A por el pincel~

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Hello mi gente~

Solo quiero decirles que...los quiero :3

P-D: Siento mucho la tardanza pero he estado algo ocupada :D

Bendy gruño, dando grandes y lentos pasos, con sus largos brazos colgando a cada lado en su cuerpo y balanceándose ligeramente con cada paso. Su sonrisa estaba para abajo, con sus cuernos deformes y algo de la tinta de su frente cubriendo uno de sus ojos, su ojo visible totalmente gris y con la mirada en frente, sin mirar nada en especial.

-¡HEY TONTO!- soltó un gruñido bajo y se volteo, encontrándose con la coneja y los hermanos parados no my lejos de él. -¡Venga rarito, estamos aquí!- ella sonrío con diversión, alzando ambas manos y agitándolas. Bendy rigió, pagándoselo en cuatro patas y empezando a correr hacia ellos.

-¿Ink?- los hermanos la miraron con pánico, viendo como el demonio de largas extremidades se empezaba a acercar rápidamente.

-Lo tengo~- rio ligeramente, corriendo hacia el demonio y, en cuanto estuvo lo suficientemente cerca para que Bendy alzara una de sus manos para agarrarla, hizo aparecer su martillo entre sus manos. Se paro con firmeza y golpeo con toda su fuerza a Bendy, logrando que retrocediera y cayera de espaldas. Bendy rugió, haciendo el amague de levantarse pero el peso del martillo de la coneja cayendo contra su pecho impidiéndoselo. -¡Sosténganlo!- ordeno, haciendo toda la fuerza posible para mantener al la criatura en el piso.

-En eso estamos- asintieron, llevándose una mano al pecho y cerrando los ojos. Un corazón transparente salió de sus cuerpos y se posiciono al lado de cada uno de los hermanos, una figura formándose a su alrededor.

-Genial~- sonrío Mug al ver que a su lado había una versión de si mismo pero fantasma y con músculos, junto con una sonrisa de diversión en su rostro.

-Si que soy guapo~- Cup miro con orgullo puro a la versión fantasmal y musculosa que frotaba a su lado, con una sonrisa de confianza en el rostro. Ambos fantasmas tenían el corazón transparente en sus pechos.

-¡Ayúdenme, maldita sea!- gruño Ink con molestia. -¡Pueden subirse luego el ego!-

-¡Lo sentimos!- los hermanos corrieron a sujetar los brazos de Bendy, mientras sus versiones fantasmales agarraban sus piernas. Ink hizo desaparecer su martillo, subiéndose de un salto al pecho de demonio y arrodillándose.

-Espero que me perdones por esto Bendy...- murmuro, cerrando los ojos y antes de pensárselo mejor, enterró sus manos en el pecho ajeno. Hizo una mueca, intentando ignorar los gruñidos de dolor y los bruscos movimiento del demonio.

-¡Apúrate!- Cup bufo, frunciendo el ceño y sujetando con un poco más de fuerza el brazo ajeno que se movía bruscamente en un intento de liberarse.

-¡¿Quieres hacer esto tú?!- la coneja lo miro con mala cara, sus brazos hundidos hasta un poco más arriba de los codos y moviéndose ligeramente, buscando el objeto ahí escondido.

-¡¿Qué?!- la miro con asco. -¡Ni loco!-

-¡Entonces no me apures!- bufo, frunciendo el ceño y concentrándose, atenta al sentir algo solido rosar sus dedos. -Vamos...- hundió un poco más los brazos, sonriendo al poder agarrarlo. -¡Lo tengo~!- su sonrisa se borro cuando, al intentar sacar sus brazos, no pudo llegar muy lejos. -Oh no...-

-¡¿Cómo que "Oh no"?!- los hermanos la miraron con pánico, notando de reojo que sus versiones fantasmales empezaban a desaparecer.

-Estoy...- trago con fuerza. -...atorada-

-¡¿Qué?!- antes de que pudieran reaccionar, los hermanos fueron lanzados a un lado con fuerza. Aterrizaron con un bufido, sentándose y viendo como Bendy se paraba con un gruñido, bajando la vista para ver con su único ojo a la coneja con sus brazos metidos en su pecho.

-Ho-Hola...- sonrío con nerviosismo, bajando las orejas. Chillo con alarma al sentir algo rodear su cuerpo, bajando la vista y tragando con fuerza al ver los largos de dos negros rodearla. -Carajo...- murmuro, sintiendo como sus manos salían de pecho ajeno y era lanzada al aire, jadeando cuando su espalda choco contra el tronco de un árbol. Mug y Cup no tardaron en correr hacia ella, arrodillándose a su lado.

-¿Estás bien?- pregunto el de azul con preocupación, apoyando su mano en el hombro ajeno.

-Per...fecta...- suspiro, parpadeando un par de veces y mirando lo que tenia en la mano, sonriendo enormemente al ver un pincel tan familiar. -¡Lo tenemos~!-

-¡Bien hecho!- sonrío con alegría.

-Amm...oigan...- el de rojo les llamo la atención. -...tenemos otro problema- miraron hacia el frente, notando que Bendy estaba agazapado y gruñendo, avanzando hacia ellos lentamente. 

-Oh cielos...- Ink se tensó al instante. -Tiene que estar aquí- busco algo en su bolsillo con un poco de desesperación, haciendo una mueca al ver que el demonio estaba cada vez más cerca. -¡Aja!- saco una pequeña esfera, tirando sin duda alguna hacia Bendy.

-¿Pero qué...?- los hermanos vieron con sorpresa que la criatura estaba encerrando en un gran esfera transparente. Bendy se removió de un lado al otro, volviéndose tinta por un momento pero volviendo a su forma anterior al no encontrar salida. Apoyo sus manos contra el material transparente, bajándolas lentamente y haciendo un ruido molesto con las garras.

-¿De donde sacaste eso?- pregunto el de rojo aun sorprendido.

-El Doctor Loco me las dio, dijo que las hizo después de los problemas que causo Shadow. No tiene agujeros ni aberturas para que salga- la coneja suspiro de alivio.

-¿Solo tenias una?- pregunto el de azul con curiosidad

-Tengo uno más pero la guardare para encerrar a Oswald y Feliz- ella se levanto, entregándole el pincel al menor y viéndolo guardarlo en su bolsillo. -Vamos a apurarnos, aun tenemos que buscar a Mickey-

-Bien- ambos asintieron. Empezaron a correr en dirección al desastroso lugar que antes era el Casino del diablo, dejando atrás a Bendy gruñendo dentro de la esfera transparente.

Corazón negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora