7. Houdini

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Hola!

Temo que han sido unos días ocupados, pero finalmente conseguí terminar de escribir un cap hoy y editar otro. En paralelo, con mi novio tenemos la idea de este año comenzar a autopublicar mis libros. En principio sería en Amazon, así que si pueden responderme estas 3 preguntas sería genial para comenzar a evaluar el proyecto:

Puedes realizar compras online?

En caso de comprar en físico, Amazon hace envíos a tu ciudad?

Te interesaría conseguir alguno de mis libros en físico? Cuál? (aquí necesito uno para saber con cual comenzar!)

Gracias! :)

Como siempre, no se olviden de votar y comentar al final del cap! De momento quién es su crim favorito?

Xoxo,

Sofi

***

No había creído que As iría en serio con lo de jurar con sangre, o lo que fuera que él hubiera dicho. Y tal vez lo peor era que los demás ni siquiera habían reaccionado. Houdini había tenido que ocultar su pánico, y sus manos sudorosas, mientras los demás le restaban importancia al asunto. ¡Un tatuaje! Sus padres iban a matarlo, sus hermanos también, y la gran dama... Mejor no pensar en ella.

Pero en serio necesitaba el trabajo, y no era una opción retroceder, incluso cuando se sentía al borde de un ataque de pánico. As había tenido todo preparado, la tatuadora había llegado con sus cosas apenas una hora después. Él había sido el primero en pasar, y luego una demasiado entusiasta Siri que había gritado que sería como ir a una tienda por un helado. ¡Era mucho más que eso!

Si no aceptaba, perdía el trabajo, cualquier reconocimiento y cualquier avance hecho en su carrera. Si aceptaba, entonces le esperaba un buen rato con una aguja y tinta de por vida. ¿Acaso no podía hacer el trabajo sin juramento de por medio? ¿Por qué nadie más parecía siquiera pensarlo?

Miró a Cleo y Hermes, intentando comprender de dónde venía calma tan fría. Ambos estaban recostados contra paredes opuestas en el largo pasillo, y Houdini podía escuchar el constante zumbido de la aguja proveniente desde la sala. Siri estaba consiguiendo su tinta. As había ido y vuelto, y de no ser por la venda alrededor de su muñeca y la poca sangre manchándola, Houdini hubiera creído que era todo un engaño y él no había hecho nada.

—Está tomando una eternidad —Cleo echó su cabeza hacia atrás—. ¿No puedo esperar en otra parte?

Ella no era exactamente bonita, pero exótica. Houdini había escuchado de chicas así antes, del tipo que te echaban un hechizo encima por una noche y harías todo lo que ellas te pidieran, solo para desaparecer al día siguiente y dejarte con el corazón roto. Su piel dorada y delineado por debajo de los ojos la diferenciaba bastante del resto, y él apenas se contuvo de preguntarle si su fascinación con las joyas del Nilo tenían alguna relación con su clara genética.

La regla entre criminales era simple. Nada de información personal.

—No —determinó As y ella resopló.

—Tan impaciente para una ladrona —comentó Hermes y Cleo le echó una mirada letal.

—Tú no eres nadie para hablar.

—¿Asustada? —Hermes destelló su blanca sonrisa.

—¿Por un poco de dolor? —ella casi rió—. De todos modos hace tiempo vengo pensando en hacerme un tattoo.

—Yo no —dijo Houdini, pero nadie pareció oírlo.

—No tienes que pretender que no es así —Hermes se quitó su chaqueta y comenzó a doblarla con cuidado— Es solo un poco de dolor ahora, y tal vez un arrepentimiento para toda tu vida.

Cinco de OrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora