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Ahí está, de nuevo viéndolo a la lejanía. Divertirse y reír de esa forma tan natural y sencilla, como nunca lo hizo, no con él.

Suspira frustrado, debe irse y lo sabe pero el morbo, el masoquismo, la culpa y el "podría ser yo" lo mantienen viendo fijamente la escena que casualmente se presenta frente a sus ojos ahora más parecidos al mar por las lágrimas que intenta contener. Fue una coincidencia, el solo tenía la misión de ir por un helado para Elise -quien por ese día estaría a su cargo y el de Akutagawa- sin embargo tuvo que toparse con la triste escena, para él, de ese chico tigre siendo abrazado por aquel que le prometió libertad, felicidad y un futuro juntos, promesas a las que se aferró con fuerza.

Se aferró a ellas a pesar de que él se marchó, a pesar del dolor que sintió, del auto que exploto, de la trágica escena que protagonizo frente a su Anesan, el creía firmemente que él volvería, su luz oscura regresaría. Pero no lo hizo, prefirió otro tipo de luz y lo entiende pero ahora se pregunta ¿Quién lo alumbra a él? La agencia se llevó su más preciada luz y al parecer jamás se la regresaría.

Se aleja como llego, silencioso como siempre... como fue enseñado a ser, un asesino al fin y al cabo, un ser corrompido que no merece ni si quiera a ese ser indigno de ser humano pero digno para aquellos que viven en la luz.

Cobarde...

Eso es lo que es, un cobarde, un idiota, miedoso, no hay mejores palabras para describirlo en esos momentos. Sabía que estaba ahí viendo todo desde lejos, pudo escuchar claramente sus maldiciones, lo conoce y sabe que jamás armaría una escena, el dolor, al igual que él se lo traga. Los dos son solo un par de orgullosos pero el único cobarde ahí es él.

Amor...eso no estaba en sus planes, nunca lo estuvo pero ¿Quién no podría enamorarse de ese hermoso pelirojo de mirada azul? Su hermosa sonrisa, sus ojos vivos –a diferencia de los propios- esa sinceridad en cada acción, sus sonrojos, sus abrazos y sonrisas. Sin embargo, después de tanto dolor causado, después de las decisiones que tomó por ambos tiene miedo de explicarle todo y recibir solo rechazo.

¿Dazai-san?- la voz de Atsushi lo regresa a la realidad, ambos ahora separados del abrazo sorpresa que le había dado el más chico.

¿Te sientes mejor Atsushi-kun?- el otro asiente con los ojos llorosos- ¡Bien! Entonces no vuelvas a abrazarme en tu vida, yo no abrazo hombres Atsushi-kun ¿Qué dirían las señoritas de mí?

Comienza a hacer uno de sus habituales dramas mientras Atsushi avergonzado promete no volver a acercarse a su espacio personal. Lo ignora y comienza a pensar nuevamente en su petit mafia y la situación actual, su siguiente pasó recuperar a Chuuya...pero ¿realmente es lo que quiere? han estado todo este tiempo separados y le ha dejado claro el odio que siente hacia él ¿es lo mejor? Explicarle todo o seguir como si nada.

Cobarde...y egoísta.

Es lo último que piensa antes de caminar de regreso a la residencia de la agencia.

Recuerdos de un amorWhere stories live. Discover now