Vincent Hart y Hanna Ross son compañeros y enemigos en el trabajo.
¿Y porqué no decirlo también? En la vida igual.
Ellos no solo son polos opuestos , son rivales y ambos se detestan , o al menos lo sera así hasta que gracias a los juegos del destino...
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Tuve un sueño maravilloso.
Un hombre maravilloso me estaba dando la follada de mi vida.
No una, sino varias veces..
Fue increíble..
Y luego..
Luego desperté hallándome en mi propia pesadilla.
—¡Hanna!. —El regaño que me lanza Vincent Hart resuena por toda la habitación mientras se agacha después de que yo le he arrojado un cuadro.
Estoy perdiendo armamento y no le he dado ni una sola vez, aun así me las arreglo parar seguir arrojando objetos cerca de mi.
—¡Diablos, Hanna!
Tengo rabia, enojo y hasta lágrimas en mis ojos, detesto esto, realmente lo odio.
—¡Eres un hijo de perra, Vincent Hart! ¡Eres una garrapata!¡Un sucio gusano! ¡Y una sabandija!
—Deja de compararme con insectos.
Le arrojo una almohada porque ya no tengo más armas que le den un fuerte golpe.
—Las garrapatas no tienen antenas..
—¿Qué?
—Las garrapatas tienes 4 pares de patas, idiota. — Le corrijo y el me observa confundido. — ¡La garrapata es un arácnido!
—¿Realmente acabas de decir eso?. —Se burla.
— ¡Te odio!
—Bruja, con ese amplio conocimiento en biología, no sé cómo terminaste como abogada.
—¡Deja de llamarme bruja!
—Actualmente estas actuando como una, desordenando mi habitación.
—Si realmente fuera una bruja te convertiría en un insecto. —Recalco esa palabra usada errónea y por él.
— ¿Una garrapata?
Se está riendo.
¿Cómo puede tomarlo en broma?
—¡Olvídalo! No quier.. — Busco en la habitación. — ¿Dónde está mi ropa?
Cubriéndome con las sabanas me agacho a buscarla, la encuentro debajo de la cama y comienzo a vestirme frente a él, pero debajo de las sabanas, ocultando mi cuerpo, aunque suena muy estúpido cuando hace un par de horas me acaba de ver desnuda y tras el poco tiempo no creo que se le haya olvidado mi cuerpo.
Me visto de pie y tropiezo con la sabana que llega hasta el suelo, caigo de pompis sobre el colchón haciendo el ridículo y siento su espectáculo de circo, Vincent comienza a reír mientras yo trato de disimular el dolor de mi entrepierna.
¿Cuánto tiempo estuvimos follando?
Ya no sé si me duele por la falta de sexo que he tenido desde la última vez que me acosté con alguien y porque ya hasta se me pudo haber cerrado otra vez.
