Parte 8

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Kiku despertó al pie de un árbol con flores rosadas.
-¿Sigo en Japón?- rascó su cabeza confundido, se puso de pie y observó: era un jardín con muchos árboles frutales, pero no era un cerezo, era un durazno. Luego recordó a ése lugar en el anime, cuando (t/n) invita a la protagonista a su casa y agarran manzanas para luego ir al cine. -¡Claro!-
En eso llegó una automóvil rojo, bajaron dos chicas, una muy fastidiada subió a su cuarto y otra se quedó ahí mientras su mamá se iba a la cocina .
-¿(t/n) chan, es usted?- preguntó a la chica
-¿Eh? No ella es mi hermana, ¿la llamo?-
-Por favor- dijo apenado Kiku, eran realmente parecidas, además no fue muy sutil la llamada, ella gritó.
-¿Qué necesitas de mi hermana?-
-Bueno yo...- no planeaba dar explicaciones, al parecer se sonrojó su hermana se rió, era obvio
-Está bien, gusto en conocerte- se despidió.
Kiku fue a verse a un espejo, para su sorpresa tenía el cabello alborotado, se lo acomodó con algo de agua y escuchó la voz de (t/n):
-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? No es gracioso enserio ¿quién es?-
-(t/n) chan!!! E-e-es u-un placer, soy..sss...soy yo: Ki,ki, Kiku- le había salido mucho peor de lo que imaginó, obviamente lo ponía nervioso, miró avergonzado el piso y extendió su mano: había una pequeña flor de durazno que recogió- pienso que se le vería bien en el cabello- dijo apenado aún sin mirarte a los ojos.
Por un instante la chica no se movió, incrédula a lo que veían sus ojos, Kiku encontró calor para alzar la vista y justo cuando lo hizo tenía a la chica (características) abrazándolo del abdomen. Se sonrojó hasta el tope, no sabía qué hacer y sus brazos quedaron al aire sin saber qué hacer, pero ese retumbar de su pecho lo movió a colocar sus brazos alrededor de (t/n). Acarició con cariño su pelo y sonrió levemente, no se la podía creer, la abrazó e involuntariamente empezó a llorar.
Ella se separó avergonzada:
-Perdón, a veces a la gente no le gustan mis abrazos, entiendo si tú...-
-No es eso- se sonrojó Kiku -Es que tú me... yo quería... me moría de ganas de verte, no sabía si era posible y...-
-Eso no importa- sujetó su barbilla captando su mirada y sus cachetes más rojos, le sonrió - Al fin llegaste Kiku Honda- juntó sus labios con los del tímido chico, éste abría los ojos como platos y esta más rojo que nada, era algo totalmente nuevo, nunca lo habían besado y eso le hizo entrar en shock. Estaba perdido, saboreando el beso y poco a poco sus manos movieron las de (t/n) alrededor de su cuello y puso las suyas en su cintura, así era en todas las historias que había visto. Le gustaba, le gustaba mucho, era una sensación inesperada y un escalofrío recorría su espalda para terminar en un intenso calor en la cara y un cosquilleo en el estómago. Finalmente se separaron por la falta de aire y se sonrieron con cariño.
-Lo sé todo de ti, lo sabes todo de mí- la tomó de las manos sonrojándose de nuevo, no estaba acostumbrado -¿Quieres ir conmigo a...- miró con timidez a la chica que sólo sonreía y asentía con la cabeza
-Sí, vamos, a cualquier sitio mientras esté contigo-
-Genial (t/n) chan-
-Jeje, eres de lo más tierno Kiku-
-¿Eh?- apareció un sonrojo en su cara
-Sí justo así- acarició su cabeza con cariño, tenían la misma estatura.

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