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capitulo 25

En Kiba no Kuni, en una parte oculta y remota de una montaña, Nii Yugito caminó con el líder del templo. Fue uno de los pocos lugares que visitó Yugito desde que se fue de Kumogakure no Sato. Este lugar era muy especial para ella. Era el lugar donde obtuvo un cierto control sobre el Nibi no Nekomata. El hombre, que era el antiguo líder del templo, era un anciano amable que la trataba como a una nieta. Él le enseñó cómo invocar a 1harka del demonio sin forzarlo realmente. También fue este lugar donde trajo a Naruto por un año para ayudarlo a controlar el 1harka de su demonio.

Desafortunadamente, el hombre que era como un abuelo para ella se estaba muriendo. Los monjes le habían dicho algo al respecto y ella se apresuró a ir al templo a pesar del peligro de los Akatsuki. Ella solo se quedó por dos días y fue llevada a las puertas del templo.

"Siento no poder quedarme más tiempo". Ella le dijo al nuevo jefe de la cabeza.

"Está bien, Yugito. No se necesita explicación". Él dijo. Los dos siguieron caminando y hablando cuando llegaron al salón principal. Los dos se sorprendieron por lo que vieron. Varios de los monjes más jóvenes fueron masacrados y la sangre puesta por todas partes. De pie en medio de la sala, había tres figuras, cada una con una capa negra puesta. Las capas tenían nubes rojas sobre ellos.

"El Akatsuki, ¿qué están haciendo aquí?" Yugito dijo. De repente, sintió que alguien había salido de debajo de ella. Agarró al monje y saltó, justo cuando las mandíbulas verdes casi se las comían. Yugito hizo frente a sus enemigos y gruñó.

"Entonces, ¿ella es la que tiene a Nibi en ella?" preguntó Kisame

"Sí, Nii Yugito, ninja desaparecido de Kumogakure no Sato". Dijo Konan. Yugito gruñó y comenzaba a llamar a algunos de los 1harka de Nibi. Konan miró a Kisame y el hombre tiburón sonrió. Se movió con sorprendente velocidad para detener a Yugito.

"Suiton: Suitaihou" fue el fuerte grito. Kisame se detuvo y saltó fuera del camino de dos bolas de agua del tamaño de un hombre. Cuando Kisame miró, vio a dos ninjas frente a Yugito. Ambos tenían un equipo de cazadores y ninjas con los que estaba muy familiarizado. Se volvió y vio a dos ninjas más con la misma ropa.

"Nunca pensé que volvería a ver esos uniformes después de tanto tiempo". Dijo Kisame. Yugito miró a los dos delante de ella.

" Quien eres tu?" preguntó en su voz demoníaca.

"Fuimos enviados por el Mizukage. Nos envió para encontrarte y llevarte de vuelta a Kirigakure". Él dijo.

"¿ Naruto te envió?" El hombre no respondió nada mientras miraba a sus compañeros de equipo.

"Envíe la señal, necesitaremos la ayuda de Sayuri-sama para tratar con Kisame". El ordenó

"Correcto", fue la respuesta y una bengala roja se disparó al cielo desde el otro. Konan entrecerró los ojos con frustración.

"No tenemos tiempo para esto. Kisame, Zetsu, terminemos esto rápidamente antes de que lleguen los refuerzos". Konan dijo que las líneas comenzaron a formarse en su rostro.

"Bien, me pregunto cuánto habrá mejorado Kiri con el mocoso de Kyuubi". Kisame dijo y cargó de nuevo, Samehada empató. Yugito y los Kiri-nins se tensaron para la batalla.

En lo profundo de Otokage, Orochimaru se enfrentaba a uno de sus enemigos más molestos. Este enemigo era incluso más molesto que su viejo sensei fallecido. Si no fuera por esa débil voluntad del daimyo de Ta no Kuni, no tendría que lidiar con todo este trabajo inútil. Sabía que la construcción de su propia aldea tendría un precio, pero ¿por qué acudir a él por algo tan trivial como los asentamientos de tierras? Estaba empezando a lamentar su decisión de matar al daimyo.