Capítulo 22 - ¿Quién es el traidor?

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—Así es. Él y yo tenemos ese enlace irrompible...

Jun había quedado perplejo, todo lo que conllevaba esa simple frase era fatal, tanto para Min, como para Hyun y también para él mismo. El lazo irrompible significaba unir vidas, si uno se hería el otro sentiría el mismo dolor, y si uno moría el otro también lo haría. No solo implicaba que nunca podría hacerle daño a Hyun Joong, sino que la sangre de éste era el único alimento que podía nutrir a su patriarca para llenarlo de energía y del mismo modo, la sangre del amo era indispensable para Hyun. Era una conexión tan especial que muchos de los que llegaban a leer sobre ella la consideraban solo un mito.

—¿Lo ves? —dijo el amo al ver que la cara de Jun había cambiado de una anonadada a una de resignación —No es fácil mi situación con Hyun.

—Pero si lo amas —dijo arriesgándose a perder a su amado—. ¿Por qué no le dices la verdad? Si le devuelves la memoria él sabrá que ustedes dos están realmente enamorados.

—No puedo hacerlo —respondió herido—. Eso de que estamos enamorados... a estas alturas ya no lo creo.

—Si lo dices por Young Saeng, solo da la orden y yo mismo lo aniquilaré.

—Oh, mi querido Jun —le acarició el rostro conmovido—, si fuera así de sencillo ya lo habría hecho. ¿Recuerdas al prisionero de esa mazmorra?

—¿El anciano? Sí lo recuerdo—confirmó.

—Bueno, pues ese viejo decrépito era su padre.

—¿Eh? —Jun no podía creer que todavía existieran más secretos.

—Él no es cualquier niño, tiene sangre real —el joven ya no se atrevió a preguntar más y se preparó para escuchar lo que seguía —. Es el heredero al trono lycan, el último heredero. Y para terminar de joder la cosa, Hyun lo convirtió en un híbrido. No puedo simplemente matarlo, toda esta guerra entre razas puede terminarse si él permanece aquí conmigo.

—Es tu rehén.

—Podría decirse... aunque yo prefiero llamarlo, un "huésped y aliado".

—Pero él te odia. Jamás se unirá a ti.

—Pero adora a Hyun, y él a su vez me es fiel a mí. Además... el chico no me odia, solo me teme, no sabe lo peligroso que puede llegar a ser y es imperativo que siga ignorándolo. Junnie, mi hermano Kyu ha convivido desde muy joven con su poder, y a pesar de eso no ha podido controlarlo. ¿Te imaginas lo que pasaría con uno de su edad?

—Dios... —dijo al imaginarse la serie de masacres que se encontraban a solo unos pasos.

—Por suerte para nosotros desconoce su poder, tampoco sabe de la historia de su familia ni puede imaginarlo siquiera, además, un lycan no puede reclamar su poder después de los 21 años, y el pequeño Saeng está por cumplirlos, solo debemos esperar un poco más, estar alertas y evitar encuentros con cosas o situaciones que lo puedan hacer enfurecer.

—¿Como... el duelo ese?

—Oh, sí —dijo al recordarlo—. Esa fue una trampa para hacer que saliera su lado lycan, no soy el único que sabe quién es él o lo que carga, ni tampoco el único que piensa usarlo a su favor. Pero, a diferencia de los demás, yo sé de un método para controlar su ira, uno que te pedí a ti que hicieras, porque en estas instancias, no puedo confiar en nadie más. Podría decirse que eso es nuestra única ventaja.

—¿Y qué es?

—Mi sangre —respondió seguro—, verás, con mi hermano me di cuenta de que cada que bebía de mí su lado lycan se apaciguaba, aunque pensé que solo funcionaría en él porque tenemos un vínculo biológico, pero cuando le dimos la botella dorada, Saeng respondió muy bien. Ahora puedo comunicarme con él tal y como lo haría una pareja acoplada, pero no se trata del amor sino del conducto sanguíneo. Mientras él siga bebiendo de esas botellas, será capaz de controlarse, aunque hay un pequeño inconveniente con ese método.

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