Todo lo malo que hay en mi (sterek saga #1)

Chapter 8: pasión cortante

Stiles estaba sentado en el despacho de Emily mientras esta le miraba desde el otro lado del escritorio. El chico había desarrollado un atractivo y un gusto por la ropa sin duda condicionados por la magia en su interior. Hacia tan solo 20 minutos había entrado en su despacho riendo, para ese momento Emily ya había oído acerca de lo ocurrido en la clase de inglés de Mrs. Blake.

- Así que ya ha comenzado – afirmo la mujer más que pregunto.
- Si – dijo Stiles sin prestarle mucha atención mientras manoseaba un pisapapeles de cristal.
- ¿Quién era el objetivo? – pregunto, Stiles levanto la vista del objeto.
- Objetivos. – aclaro Stiles dejando el pisapapeles en la mesa de nuevo.
- ¿más de uno? – su sorpresa no parecía muy sincera. - ¿en una misma clase?
- Tres de ellos. – sentencio.
- ¿tres? – parecía sorprendida - ¿Quiénes?
- No me apetece hablar de ello. Más bien quiero saber ¿Por qué me has engañado? – su voz se ensombreció, pero Emily no reacciono ante esto.
- No entiendo. ¿Cuándo te he engañado?
- Me dijiste que tendría poder, para hacer lo que quisiera. – Emily negó con la cabeza. Pero Stiles no estaba convencido, usando sus poderes hizo temblar la habitación, pero Emily no reaccionaba.
- Te dije que tendrías poder para acabar con tus enemigos. – esto hizo que Stiles se detuviera. – tu poder es para obtener venganza, si quisieras ayudar a tu padre, podrías haberlo hecho. Hasta que no abandones todo deseo de asesinar a tus rivales, no podrás curarle.
- Pero, ¿Cómo olvidar mi odio, si cuando quiero curarlo solo veo las heridas que le provocaron esos, esos…? – Stiles no podía seguir, la rabia volvió a carcomerle, y las luces de la habitación comenzaron a parpadear.
Emily vio parpadear la sala, para de repente parar con un suspiro de Stiles.

- No puedo adelantar todo lo que tengo planeado para los alphas, pero no puedo confiar en que mi padre tenga tiempo. – el chico que antes era, parecía haber vuelto por un momento. – ¿tú no puedes…?
Emily negó con la cabeza - Intentare averiguar si existe algún método para poder ayudar a tu padre, por el momento tu sigue con el plan.

- En serio, ¿Qué consigues con esto? – pregunto Stiles.
- Nada que te suponga inconveniente alguno. – su mirada imperturbable le valió a Stiles.
- De acuerdo – aceptó Stiles – tu busca una manera de ayudar a mi padre, y yo – sonrió – me divertiré por los dos.

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Lydia no podía pensar todavía con claridad, cuando toco el dibujo un frio le recorrió el cuerpo, y una sensación de vacío oprimió su pecho, Después todo quedo negro por un momento, ya no estaba en la clase, sino en un pasillo largo iluminado con bombillas.
Al final del pasillo, Stiles le miraba sonriente, entonces las luces comenzaron a fundirse desde Stiles hasta ella; bombilla por bombilla impidiendo ver a Stiles, la oscuridad se aproximaba a Lydia, hasta que solo quedaba la bombilla sobre ella.
Miro a la oscuridad, y esta la engullo con un grito.

El miedo no se le había pasado del cuerpo, no podía pensar con claridad, las visiones eran cada vez más vividas.
Caminaba por el aparcamiento hacia su coche cuando vio a Stiles subiendo al jeep.

- ¡Stiles! – le llamo. El chico giro la cabeza y le saludo mientras ella se acercaba. Al ver que no se giraba le toco el hombro y le giro.
La imagen de un Stiles con los ojos negros y una sonrisa oscura le hizo recular. Se tapó la boca con la mano, pero al pestañear se encontró con la cara de Stiles, un Stiles más guapo, pero humano.

- Lydia – Stiles le toco el brazo y la miro entrecerrando los ojos, ahora normales - ¿estás bien?
- S…si – tartamudeo la pelirroja. – me tengo que ir.
Lydia comenzó a girarse para marcharse, pero el brazo de Stiles volvió a cogerla. - ¿seguro que estas bien?
- Si – fingió cubriéndose con su máscara de seguridad – estoy algo conmocionada todavía.
Stiles asintió y le soltó el brazo, se subió al jeep y se marchó.
Lydia disimulo hacia su coche, y condujo hacia su casa.