Tiempos desesperados.

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Llegó el momento y llegó para quedarse. Es la hora de afrontar mis miedos y errores; mi pasado y mi presente.

¿Han sido las reacciones, el "que pensarán" de los demás lo que me ha mantenido alejado de mí, de quien soy y peor aún... de ver mis propios errores?

No soy aquello que muchos han esperado, pero sí soy lo que en el fondo he decidido ser; por ello los he juzgazo por lo que son pero nunca por lo que han sido. 

He juzgado a los demás de esa forma... ¿Pero alguna vez me he juzgado a mí mismo de la misma manera? Cuestión sin respuesta cuando hablamos de esa persona que he decidido ser.

No soy filósofo, no soy un sabio que la vida ha enseñado a afrontar cualquier dilema; pero sé que detrás de el dolor siempre ha existido hueco para el placer; detrás del vacío que deja atrás aquella persona que decide irse sin más, hay una nueva carga con la que llenar y volver a "tirar". 

Siempre han sido tiempos difíciles, ¿pero es motivo suficiente para no pararse a pensar?

Quizás si es el momento de pararse y hacerlo... De hacerlo ya.

Muchas veces han sido las que he sido "autodestructivo", en las que a veces me he visto y he deseado una transformación más allá de lo físico. Un nuevo yo para una nueva vida; una nueva grillera para un nuevo grillo.

Sin intenciones, sin motivo, sin sueño alguno por el cual ponerse a gritar a la vida una vez más; esa es la sensación que muchos y yo mismo he tenido.

Pero en el fondo de todo ello, detrás de lo bueno y de lo malo, de todas esas sensaciones tan dispares y enfrentadas se  encuentra un corazón sensible, uno que muchas veces ha dejado de latir para dejar respirar.

Pero como una vez he oído "no soy ningún rey, ni tampoco llevo corona alguna"; nunca he sido lo que muchos creían, no he sido lo que otros tantos esperaban, no pude llegar a donde muchas veces había soñado con llegar... y es una lección que espero el tiempo me enseñe conforme vea mis días pasar.

Por ello digo; no te equivoques, por mucho que la piedra parezca no dejarte pasar; a veces detrás de esa dura corteza no hayarás más que un lugar lleno de ternura y belleza.

Y eso... Eso no es lo que piensan.

Es viento y polvo, es tristeza y melancolía... es y ha sido una piel dura, pero que se resquebraja... Frágil pero al mismo tiempo firme y tersa. 

Esto no es un lamento, no es una negación de lo que soy ni de lo que son los demás; simplemente enfrentarte a ti mismo para poder mirar hacia adelante sin dejar de levantar la cabeza, es la mejor táctica de supervivenciay la mayor demostración de valentía.

Nunca estaré orgulloso de lo que fuí, nunca será suficiente lo que soy; pero sí de lo que he decidido ser.

Pensamientos desde el fondo del mar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora