Vincent Hart y Hanna Ross son compañeros y enemigos en el trabajo.
¿Y porqué no decirlo también? En la vida igual.
Ellos no solo son polos opuestos , son rivales y ambos se detestan , o al menos lo sera así hasta que gracias a los juegos del destino...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Te amo, Vincent"
Despierto antes de que el molesto despertador suene y me quedo viendo el techo de color blanco, mi mirada no se aparta hasta que siento y escucho el peso a mi lado, me giro y me quedo viendo a la guapísima morena que me regalo una increíble noche.
Entonces recuerdo a la bruja.
"Eres un mujeriego"
Mis dientes chasquean.
"El solo tiene miedo de que vuelvan a lastimarlo, así que busca en mujeres diferentes cada noche para no permitirse a su corazón enamorarse otra vez"
¿Qué rayos tuve en la cabeza para soltarle algo así?
Prácticamente le he mostrado mis vulnerabilidades y conociendo a la bruja, tomara eso para joderme.
Maldigo en voz alta, que la chica a mi lado abre los ojos y para cuando me busco, yo estoy de pie cambiándome para ir a correr.
—Buenos días. — Se estira dándome una amplia sonrisa.
Después de pasar la camiseta por mis hombros, pregunto—¿Por qué no te has ido aun?
Su sonrisa se desvanece, pero no espero a que reaccione.
—Si quieres desayunar, tengo todo lo necesario en la nevera..
—Per..
—Cuando regrese no quiero encontrarte aquí.
Le doy una última mirada antes de marcharme del departamento.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Bruja!
Es increíble que me llame de ese modo cuando estamos solos o en el trabajo, pero aquí, frente a todas las personas en el parque y un domingo en la mañana, donde es el único momento donde estoy libre de él, ese ya es otro nivel de fastidio.
A pesar de traer audífonos lo he escuchado y las personas cerca de mí también, están riendo, lo veo venir hacia mí en su traje de deportes, le doy una de mis caras más molestas y me vuelvo a colocar los audífonos antes de seguir corriendo alrededor del parque.
Vincent logra alcanzarme y correr a mi ritmo.
—¿Tan temprano?. — Pregunto. — Creí que estarías exhausto para venir a correr.
—Como lo ves, estoy bien..
—¿Ya echaste a la amiguita que trajiste anoche?
Lo veo sonreír.—¿Estuviste escuchándome anoche?. —Hace una pausa para toma runa respiración fuerte. —Me pones más atención de la que creía, Hanna.
—No fue necesario. — Dejo de correr y él también lo hace. — Todo el edificio lo escucho.
Él sonríe.
—Y así dice que no eres un mujeriego.
—Está empezando a fastidiarme esa palabra.
—Tú me fastidias a mí. —Murmuro, aunque me ha escuchado, subo más mi voz. —Y no he dicho una mentira ¿No?
Aun después de escuchar lo que pueden llegar a ser sus motivos y lo que me mantuvo concentrada desde ese día, sigo pensando lo mismo.
—No puedes pasar una sola noche sin una chica.
—La acepto.
Alzo una ceja. — ¿Aceptas qué?
—No pasare una semana con ninguna chica.
No cambio mi expresión confusa.
—Lo haré por ti, Hanna.
Mi raro corazón se acelera y no entiendo el porqué.
—Y si lo hago.
Hace una pausa y su sonrisa crece mientras yo paso a la sorpresa, Vincent habla dejándome con una sorpresa más.
