12|| Reglas.

104K 7K 2.2K
                                    

—¡Vamos, Hudson, el equipo está esperando por ti!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Vamos, Hudson, el equipo está esperando por ti!

La irritante voz de mi amigo John logra despertarme. Gruño al abrir los ojos y ver el sol entrando por los ventanales de mi habitación. Grito mi rostro para no deslumbrarme, cuando veo una melena negra fundirse en mi almohada.

¿Quién carajos es? No lo sé, la conocí en un bar por la noche y rompió una regla al quedarse.

—Dime que al menos sabes el nombre de la pobre—murmura desde el marco de mi habitación.

—No jodas, y dile que se marche cuando despierte—digo poniéndome de pie. La cabeza me da vueltas y lo peor de todo es que debo entrenar. John golpea la punta de sus zapatos sobre el suelo de mi habitación, desquiciándome en el proceso. —¿Podrías dejar de ser un grano en el culo? – gruño molesto.

Me mira ofendido y abre la boca.

—Vamos cabrón, el equipo no puede entrenar sin su quarterback y no pueden esperarte toda la puta mañana—me responde enfadado cuando jalo la sábana que cubre mi cuerpo.— ¡Oh, vamos! ¡¿No pudiste decirme que duermes desnudo?!

Le sonrío mientras camino por la habitación, me paseo apropósito para que vea todo lo que me cargo ya que parece molestarle profundamente. Esto ya me hizo el día, así que lo disfruto todo lo que puedo.

—¡Tapa esa cosa, joder! —grita, volteándose hacia la pared. —Maldito hijo de exhibicionistas.

—Y tú te comportas como niña, como si nunca hubieras visto uno —digo sonriendo.

—Claro que he visto uno, el mío, no el de otros hombres —se defiende, aun de espaldas.—Por favor dime que al menos le dijiste las reglas antes de traerla a casa. No quiero otro problema legal.

Ruedo los ojos y me adentro en el cuarto de baño. John es algo así como mi mánager, desde que comencé mi carrera estuvo a mi lado y siempre me ha protegido. Se preocupa demasiado de mi carrera, de que ascienda, de que deje de hacer pendejadas como traer a una chica cualquiera a un lugar donde lo menos costoso es el bolígrafo en mi escritorio.

No me imagino cómo ha de ponerse cuando se entere que seré padre y no con Camille. Una relación que ha forzado tanto para darme buena publicidad.

Todo al caño por un descuido.

Hace dos semanas que regresé a Miami, y luego de California, éste es mi lugar preferido. Es una ciudad que nunca duerme. Las fiestas, el acohol, las chicas hermosas, todo parece una película en la que las personas nunca dejan de divertirse y sobre todo, donde se respira fútbol. Y me encanta eso.

Desde niño mi padre me ha traído a esta hermosa ciudad y me llevó a cada partido celebrado aquí. Me ha inculcado el deporte a temprana edad, es lo único que conocí a lo que estoy dedicando mi vida.

Lo único malo son las putas reglas que debemos cumplir como figuras públicas.

Tomo una ducha rápida y salgo para encontrarme con mi amigo en la puerta con un sándwich en la mano, esperando por mí.

Entre Sábanas de Seda (AQS #1)Where stories live. Discover now