Capítulo Veintidós

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Capítulo veintidós

—¿Puedes dejar de sonreír?—cuestiona Claudia una vez da por finalizada su llamada.

La miro sorprendida ante su pedido, no se me puede culpar, he tenido un estupendo despertar con un hombre increíble luego de una noche increíble.

—Es molesto que andes risueña en horas de trabajo.

Solo la observo sin creerme que de verdad me pide que deje de sonreír, veo mi reloj que afortunadamente anuncia que mi hora de trabajo acaba de finalizar. Me pongo en pie ordenando todos los papeles y guardando algunas cosas en mi bolso, todo bajo la atenta mirada de Claudia.

—Bueno, espero y puedas pasarme ese informe mañana, no te necesito por el resto de la semana, nos vemos la siguiente y de nuevo, no olvides pasarme ese informe —dice, yo asiento con la cabeza.

—Que tengas una buena semana —murmuro saliendo, justo me encuentro de frente a Robert, quien me da un repaso bastante incómodo con su mirada, parece fijarse de que Claudia lo está viendo porque me da una sonrisa mientras se hace a un lado dejándome pasar.

Respiro con alivio de no tener que haber presenciado uno de sus comentarios machistas o insinuantes sobre mí. Sonrío al ver a Naomi en la salida. Toco su hombro, se voltea y besa mi mejilla en el saludo universal.

—Qué bueno es verte, Hilary —dice con una gran sonrisa recogiendo su cabello en una coleta alta mientras yo abotono mi abrigo viendo la fina capa de lluvia caer afuera, hace frío.

Ella me extiende una bufanda extra que lleva y agradecida la tomo mientras abre su sombrilla.

—Veo que no viniste preparada para un día de lluvia —Se burla viendo hacia afuera—. ¿Compartimos taxi?

—Uhm... de hecho yo vine en auto, puedo llevarte si quieres.

—Oh, no, no, no te preocupes, quizá ni te queda en el camino donde vivo.

—No seas tonta, Nao, no es molestia, solo espero y no te quejes acerca de yo conduciendo un poco lento —Me escudo bajo su sombrilla cuando ella lo indica.

—Siendo así, acepto que me acerques a mi hogar.

Caminamos a paso apresurado hacia mi auto, desbloqueo las puertas y subimos con rapidez. Me sacudo frotando mis manos intentando obtener calor.

—Este es un auto muy atractivo —murmura con una sonrisa viendo el auto.

—Sí, me encanta —digo encendiendo el auto, esperando que se caliente lo suficiente—. ¿Qué tal estuvo tu día?

—Bastante bien—me da una sonrisa ligera—parece que finalmente la sentencia de divorcio va a salir y Ronald parece estar dispuesto a firmar.

—Oh, eso es bueno ¿Verdad?

—Totalmente bueno —dice sacudiendo su cabeza—, siento que finalmente podré cerrar esa puerta de mi pasado.

—Me alegro mucho, Naomi, seguramente te esperan grandes cosas en esta vida —Le doy una sonrisa y aprieto de forma breve su mano antes de volverla al volante y comenzar a salir del estacionamiento—. ¿Hacia dónde?

—Sentido oeste desde la autopista.

—De acuerdo.

En un principio nos mantenemos en silencio, pero luego la conversación fluye con facilidad. Naomi tiene una personalidad chispeante y pícara, me es extraño imaginarla siendo retenida y controlada por su esposo.

El Deseo Prohibido de Doug (BG.5 libro #2) Disponible en Librerías.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora