Capitulo 10

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—Solo iré por algunas cosas —dijo Zoey a su padre cuando se detuvieron en la casa de la familia. Subió las escaleras, tratando de que no se le notara la cojera, y abrió la puerta de su ordenado cuarto.

—Qué mala eres —terció Zack, sabiendo que estaban solos—. Menos mal que tu hermano no puede entenderte, o hubiera llorado.

—No conmigo allí. No quiero soportar llantos. Espero que cuando vuelva a casa en el verano ya haya aprendido a no berrear delante de mí.

Zack ahogó una risa.

—¿Pero qué diantres crees que es un bebé? —inquirió él, sacando la cabeza por el cierre de la mochila.

—Da igual. Espera aquí. Voy al baño.

Dejó la mochila sobre la cama y se encerró en el baño del pasillo. Se había aguantado las ganas por toda esa historia. Cada vez que había querido ir, alguien la había detenido.

Abrió la canilla y se miró al espejo. De pronto, vio a alguien más reflejado y la sorpresa le hizo echarse para atrás y refregarse los ojos. Evidentemente, estaba cansada, o no había dormido bien gracias a la histeria de Jessica, porque allí no había nada. Suspiró. Era solo paranoia. No había de qué preocuparse porque Zack estaba en el cuarto de al lado.

Metió las manos bajo el agua y se lavó el rostro, le picaban un poco los ojos. Debería dormir en el viaje de vuelta, porque en el colegio Jessica estaría como loca otra vez, e intentar descansar sería un desastre como lo fue la noche anterior.

Volvió a levantar la cabeza y a mirarse en el espejo. Su corazón latía demasiado rápido, palpitando en su pecho con furia.

Había algo que no estaba bien. Había algo que tenía que solucionar. r. Se miró a los ojos, conteniendo la furia azul en ellos.

—Somos nosotros, o él. Entiéndelo —escupió.

Pestañó y se agitó, llevándose una mano al corazón. No era ese órgano el que palpitaba con fuerza, era el dije el que saltaba en su pecho.

—¿Qué mierda...? —exclamó Zoey, tirando del collar para apartarlo de ella.

Otra vez con lo mismo; apenas llegara al colegio, tomaría ese cuaderno y traduciría la hoja que tenía la palabra «posesión» escrita, porque si eso se ponía más serio, ya no sería Zoey, serían ellos. O solo el dije.

—¿«Nosotros o él»?jadeó—. ¿De qué rayos estás hablando? —La chica se miró al espejo, pero ya no había respuesta de ningún tipo—. ¡Zack!

Salió del baño y volvió al cuarto. Él estaba parado en medio de su habitación, con su mochila en la mano.

—¿Todo bien?

—Para nada. Esta cosa me está controlando y no quiero imaginarme qué más piensa hacer conmigo —le dijo, mostrándole el collar.

Zack hizo una mueca.

—¿Controlándote otra vez?

—«Somos nosotros o él. Entiéndelo» —repitió Zoey—. Todas mis acciones en los últimos segundos; me hizo hablar por él. Y durante un momento, creí que lo entendía. Pero ya no. No sé a qué se refiere.

Zack se acercó a ella y le colgó la mochila en la espalda.

—¿Ustedes? A ustedes dos... ¿Y por él...? ¿Se refiere a mí?

Zoey negó.

—No, no lo creo. ¿Y Jude?

—Tal vez sí sea por Jude. Quizás el dije realmente no quiere que te maten. Al menos el otro día él te sacó del agua y te alejó de Jude por unos minutos.

El Alma [El dije #2] en FísicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora