Capitulo 16

71.2K 3.6K 368
                                    

—No sé cómo diablos conseguiste esto —murmuró Zoey mientras pagaba por la entrada al viejo cine del pueblo. Allí tenían tan solo una función semanal y, en realidad, el lugar lo sostenía el intendente como un sitio de interés cultural e histórico. Era de esos cines antiguos de la época de las películas mudas.

—Davenson —dijo simplemente Jessica.

Entraron juntas. No era de sorprender que fueran las únicas en la sala.

—¿Cómo qué Davenson?

—Ya te lo explicaré luego.

Zack sacó la cabeza de la mochila.

—En serio, ¿cómo que Davenson?

Escogieron los asientos de en medio y Jessica le tendió su entrada a Zoey.

—Se los explicaré más tarde. Ahora, disfruten de su primera cita a solas.

Sin más, ella volvió a levantarse y salió, brincando como una niña pequeña, de la sala. Zack y Zoey se la quedaron viendo, estupefactos.

—¿Qué diablos?

—¿Cita a solas?

—¿Ella nos consiguió una cita? —repitió Zack—. ¿Y qué tiene que ver Davenson?

Zack salió de la mochila y se paró sobre una butaca roja antes de tomar forma humana y cruzarse de brazos como un mocoso obstinado.

—Entonces, tenemos una cita —murmuró Zoey, pensando en lo mucho que había anhelado hacer algo parecido con él.

Zack alzó las cejas y miró hacia la pantalla; al final, se descruzó de brazos y observó a Zoey con el principio de una sonrisa asomando en su rostro.

—Tenemos una cita.

Con una sonrisa tentativa, Zoey giró la cabeza hacia delante y se encogió de hombros.

—Nunca he visto una película con un chico —susurró, cuando las primeras publicidades y avances llenaron la pantalla.

—¿Ah, sí? —murmuró Zack, estiró un brazo por encima de su hombro. La atrajo hacia él y Zoey ensanchó la sonrisa.

—Tú has ido con muchas, ¿verdad?

Él rio por lo bajo y besó suavemente su mejilla.

—No, no con muchas. En casa hay un lindo cine, pero no he llevado a muchas chicas. Solo a dos.

Mientras pensaba en quienes habían sido esas dos afortunadas, Zoey hizo una mueca. No le convenía preocuparse por eso o realmente iba a odiarlas; ahora Zack estaba allí con ella.

—Vaya, entonces la tercera es la vencida —bromeó, y Zack se agitó, divertido por el comentario.

Miraron la pantalla hasta que «Piratas del Caribe, navegando aguas misteriosas» dio inicio. Zack empezó a reírse de Johnny Deep al instante y Zoey se quedó pensando en dónde estaban Keira Knightley y Orlando Bloom. La película no era lo mismo para ella sin esos dos actores.

La primera parte transcurrió sin problemas, hasta que los dedos de Zack comenzaron a bajar por el cuello de Zoey, hacia el dobladillo de la camiseta sin mangas.

—¡Oye! —exclamó ella, sobresaltada. Zack sonrió con picardía en la oscuridad, con solo un perfil iluminado.

—¿Qué tiene? Estamos completamente solos.

—No pensarás que debamos... «ya sabes qué», aquí. ¡Eso sería demasiado, Zack!

Él puso una expresión inocente y metió la mano entre su blusa y su piel, buscando el hueso de su clavícula. Se estiró hacia ella sin dudarlo.

El Alma [El dije #2] en FísicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora