Capítulo 9: Destinados

9.3K 511 45
                                    

– ¿Qué?, creo que no te escuché bien.

Miré a Lucas con enfado. Su sonrisa curvada me demostraba que había oído perfectamente mi declaración pero quería escucharlo de nuevo. Yo no iba a ceder tan fácilmente, por supuesto.

–Eso, lo que oíste.

–Es que no entendí, hablaste muy bajo.

–Lucas, esto es complicado para mí, podrías hacerlo un poquito más fácil, ¿no crees? –Puse las manos en jarras. Él soltó una risita y asintió quedamente.

–Bien, algo logré captar. Algo como que… ¿te gusto?

Quería retorcerle el cuello pero me contuve, además creo que él tiene más fuerza que yo. Ya varias veces me había quedado claro que era un ser “más evolucionado”. Lo miré desafiante a pesar de mis mejillas sonrosadas, apreté los puños y expulsé el aire que estaba conteniendo.

–Sí. Hubiese deseado tener que hacer esto solo una vez.

–Creo que con el “otro” fuiste más expresiva, ¿no?

–Hablando del “otro”, aún no me dices qué pasó en la mañana y quién era él –Inquirí apuntándolo con un dedo. Siempre hacia que mi mente divagara por cualquier parte menos lo importante.

–Espera, te estás declarando ahora.

–¡¡Lucas!!

–Shhh… –Me tomó por los hombros y miró hacia la puerta de mi habitación – tus padres podrían oírte.

–Quiero que me digas la verdad. Me has escondido mucha información y ya viste lo que pasó, si no me dices lo que está sucediendo ¿cómo quieres que ande con cuidado? ¿Acaso piensas seguirme a cada segundo para protegerme?

–No es mala idea, así podríamos pasar más tiempo juntos –Acarició mi mejilla, observándome con una sonrisa picara que acaparaba hasta sus ojos. Me alejé de mala gana para que poder hablarle sin que las piernas me temblaran.

–Dime algo…

–Algo.

–¡¡Basta Lucas!! –Estaba perdiendo la paciencia pero eso era lo que él esperaba, que me rindiera y dejara pasar el tema –Si no vas a decirme lo que quiero escuchar entonces puedes irte –. Me senté en la cama con las piernas cruzadas.

–Está bien –Estiró los brazos hacia arriba antes de continuar. La camiseta que usaba se le subió algunos centímetros por sobre sus jeans, dejando ver su vientre y oblicuos.

Aunque aparté rápidamente la mirada no pude evitar sonrojarme. Sin quitar la vista de mis piernas cruzadas divisé por el rabillo del ojo cómo Lucas se sentaba junto a mí, bastante apegado. Posó una mano sobre mi muslo e instintivamente aguanté la respiración.

–Bien, te contaré lo que puedo contarte.

–Espera, espera. ¿Cómo es eso?, ¿por qué hay cosas que no puedes contarme?

–Vamos por partes, Amy. Hay cosas que no puedo contarte porque debo respetar las órdenes de otros –Antes que pudiera interrumpirlo con más preguntas continuó luego de una pausa –. Es algo así como un consejo, está compuesto por miembros de mi raza y humanos. Ellos son quienes deciden cuánta información puedo brindarte, es una forma de mantenernos en secreto, un mecanismo de defensa además.

– ¿Para defenderse contra quiénes? –Por su mirada supe que había formulado una buena pregunta.

–De tipos como el que te atacó esta mañana. Él era un ser inferior, no fue difícil derrotarlo, pero hay quienes poseen más fuerza y más armas. Durante siglos hemos estado en guerra contra ellos aunque provenimos del mismo lugar. Por su culpa nuestro planeta quedó tan destruido al punto que se hiso inhabitable, desde entonces vivimos en naves de un tamaño que ni te imaginas, con capacidad suficiente para albergar a millones de individuos como yo, destinados a vagar por el universo hasta que encontremos un lugar para habitar.

Un novio de otro mundo #1: DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora