Capítulo 3 El misterioso pasado

286 27 2
                                    




A pesar de que Young Saeng le prometió a Hyun no volver a ocultarle nada, él no estaba lo suficientemente tranquilo para dejarlo solo otra vez. El chico estaba siendo atacado por un vampiro, ese hombre lo sabía muy bien; y lo sabía a la perfección porque él también era uno de ellos, sin embargo, por la manera en que lo estaba haciendo no estaba claro si buscaban su muerte o su conversión, por lo que a partir de entonces se quedaron de ver en un lugar más cerca de su casa en donde pudiera tenerlo vigilado "por si acaso". Lo que más le intrigaba de esa situación era que por los detalles que le había casi seguro que el atacante provenía de su clan, no sabía quién de los suyos podría estarlo haciendo, pero no podía ser cualquiera porque en la ley vampírica estaba estrictamente prohibido convertir a los menores de veinte años, y hacerlo con alguien como Young Saeng les aseguraba un lugar en las más horripilantes salas de tortura, así que a pesar de las pruebas tenía la esperanza de que fuera alguna especie de vampiro novato, y por lo mismo necesitaba estar alerta.

Sin embargo, a partir de ese día los ataques cesaron, probablemente el agresor había sentido la presencia de Hyun merodeando por ahí, pero aun así él no estaba convencido de que ya podía dejarlo solo, quizás el visitante solo buscaba desaparecer por unos días para despistarlo, y la seguridad de su amigo era algo que no estaba dispuesto a arriesgar, incluso pensó en sacarlo de ese sitio; finalmente vivía solo y ese basurero espantoso no era lugar digno para un joven tan gentil como él. Pero tenía que manejarlo lento, muy lento, pues aunque eran amigos Young Saeng seguía siendo algo desconfiado y no quería romper el lazo tan fuerte que se había formado entre los dos.

Young Saeng por su parte no dejaba de leer sus libros cada que tenía oportunidad, sin duda venían algunos datos sobre los ataques, y por la misma razón seguía preguntándose por qué estaría pasándole a él. En los escritos también venían ciertas características de los vampiros, como que les habían erradicado los sentimientos humanos y que no podían amar, mucho menos llorar, que no podían sentir simpatía por un ser humano, que bebían sangre para sobrevivir y que no podían reflejarse en los espejos o caminar en la luz del día, en fin, lo típico de cualquier lectura de vampiros, por lo que Saeng sintió vergüenza de estar leyendo con esas cosas y jamás lo compartió con Hyun.

Llegó el invierno y Hyun sintió que podía ser buena época para ir preparando a su amigo para sacarlo de ese cuchitril y dejarlo solo, pues desafortunadamente no se podía quedar a su lado por siempre, pero si lograba darle un nuevo hogar y nuevos pensamientos sería más que suficiente para él, después de todo simpatizaba con el chico, sin embargo, justo en la época navideña llegó alguien que entorpecería sus planes.

—¿Así que tienes un amigo? —decía Lía incrédula —, ¿de verdad?

—Sí, él se ha acercado a mí sin juzgarme y me ha enseñado muchas cosas.

—¿En serio? —aunque Lía le había insistido para que hiciera amigos, algo no le agradaba de la persona de quien le hablaba, y desconfiaba sobre todo porque casi le doblaba la edad —¿Por qué no lo invitas a cenar? Me gustaría conocerlo.

—¿De verdad? ¿Puedo? —Young Saeng estaba muy feliz.

—Claro, después de todo esta es tu casa, además tengo mucha curiosidad por conocer a ese amigo tuyo.

Después de mucho rogarle logró convencer a Hyun, quien había accedido únicamente porque también le intrigaba esa persona, ya que según sabía, el chico vivía solo, y no creía posible que existiera alguien que "cuidara de él" y lo dejara en tan malas condiciones, si resultaba ser una molestia bastaría con una simple hipnosis para alejarla de él.

RENACERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora