Harry Potter y los métodos de racionalidad (Traducida por: AldiniBrothers )

Capítulo 7: Reciprocación

Los labios de Petunia Evans-Verres temblaban y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando Harry abrazó su sección media en la Plataforma Nueve de la Estación de King's Cross. "¿Estás seguro de que no quieres que vaya contigo, Harry?"

Harry miró a su padre, Michael Verres-Evans, que parecía estereotípicamente severo pero orgulloso, y luego volvió a mirar a su madre, que realmente parecía bastante ... descompuesta. "Mamá, sé que no te gusta mucho el mundo mágico. No tienes que venir. Lo digo en serio".

Petunia hizo una mueca. "Harry, no deberías preocuparte por mí, soy tu madre y si necesitas a alguien contigo -"

"Mamá, voy a estar solo en Hogwarts durante meses y meses. Si no puedo manejar una plataforma de tren sola, es mejor averiguarlo más pronto que tarde para poder abortar". Bajó la voz a un susurro. "Además, mamá, todos me aman allí. Si tengo algún problema, todo lo que necesito hacer es quitarme la banda para el sudor", Harry golpeó la banda de ejercicio que cubría su cicatriz, "y tendré mucha más ayuda que yo". puede manejar."

"Oh, Harry", susurró Petunia. Ella se arrodilló y lo abrazó fuerte, cara a cara, sus mejillas descansando una contra la otra. Harry pudo sentir su respiración irregular, y luego escuchó un sollozo ahogado escapar. "Oh, Harry, te amo, siempre recuerda eso".

Es como si tuviera miedo de no volver a verme nunca más, el pensamiento apareció en la cabeza de Harry. Sabía que la idea era cierta, pero no sabía por qué mamá tenía tanto miedo.

Entonces hizo una suposición. "Mamá, sabes que no voy a convertir en su hermana sólo porque estoy aprendiendo magia, correcto lo haré ningún tipo de magia que pide - si puedo, quiero decir - o si me quiere no a use cualquier magia en la casa, yo también lo haré, prometo que nunca dejaré que la magia se interponga entre nosotros ... "

Un fuerte abrazo cortó sus palabras. "Tienes un buen corazón", le susurró su madre al oído. "Un muy buen corazón, hijo mío".

Harry se ahogó un poco, entonces.

Su madre lo soltó y se puso de pie. Sacó un pañuelo de su bolso y con una mano temblorosa se limpió el maquillaje que le rodeaba los ojos.

No había preguntas sobre su padre que lo acompañaba al lado mágico de la estación de King's Cross. Papá tuvo problemas solo mirando el baúl de Harry directamente. La magia corría en familias, y Michael Verres-Evans ni siquiera podía caminar.

Entonces, en cambio, su padre se aclaró la garganta. "Buena suerte en la escuela, Harry", dijo. "¿Crees que te compré suficientes libros?"

Harry le había explicado a su padre cómo pensaba que esta podría ser su gran oportunidad para hacer algo realmente revolucionario e importante, y el profesor Verres-Evans asintió y dejó su agenda extremadamente ocupada durante dos días completos para ir a la mejor librería de segunda mano. Raid Ever, que había cubierto cuatro ciudades y producido treinta cajas de libros de ciencias que ahora se encuentran en el nivel de la caverna del baúl de Harry. La mayoría de los libros se habían gastado una o dos libras, pero algunos definitivamente no, como el último Manual de Química y Física o el conjunto completo de 1972 de la Enciclopedia Británica. Su padre había tratado de bloquear a Harry para que no viera las pantallas de cajas registradoras, pero Harry pensó que su padre debía haber pasadoal menos mil libras. Harry le había dicho a su padre que le devolvería el dinero tan pronto como descubriera cómo convertir el oro mágico en dinero muggle, y su padre le había dicho que saltara a un lago.

Y luego su padre le preguntó: ¿Crees que te compré suficientes libros? Estaba bastante claro qué respuesta quería escuchar papá.

La garganta de Harry estaba ronca, por alguna razón. "Nunca puedes tener suficientes libros", recitó el lema de la familia Verres, y su padre se arrodilló y le dio un abrazo rápido y firme. "Pero ciertamente lo intentaste", dijo Harry, y sintió que se ahogaba de nuevo. "Fue un intento muy, muy, muy bueno".