Consejo Nº7

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Consejo Nº7: Respeta tu cuerpo en todo momento

FERNANDA

Habían pasado más de dos meses desde que había comenzado con las clases de baile con Alex. Todos los días antes de ir al colegio hacía una serie de ejercicios de estiramientos y después de salir del colegio Alex y yo íbamos a mi casa en donde bailábamos o en mi caso, intentaba bailar por unas solidas 2 horas, con recesos para comer, claro. Los fines de semanas también me levantaba temprano para trotar con Alex. Se había convertido en nuestra rutina y ya me había acostumbrado a ello, a nuestras conversaciones mientras ambos estábamos tendidos en el pasto verde de la plaza con la sombra de los arboles haciendo sombras sobre nuestros rostros.

Pero Alex insistió en que, aunque practicar mucho era importante para bailar mejor, no se debía caer en el exceso y que mi cuerpo necesitaba un poco de descanso.

Así que dejamos este fin de semana para relajarnos. Mi papá sugirió que ya que no íbamos a hacer nada, bien podríamos salir a algún lugar para pasar el fin de semana. Miguel no quiso salir porque según él tenía que estudiar mucho para un examen. Sé que papá le creyó, pero yo no estaba tan segura. Probablemente se quedaría para hacer una fiesta en casa o algo por el estilo.

Y ya que él no iba, papá me dijo que podía llevar a Verónica y Alex con nosotros. Eso me puso muy feliz y de inmediato llame a Alex, ya que él era el primero en mi lista de contactos y aceptó con mucho gusto. Incluso creí haber oído un tono de alivio en su voz. No sé, supongo que lo imaginé.

Cuando llamé a Vero, ya me estaba imaginando lo genial que sería estar juntos los tres para disfrutar de un fin de semana en la playa. Casi podía escuchar los sonidos de las olas y sentir la brisa del mal. Pero su papá la había castigado este fin de semana por que había visto sus últimas notas y le había dado el sermón de que el estudio era lo único que ella tenía que hacer. El siempre le decía lo mismo cuando le iba mal en el colegio y ya era una especie de chiste entre nosotras. Estaba triste por no poder ir con nosotros y estuve a punto de decirle a mi papá que canceláramos la salida, pero el también había estado trabajando demasiado este último tiempo y necesitaba un poco de descanso, así que solo nos alistamos y llevé mi traje de baño blanco aunque no estaba tan segura de que lo utilizaría.

Pasamos a buscar a Alex a su casa y me reí cuando Tomas corrió hacia donde estaba parada al lado del auto de papá y me dio un gran abrazo. Me encantaba la familia de Alex, era muy grande y agradable. Siempre había querido tener una familia numerosa y estar cerca de ellos me hacía sentir feliz. Su mamá también me saludó animadamente y me dijo que cuidáramos a su bebé. La cara de Alex se descompuso de la mortificación y sus mejillas se volvieron un poco rosa. No creo que haya visto a un chico sonrojándose antes y no pude evitar reírme cuando su mamá me guiñó un ojo sabiendo que había molestado a Alex.

Papá había rentado una pequeña cabaña y era totalmente perfecta para nosotros tres. Dejé mis cosas en la que iba a ser mi habitación y de inmediato tomé mi toalla, mi protector solar y mi libro que no había podido leer desde que lo había comprado y salí de la cabaña. Papá se quedó arreglando sus cosas y Alex me siguió con su propia toalla alrededor de su cuello.

Una vez que llegamos a un lugar ideal para dejar nuestras toallas, Alex me ayudó a tirar la mía en la arena y luego lo ayudé a poner la suya. Nos sentamos un momento en silencio mientras ambos contemplábamos el movimiento de las olas y el hermoso cielo azul.

– ¿Quieres ir bañarte?  — Me preguntó después de un tiempo — Yo puedo cuidar tus cosas.

— No lo sé. Tal vez más tarde.

— Vayan ahora, yo me quedare aquí de todos modos.

La voz de mi papá me sorprendió y giré mi cabeza en su dirección. Se había cambiado a unos pantalones cortos y una polera blanca con una frase en ingles en ella. No sabía si quería ir al agua, honestamente me daba un poco de vergüenza que todos me fueran a ver casi desnuda. Sabía que en realidad no estaba desnuda, pero yo me sentía así. Estaba pensando en decirle a Alex que podía ir solo por mientras cuando el tiró de mi mano haciendo que me levantara de la arena y me arrastrara un poco fuera de donde estaba mi papá.

¡Cállate y Baila Conmigo!Where stories live. Discover now