Parte 4

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Finalmente llegó a casa, estaba muy oscuro, eran al menos las tres de la madrugada, habitualmente sólo llegaba a esa hora viendo series y quedándose hasta que sus párpados eran demasiado pesados como para seguir y caía dormido.

Tenía hambre, estaba cansado, había sido una justa caminata en su opinión, quizás no estaba satisfecho pero ya no podía más. Incluso Pochi  se le quedó viendo en plan "¿qué horas son éstas de llegar Kiku?, ya estaba bien agustin durmiendo y de repente llega un extraño a las tres de la mañana".

No recordaba bien qué cenó, después de hacerlo llamó a Italia, quien obvio no respondió y le dejó un mensaje con una voz cansada.

-Estoy en casa, gracias, buenas noches- fue lo único que se escuchó decir antes de perder el conocimiento y mecanizadamente irse a dormir.

A la mañana siguiente se despertó rutinariamente, se peinó,mse vistió y se puso a desyunar en un gran silencio.

-Aburrido ¿no Pochi?- suspiró mirando a su mascota -¿siempre ha sido así?- se preguntó, de repente era como si gran parte de su pasado se desvaneciera dejando una única palabra "soledad".

Tocaron la puerta, Kiku se levantó y fue hacia ella. Iba a abrirla pero dudó, se había interrumpido tan de pronto el silencio que hasta parecía que el golpe en la puerta era obra de su imaginación. Se quedó pensando hasta que escuchó otro golpe, ésta vez mucho más impaciente.

Abrió la puerta.

-Buenos días Arthur- saludó al hombre que estaba en la puerta.

-¿Buenos días? ¡¿Buenos días?! Idiota ¿dónde diablos estabas? Tratamos de encontrarte en toda la noche y lo único que encuentro es tu celular vibrando como tonto ignorando tus mensajes en el metro- le gritó furioso

-Lo siento de veras...espera, ¿cómo encontraste mi teléfono?-

-Eso no importa, ¿qué esperabas? Tengo un amigo que trabajó en el FBI y el conocimiento de Sherlock Homes, lo que realmente importa es ¿qué es lo que te ocurre?- entró y cerró la puerta tras de sí.

Se sentaron en la mesa, cada uno con una taza de té frente a frente. Ya había ocurrido antes, Arthur dedicaba un tiempo importante para averiguar lo que sucedía con Kiku y a éste sólo le quedaba confesar las razones de las que había tratado de distraerse dando un paseo inusual y sin rumbo. Le gustaba poder liberarse de todo lo que se apoderaba de su mente, pero también se sentía como un niño regañado explicando a su padre el porqué de sus malas notas.

-¿y bien?- dijo Arthur dando un sorbo de su té.

-Pues...- pensó en cómo justificaría su acción, buscó remotamente hasta que se dio cuenta de que era de lo más ilógico y patético. -Arthur...es que...no hay en sí una razón que conozca...el tiempo y el espacio se mueve de manera tan lenta y...aburrida desde que la conocí-

-Bueno, estamos avanzando, tu problemaes una chica, descríbela- dijo en plan detectivesco 

-Es...alegre, activa, tierna, creativa, tiene una sonrisa que...es tan impredecible y enigmática...realmente no me canso de obsevarla. Todas las locuras que hace...hacen que mi mundo parezca aburrido y rutinario-

-¿Conozco esa chica?-

-No, sólo la viste una vez a través de una pantalla-

-Mierda Kiku, ¿te enamoraste de un dibujo?-

-¿Enamorarme? Nnno...bueno...no lo sé- dijo sintiendo un gran calor en la nuca y sonrojándose un poco. -me parece una palabra muy simple como para decribirlo...-

-Te lo voy a simplificar: amor es estar dispuesto a cambiar todo lo que conoces por ella, apenas y recordarás tu pasado, claro existe, pero en el momento en el que decides canjear tu vida ya nada es igual, ahora la pregunta es ¿lo harías?¿cambiarías todo sólo por ella? ¿Te daría temor abrirte a un nuevo mundo desconocido?-

Kiku reflexionó: Sí, su vida era muy cómoda, pero era demasiado aburrida y rutinaria. Claro que un cambio le aterraba en cierto modo, pero  sabía que nada iba a cambiar si seguía haciendo lo mismo. Era un camino sin retorno pero valía la pena, quería hacerlo,  estaba dispuesto a sacrificar su rutina por ella.

Asintió lentamente e involuntariamente unas lágrimas se escaparon de sus ojos: -Quiero hacerlo Arthur, quiero ir por mi linda chica y traerla a mi jardín, quiero verla sonreír, quiero secar sus lágrimas, quiero que sea consciente de que... La amo-

Arthur empezó a reír:

-En todo éste tiempo nunca entendiste mi más importante lección, no te enamores- le sonrió y su tsundere alma hizo un inesperado acto de bondad      -Pero  eres mi amigo y te voy a ayudar, puedes ir con ella, sólo ve detrás de la pantalla-

-¿Qué quieres decir?-

-Hey tampoco creas que la magia va a resolver todos tus problemas, piénsalo un poco, decífralo- le dijo

-Bueno...- se limitó a decir mientras su mente estaba a punto de explotar preguntándose si en verdad lograría ver a (t/n).  

Detrás de la pantallaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن