'Estamos iguales, Styles'

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Harry POV'

Hoy había decidido tomar mi rutina diaria, pero primero empezare dando al menos una corrida por el vecindario.

Termine de ajustar los cordones de mis tenis.

Al salir de mi departamento, solté una bocanada de aire, diablos no puedo dejar de pensar ni un momento en Scarlet, con sólo escuchar su nombre me prendía.

Intente calmarme para no tener una erección, empece a correr.
De echo ya la tenía, bufe.

Necesitaba ser liberado, sacarlo de esa fina tela donde se encontraba.

Deseaba a Scarlet como un loco, estoy empezando a creer que se a vuelto mi adicción.

Una ligera capa de sudor cubría mi cuerpo, el calor reinaba toda la zona más húmeda de mi cuerpo.
Cuando finalmente mi pie izquierdo toco el suelo, me detuve frente a la entrada del gimnasio.

Incline mi espalda hacia abajo, apoye mis manos sobre mis rodillas.

Mi respiración se volvía cada vez más incontrolable.

Cerré mis palpados, con una de mis manos trate de bajar mi erección.

Pero no resulto, siempre es un intento fallido.

¡Hostias, necesito una paja!

Pase una de las manos por mi frente, llevándome las gotas de sudor entre mis dedos.

Hace demasiado calor..

De una vez por todas entré al local.

-' ¡Harry! '-ay no.. era Shannon, tal vez podría servirme de ayuda, me gire inconscientemente, al verla con esos tremendos labios repletos de lápiz labial rojo.

Simplemente no pude controlarme, mis labios atacaron los suyos.

Mis manos acariciaban su espalda desesperadamente.

Con una de ellas atrape su trasero, lo apreté con fuerza.

Atrayéndola más a mi, para que sienta lo duro que me encuentro.

Me separé de ella, no quería, pero necesitaba oxígeno.

Le sonreí con perversidad, ella no tardo mucho en mirar mi chandal.
Su boca se abrió en forma de "o".

Solté una risita, la tome de la mano para llevarla sin más preámbulos hacia los tocadores.

Pero.. ella me detuvo, la mire extrañado.

-' Lo siento, pero sólo pasaba por aquí bebe,tengo que irme '-informo soltó mi mano, me dio un corto beso en los labios y abandonó el local.

¿Qué?
¿Bebe? Que patético sonó eso.

Diablos.Voy. A. Morir.

Mi mirada recogió todo el local, tremendo culo llegue a encontrar, sacudí mi cabeza.

Y continúe el pequeño recorrido.

Scarlet. Scarlet. Scarlet. Scarlet.

¡Scarlet!

Aquellos shorts gimnásticos dejaban al descubierto su trasero, sus piernas resbalaban por la máquina de correr, sus manos se movían al compás de estas.

El sudor corría por su plano abdomen, su rostro estaba sudoroso.

Sus ojos cerrados, su boca ligeramente abierta, diablos me duele el alma.

Sin más preámbulos, camine entre algunas máquinas, era día de semana no había literalmente nadie en el local.

Ni siquiera el chico que atiende la lavandería, pero eso me valía mierda en este momento.

El Gimnasio EroticoWhere stories live. Discover now