X

365 48 3
                                    

Hi!!!

Lo prometido es deuda y aquí esta el capítulo diez de este fanfic :D 

Espero les guste y nos leemos abajo!!!

________________________________________________________________________________

-Das lastima

-Muérete

-Si muero, nadie te regresara en una pieza a tu departamento

-Puedo cuidarme so...

El pelinegro suspiro al ver al otro caer al suelo y luego volar gracias a su habilidad, que actualmente usaba estúpidamente para no caminar con sus torpes pasos de borracho.

-¿Vesss? Puedo volar- risas, burlonas y torpes por el alcohol.

Akutagawa contó hasta diez.

No debo matar a mi superior, sería considerado un traidor y me matarían, rompería la prome...acuerdo con Jinko y Dazai-san me mataría si tocó a Chuuya.

Un escalofrió al pensar eso último, no, no le convenía matar a su superior.

-Ryuuuuu

-Joder

-Ryuuuu, vamossss...vamosss al bar

-acabamos de salir de ahí- dijo tomándolo del brazo y jalándolo como si de un globo se tratase, pues el mayor aun flotaba con ayuda de su poder.

Entre las risas y quejas de Chuuya, el perro de la mafia logro llegar al departamento de su superior sin problema. Lo siguiente seria su parte favorita, bajarle la borrachera.

-¡oh! El...de... depppartamento, llegamos- exclamo el más bajo feliz

-si

-entonccces ssssera mejor que te vayasss, si el basstardo te ve...- dejo la frase inconclusa

No ahora por favor.

Pero era tarde, los ojos de Chuuya se empañaron, sus puños se cerraron y su respiración comenzó a ser irregular. El dolor volvía, siempre con tanta fuerza, como odiaba sentir tal debilidad, odiaba sentir, odiaba a Dazai.

Odio amarte tanto.

Una silla salió volando y se rompió en pedazos, luego otra, después una mesa y después...sintió el agua congelada caer sobre el con tal fuerza que un escalofrió lo recorrió completamente.

-¡¿Qué te pasa imbécil?!- le grito enojado a Akutagawa quien en sus manos sostenía una cubeta, la evidencia del crimen.

-Estabas destruyendo todo...otra vez- respondió indiferente.

Entre insultos, Chuuya entro a su habitación mientras el otro iba a la cocina. Prepararía café, cargado y buscaría que comer pues estaba hambriento.
No era esta la primera vez que cuidaba de él, estaba acostumbrado. Era algo natural para él acompañarlo, verlo beber hasta perder la conciencia, llevarlo de regreso a casa, observar como nuevamente se rompía por Dazai y admirar como de esos ojos nunca caían lágrimas.

Chuuya era fuerte y al mismo tiempo tan frágil.

Ahora que lo pienso, tiene similitud con Jinko.

No era tiempo de pensar en eso. Ahora debía ayudar a Chuuya como él lo hizo cuando Dazai los dejo, fingiendo no sentir dolor para consolarlo a él –a su manera claro- y hacerle ver que aun debía seguir.

-Debes dejar de tirarme agua helada para bajar el alcohol

-Es una forma efectiva, eficaz y divertida de hacerlo- le da su café

Recuerdos de un amorWhere stories live. Discover now