Juegos del Destino (#9 Saga Bebé)

Veintiocho

—Mi nombre es Hanna y tengo 32 años.

—Hola, Hanna.—Repiten todos mis compañeros de terapia.

La psiquiatra me hace una señal para que siga.

Trago saliva.

—Dinos.. ¿Qué te trajo aquí, Hanna?.—Me preguntan.

Acaricio mi vientre y sonrio, no he compartido esto con nadie que llegue al punto de que es momento de hacerlo si quiero superarlo.

Mi labio tiembla al empezar, pero una vez que lo hago, ya no puedo parar.—Hace unos años perdí a mis padres en un accidente y.. Se siente como si fuera ayer — Trato de sonreír, pero solo bajo la mirada.—Yo ni siquiera iba dentro del coche, pero aun así, cada vez que entro a uno.. Cada vez que lo hago las manos me comienzan a sudar o siento ganas de vomitar, la presión se me baja y...—Aprieto los ojos y niego, me tomo unos segundos antes de continuar.—No quiero vivir así.

Abro mis ojos y los veo a todos de alrededor de nuestro circulo observarme atentos relatar mi historia.

—Pronto tendré a mis bebes y quiero poder ser capaz de llevarlos a la escuela, viajar o salir de paseo con ellos y mi esposo.

Siento mis ojos arder.

—Por eso estoy aquí.

Un leve silencio rodea la habitación, entonces todos me aplaudes porque después de varias citas de terapia y de decir que no cuando me daban la palabra o solo me negaba, finalmente he dado el primer paso.

—Gracias por compartir con nosotros, Hanna.—Me dice la psiquiatra.—Generalmente una perdida puede causar diversos motivos de reacciones en nosotros, no solo la ira o el enojo en su mayoría, la necesidad de estar enojado con todo el mundo y la impotencia, sino también puede causarnos inseguridad y... miedos.

Ella pasa la mirada a todos los miembros de nuestro círculo de terapia y sonreír.

—Como todos aquí, pero por eso estamos juntos, para superar esto..— Asiente mirándome.—Felicidades por dar el primer paso.

Se siente como si hubiera sacado un ligero peso de mis hombros.