Reto 3: Cómprale un helado al psicópata 2/2

51 6 0
                                    

-Ni se te ocurra botar ese pedazo de manjar de los dioses que ha sobrado Cora –Le dije a la vez que me sobaba el estómago, le había quedado delicioso e hizo 4 bandejas grandes que claramente eran para mucho más de 4 personas pero con el apetito de Felix y Pete fácilmente se iban a acabar uno cada uno y con Cora entre las dos nos terminamos una bandeja completa.

-Tranquilos que se las guardo en el refrigerador, no quiero saber que comen pizza o alguna otra porquería, deben alimentarse bien me entendieron –Nos dijo a Felix y a mi apuntándonos con una espátula y el ceño fruncido.

-Si mamá –Contestamos al mismo tiempo como niños chiquitos

Pete se dedicó a lavar los platos mientras que con Felix recogíamos la mesa y Cora buscaba alguna película para que pudiéramos pasar a tarde, hoy sería un día tranquilo y lo necesitábamos después del incidente del supermercado que por supuesto no le contamos a los chicos.

-Creo que voy a vomitar –Dijo Felix con las manos en la boca –Pero no pienso desperdiciar ni una cucharada de esa lasaña así que se queda conmigo –Se dio unos pequeños golpecitos en el estómago para seguir con lo que estaba haciendo.

Una vez cada uno terminó con los quehaceres que nos habíamos propuestos y teniendo una dotación decente de palomitas para acompañar la película, nos pusimos en el gran sillón donde cabíamos los 4 más unas cuantas mantas, una para Cora y Pete mientras tanto por la otra nos peleábamos Felix y yo.

-Suéltala que tú eres macho yo soy la mujer desvalida –Le dije haciendo un puchero

-Tú de desvalida no tienes nada, eres una arpía una mala mujer, A MI NO ME LA VENDES! –Y Felix jaloneaba de la otra punta de la manta mientras yo la enredaba con mis piernas y me enganchaba con los brazos de ella.

-Y no podíamos ver la película sin el show previo –Resopló Cora volviendo los ojos y apoyándose en el pecho de su novio haciendo círculos con sus dedos y cubriéndose hasta los hombros con la cabeza en nuestra dirección mirando como peleábamos tal como si fuésemos una entretención más.

-Peeeeeeeeeeeeete dile que la suelte –Rogué como un vil cachorro mojado

-A él no lo metan –Respondió Cora advirtiéndonos

Pero Pete como siempre de mediador se paró en dirección hacia el armario y sacó una de las mantas y nos las tiró a ambos en el rostro para volver a acomodarse con su novia y darle mimos esperando a que nosotros nos las arregláramos.

-Yo quiero esta es más calientita –Dije jalando una de las mantas  

-No, yo no quiero la otra tiene ositos, yo soy un hombre no me puedo acostar con una manta con ositos –Replicó Felix

-¿Cómo que no y Sammy? –Refunfuñé como una niña chiquita sacándole la lengua ante su pequeño secretito

-No te metas con Sammy, no es un peluche, es un cojín de serpiente de colección –Me respondió lo más digno posible con las mejillas un poco sonrojadas.

¿Fue realmente amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora