Capítulo 21.

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Capítulo 21.

Ian e Irina tocaron la puerta de la clase de danza contemporánea, algo agitados después de correr hasta allí porque llegaban tarde.

—No creo que nos dejen entrar —susurró Ian en el oído de su novia—. ¿Por qué no pasamos de la clase y vamos a tu habitación, y...?

Juguetonamente le besó el cuello e Irina rió con suavidad, sin poder controlarse.

—Tenemos que ir, Ian...

—O no...

La voz del chico era sensual y sus besos suaves parecían prometerle que disfrutaría muchísimo más con él en la habitación que acudiendo a clase ese día.
Se estaba planteando faltar y correr junto a él por el gran pasillo cuando...

En ese mismo instante la señorita Brigitte abrió la puerta y se quedó mirándolos fijamente.

—Miles y Stahl —murmuró entre dientes—. Tarde.

Irina se las apañó para sonreír, intentando excusarse.

—Nos hemos dormido.

—¿Y le parece a usted que puedan permitirse el lujo de dormirse, señorita?

Irina se mordió el labio y sintió la mano de Ian agarrar la suya, a su espalda. Una calidez extraña la invadió completamente.

Con una mueca, Brigitte se apartó de la puerta.

—Que sea la última vez que tienen este tipo de retrasos —advirtió.
Los dos jóvenes entraron rápidamente y se unieron al resto de la clase, entre los que se encontraban April y Christian.

—Como les iba diciendo, aunque, por supuesto, algunos no se han enterado —Brigitte miró de refilón a Ian e Irina—. Esta semana tiene lugar otro de los importantes concursos que realizaremos en el centro, el último antes de la última clasificación, donde, como saben, se elegirá a la mejor pareja del curso.

"Los ganadores de este nuevo concurso serán premiados con una estadía de tres días en el festival de danza de York. Sólo serán clasificadas las mejores diez parejas desde el primer curso hasta el cuarto. Sin excepción; y su posición final en el concurso influirá un treinta por ciento en el final de su nota"

Todos los alumnos gritaron y vitorearon ante eso, y comenzaron a charlar animadamente entre ellos. Brigitte Bloom los acalló con una sola mirada para poder continuar hablando.

—Y lo mejor es, sin duda, que no tendrán tiempo para ensayar. La improvisación es algo con lo que tendrán que convivir toda su vida como bailarines, así que, tienen un par de horas para decidir qué bailarán y comunicárnoslo. El concurso tendrá lugar esta tarde, a las cinco —recogió un par de papeles del suelo y se dirigió a la puerta—. Eso es todo.

Todos se quedaron en silencio durante los siguientes segundos.

—¡¿Pero cómo que no vamos a ensayar?! —exclamó Prince Newton de pronto—. Si hay mil cosas que hacer...

—Y cuenta un treinta por cierto de la nota... —murmuró Christian, con la vista baja.

Una muchacha rubia le golpeó amistosamente el brazo.

—No te quejes, Christian... Según he oído, desde que April es tu pareja, sólo sacáis sobresalientes en las pruebas...

La verdad era que Christian y April habían sorprendido muy gratamente a los profesores al estar juntos como pareja, puesto que ambos se compenetraban tan bien que era difícil alcanzar a ver algún fallo en sus coreografías o sus movimientos y muchos les auguraban un gran futuro.

—¿Nos vamos? —preguntó Ian a Irina, susurrando.

Irina asintió con la cabeza, algo desanimada por lo que les habían dicho y ambos salieron de la sala. Tenían muchas cosas que preparar aún.

***

Tras más de veinte minutos buscando una canción para bailar ( y eso era horrible, puesto que de veras NECESITABAN esos minutos), habían encontrado algo que quizá podría valer para que ambos se sintieran cómodos bailando.

Irina volvió con rapidez a una de las enormes salas de ensayo, después de entregarle a Brigitte el CD con su canción.
A partir de ese momento tenían sólo cuatro horas para organizar una coreografía, lo cual era aterrador.

Dance, sólo baila.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora