorar... Cada día, cada semana, cada mes.

Pasaron meses en que yo solo estaba hundida en mi habitación llorando, miraba el anillo aún en mi dedo con la inicial "J" y el grabado de "love forever" a cada momento. No diré que acepté su decisión así como así, porque estaría mintiendo. Estuve varios domingo esperando que quisiera recibirme, le escribí una y otra carta, pero el policía cada domingo me la regresaba y me decía que él no quiso recibirla.

¿Por cuánto tiempo se puede luchar por alguien? Y en realidad... ¿Tiene sentido perseguir a alguien que ya solo quiere huir? Se ha ido, ya no está, ya no quiere estar.
Miley un día me dijo "Un adiós solo duele cuando sabes que no volverás a decir hola" y quizá este es el momento de que el adiós duela, porque en realidad duele.

Asumir la realidad es difícil, pero más aún es asumirla cuando no entiendes por qué es la realidad ahora, porque es así, han pasado 8 meses y sigo sin entender por qué me dejó, ¿por qué? si decía amarme tanto. Tengo mil preguntas sin respuestas, mi única suposición es que quiso dejarme libre por "mi bien", pero una vez le pedí que no tomara desiciones por mí, pensé que lo había entendido.
Estos meses han sido horribles, no hay noche en que no llore hasta quedarme dormida, como pasaba antes cuando lloraba por mi mamá, pero ahora es por ambos. Pensé que la vida era menos cruel, pensé que solo te pegaba tan fuerte una vez, pensé que el dolor de perder a mi mamá era el más doloroso que pasaría en mi vida, pero ahora tengo uno más grande; el de haber perdido a dos personas, a las dos mejores personas que pude tener conmigo, mamá y Justin. Y me he preguntado un millón de veces la típica pregunta... ¿Qué hice para merecer esto?. Pero... Pensar que la vida será buena contigo por ser buena persona es como pensar que un león no te comerá por ser vegetariano.

***

Además de mencionar que lloré cada noche por Justin durante largos meses, tengo que asumir que realmente mi vida cambió.. No he visto ni a Any, ni Dylan, ni Miley, y no porque ellos no quieran verme, soy yo la que quiere estar sola. Javiera ha sido el único hombro que he tenido para llorar, que irónica es la vida, pero sí, he llorado en su hombro, y algunos días he visitado a Ambar para ver como sigue Theo. Por suerte, ella jamás ha preguntado por Justin, a veces pienso que si sabe todo lo que pasó y que no pregunta por no incomodarme.

Por otro lado mi papá no ha preguntado nada sobre por qué jamás volví a visitar a Justin, pero tuvimos una larga conversación en donde me pidió perdón por los años de ausencia y creo que hicimos las pases por completo.

-A nadie le enseñan a ser padre cariño y no quiero excusarme, solo quiero que comprendas que el hecho de que haya estado ausente no significa que no me preocupaba por ustedes o que no los quisiera. Tú no querías verme, eras una chiquilla caprichosa, pensé que era mejor darte tiempo y ahora me doy cuenta que estuve mal porque debí haber insistido hasta que quisieras verme. Perdóname por todo -me dijo en aquel momento mientras estaba a mi lado en mi habitación.

-Ya pasó papá, no hablemos de eso ahora, no quiero rencores -respondí casi en un susurro, porque ni siquiera tenía ánimo de hablar.

-También creo que fui demasiado insensible cuando llegaste a esta casa, no supe como tratar a alguien que estaba tan herida por perder a su madre, eres mi hija y te amo, eso no debes olvidarlo.

-Con lo que hiciste por... Justin, me compensaste todo, lo digo en serio y solo te pido que con Tomás no repitas los errores, debes aprender de ellos.

-Aprendí cariño, te aseguro que aprendí.

-Espero que así sea -sonreí levemente.

Esa conversación ya había sido hace algunas semanas  y luego cada vez que intentaba hablarme para saber que ocurrió con Justin yo me negué a decir alguna palabra.

***

-Cariño -me dijo mi papá en medio de la cena-. Ya ha pasado mucho tiempo, ¿no crees que ya es hora de salir de la habitación? Ni siquiera haz disfrutado la última fiesta navideña.

-Estuvo bien -respondí casi en susurro.

-Hasta yo me di cuenta que estabas dormida con los ojos abiertos -dijo Tomás y sonreí levemente.

-Estuvo bien y estoy bien.

-Saliste del instituto y han pasado varios meses, ¿no piensas hacer nada? No puedes pasarte en tu habitación toda la vida -volvió a hablar mi papá.

-Sí, quizá, lo pensaré en estos días.

Ni siquiera había comenzado a pensar que debía hacer algo de mi vida, pero probablemente mi papá tenía razón en esto, no puedo pasar toda mi vida encerrada en mi habitación.

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