CHAPTER SIX

6 0 0
                                    


Estaba esperando que la máquina me pueda dar, por fin mi café, pero al parecer la máquina no opinaba lo mismo. Podría echarme la culpa a mi misma por no haber desayunado. Por alguna razón ayer no pude concentrarme al hacer mi tarea, así que quise llegar temprano hoy y hacerla aquí. Ya iban a empezar las clases, y ya con mi tarea hecha, quería tomar un café. El maldito café no salía, golpeé de un lado la máquina y el ruido que hacia paro. Genial.

-¡Maldito bastardo!¡Oh vamos, no es tan difícil darme un poco!- le dije, a la estupidísima máquina

- Corazón, con ese tono nadie te haría ese favor- tenía una sonrisa mañanera que contrastó espectacularmente, con mi cara de "quiero el maldito café ahora"

-Te sorprendería llegar a ver la fila, cariño- le dije a Mason, con sarcasmo. En ese momento reparé en que no sabía qué hacía él aquí. Supongo que mi cara se lo dijo, porque me respondió.

-Olvidaste a este pequeño- sacó de su bolsillo un USB, que reconocí como mío- mi mamá me dijo que habías estado trabajando en él, así que me pidió que te lo trajera- me lo tendió pero retiró la mano. Lo miré mal.

- Sin embargo- dijo mientras dirigía una mirada hacia el cielo y una sonrisa se contenía en sus labios-, hoy era mi día libre y tuve que salir temprano de la casa para traerlo. Sin pensar en el pasaje y en que no pude tomar un buen desayuno. De igual manera, he perdido tiempo de calidad con mi hermosa madre. Ya sabes hay que sacarle el IGV a las cosas. Así que, ¿Cómo me piensas pagar?.- se apoyó en la pared y se cruzó de brazos.

Escuché el majestuoso sonido de la máquina, la cual comenzó a funcionar, y terminó de preparar mi café- Me agaché y lo tomé entre mis manos. Comencé a mover el azúcar.

-Bueno ¿Qué es lo que quieres?- le pregunté, realmente no necesitaba el USB ahora; sin embargo, quería ver hasta dónde llegaba el pequeño Mason.

- Ya que no puedes devolverme el tiempo que perdí con mi adorable madre y bueno-suspiró-devolverme el pasaje no sería bueno para mi ego, quiero que me invites a desayunar.-metió sus manos en los bolsillos de su hoodie.

- Bad luck baby, mis clases ya van a empezar- me di media vuelta,  no avancé mucho, puesto que lo escuché volver a hablar.

- No querrás que tu padre se entere lo del otro día- Seguía de espaldas, y aun así, pude saber que estaba sonriendo.

- Tal vez así se acuerda que existo - Exclamé de espaldas. Sonreí agriamente y señalé el cielo con mi dedo índice. 

- Tal vez a mi mamá sí le interese - me tomó por sorpresa. Disimulé mi sorpresa frente a la mención con una sonrisa que no llegaba a mis ojos. Caminé lentamente hasta él.

Le toqué, ligera y amenazadoramente, el pecho con mi dedo acusador- Tú no lo harías - hice énfasis en cada palabra.

- Pero ¿Por qué no?, cualquiera quisiera saberlo y estar al tanto de ¡Tu poca resistencia al alco...!

Lo callé con una mano, tal vez demasiado fuerte- Está bien, pero juro que será la última vez que seda a tus amenazas.

- Está bien por mí, y bueno, ya lo veremos- me guiñó el ojo y siguió el camino. Me crucé de brazos para ver hacia dónde creía que se dirigía y lo observé. Se paró en seco- Primero las damas.

Rodé los ojos y pasé de frente sin mirarlo

...

No había mucha gente a esta hora de la mañana. Un par que creía que el olor a comida le daría la concentración para realizar una tarea, otro par de amantes que se veían con anhelo aprovechando cada segundo ya que iban a diferentes clases, una cara conocida al fondo que ignoré y finalmente nosotros, un par que solo quería pagar un favor, que no necesitaba por cierto.

-¿Ya estás feliz?- moví mi café y tomé lo último que quedaba.

-Acaso no ves lo que tengo entre mis manos- enseñó orgullosamente su pan con chocolate

-Algo imposible de pronunciar, se ve excesivamente dulce y seguramente te dará un coma diabético- sonreí

-Es un croissant de chocolate- Uso un raro acento y no supe si fue británico, francés o un bebé que aprendía a hablar. Preguntas que te quitan el sueño- Ahora dime, por qué saliste ese día por la noche.

-Pff, ¿En serio me lo estás preguntando?

-¿Por qué no?- se encogió de hombros y le dio otro mordisco a su pan.

-Porque no es necesaria una razón para que yo pueda salir, lo quería hacer y lo hice.- tomé mis cosas y me dispuse a retirarme

Habiendo dado unos pasos me tomó del hombro.

-So sorry darling, pero desperdiciaste tu oportunidad de preguntar algo que valiera la pena.-le sonreí, me traté de zafar pero no me soltó. Miré mi brazo, haciendo referencia a que aún no me soltaba. Y no lo hizo, por el contrario continuó hablando.

-Las niñas no salen por nada, podría ser despecho, tristeza, las dos emociones juntas o algo más interesante- miró hacia el cielo y, al parecer, quiso continuar. Sin embargo, otra presencia lo cortó.

-Creo que a la señorita no se le hace totalmente cómoda esa posición- miré a Matt intentando saber qué trataba de hacer. Mason se percató y soltó mi brazo. Dirigió su vista a Matt, algo no se vio igual en su expresión.

-Si me dices que este es tu novio juro que me reiré de ti los próximos años de tu vida- sabía que me hablaba a mí pero seguía observando a Matt. Su voz era pura soberbia. Aún así, iba a comenzar a negar su apresurada conclusión, pero no fue necesario.

-Cuidado con tus palabras, no querrás que ella se entere de tus reales intenciones- okey, me perdí. ¿Se conocen?- Y no, no lo soy, pobre del que lo sea. Lo que sí te puedo asegurar son dos cosas. Primero, estudio aquí, y esto me lleva a la segunda, sino te vas ahora puedo dar aviso al director y no puedes hacer nada contra eso. Así que, te vas con tu dignidad, o sin ella, tu decisión. 

Mason rió y levantó ambos brazos en señal de rendición- Está bien, está bien, me voy, puedes quedarte con mis sobras -señaló su pan- o con estas- me señaló a mí.

Hijo de su reputísima madre. No, no, Rosita lo siento, tú eres un amor. El caso es que el cambio de actitud de ambas partes me tenía un poco en shock hasta el momento. Cuando ordene mis ideas Mason me iba a escuchar.

-Gracias por la preocupación, sin embargo ya desayuné- agradecí a que él no me mirará, así que optaré por pensar que se refería solo al pan- Ya, ¿Qué esperas?, aún te puedo ver.

-Está bien por mí- me miró, hizo ademán de irse pero volteó- y bájale a la dosis, tengo un amigo que pasa de la mejor cali...- Matt lo cortó

-¿Por qué te sigo escuchando?- miró al cielo mientras se tocaba la sien- Aún puedo oler tus mentiras, tu falta de personalidad- Mason se dio la vuelta, siguió caminando pero Matt, seguía despotricando contra él- tus aires de niño rico, tu falso Hugo Boss, a la última chica con la que te acostaste- Mason ya se había ido- y cómo la botaste.

Cuando finalizó su enumeración regresé en mi misma y comencé a procesar todo de golpe, pan, Mason, brazo, Matt, director, chau Mason, fiesta, chica, Matt otra vez. Después de todo eso dije algo totalmente irrelevante luego de aquel momento o tal vez no, cómo tú lo quieras ver.

-¿Se conocen?- le pregunté al pelinegro, quien me miró. Me sonrió y el piercing en forma de espiral que llevaba en el labio me llamó la atención.

-Y yo a ti te debo dar explicaciones, ¿por?- Alargó lo último y se fue. La campana me sacó del nuevo trance al que había entrado luego de sus últimas palabras

.......



Black MoonWhere stories live. Discover now