Capítulo 18.

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Capítulo 18.

Ivanna sonrió al sentir la lengua del chico jugueteando con la suya. Enterró las manos en el cabello rubio del muchacho y su cuerpo musculoso se presionó contra el de ella.

—Me encantas —murmuró el chico mientras la besaba en el cuello.

—Ian... —gimió ella.

Las luces iban y venían, y ellos se besaban y reían al ritmo de la música.
Esa noche estaba siendo perfecta en el Y.B.K., aunque quizás habría sido mejor no beber tanto...
Pero por fin estaba con él, estaba con Ian.

Él volvió a besarla e Ivanna cerró los ojos, dejándose llevar por el momento. La música seguía sonando y ella los abrió... cuando de pronto vio algo que la dejó estática.

No estaba muy segura, puesto que su visión era un poco borrosa, pero le pareció ver a Ian bailando en una de las  altas tarimas del bar. Confusa, se separó del chico que la besaba y, con horror, comprobó que, a pesar de su cabello ondulado y rubio y sus rasgos armoniosos y atractivos, sus ojos eran marrones. ¡No era Ian! ¿Quién demonios era ese tío?

Lo apartó de un violento empujón.

—¿Quién diablos te has creído? —gritó Ivanna, haciéndose oír por encima de la música.

—Si me pides que sea Ian, soy Ian, preciosa —contestó él.

Ella se dispuso a abofetearle, pero alguien le agarró del brazo con violencia justo en ese momento. Los ojos de Ivanna se desorbitaron al ver que se trataba de Irina.

Bruscamente se deshizo del agarre de la otra muchacha, pero los ojos de Irina chispeaban con odio.

—No puedo creer que intentaras alejarme de Ian para luego acabar liándote con cualquiera, ¡ahora lo entiendo todo!

—¿De qué hablas? —dijo Ivanna, intentando que la gente no se fijara en ellas dos, pero aun así cada vez se giraban más cabezas.

—¿Todo lo de Dallas fue sólo para enfurecerme a mí?

Ivanna alzó la cabeza.

—Yo no necesito enfurecerte, de hecho te hice un favor. Te diste cuenta de que tu amiguito es como todos los demás.

Irina no se lo podía creer.

—Estás loca —le dijo, procurando que eso sólo lo oyera Ivanna—, es normal que estés tan sola.

Sin dudarlo un segundo, Ivanna se abalanzó hacia ella y la agarró del pelo, intentando golpearla. Por suerte el espectáculo no duró demasiado puesto que dos chicos las separaron de inmediato.

Irina reconoció los fuertes brazos de Christian agarrándola, evitando que ella también se precipitara hacia Ivanna para darle su merecido.

—¡Ya está bien! —gritó April, que acababa de llegar junto a su novio.

Lágrimas de ira se agolparon en los ojos de Irina, pero se negó a darle a Ivanna la satisfacción de verla llorando. En cualquier otra situación se habría muerto de vergüenza antes de ofrecer semejante show delante de la gente, pero estaba demasiado furiosa. Le parecía increíble que Ivanna fuera tan egoísta y manipuladora.

Ivanna forcejeó para volver a lanzarse encima de Irina, pero se tambaleaba a causa del alcohol y no logró llegar muy lejos.

—No te vas a salir con la tuya —gritó Ivanna—. Ian y tú nunca vais a estar juntos, él no quiere saber nada de ti.

Irina rió con sarcasmo.

—Al menos dejaré que él lo decida, Ivanna —escupió Irina con odio—. Nunca haría lo que tú has hecho.

Dance, sólo baila.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora