Chace

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Mientras viajamos de nuevo a casa, no podía parar de pensar en Will metido en las sabanas de esa enfermera, no me extrañaría que fuese una más de las que ha sentido su piel, esa piel que yo muero por tocar, recuerdo una vez hace bastante tiempo cuando a Will comenzaba a cambiar su cuerpo, cuando comenzó a volverse más musculoso, el se durmió a mi lado como cada noche hacia, sus brazos desnudos acaricie sus brazos mientras el dormía, tocaba su piel, tan suave y a la vez tan masculina, me perdía en el, me perdía imaginando como sería el resto de su cuerpo.

-¿Hai estas bien?- Pregunto John quien viajaba en el asiento del copiloto mientras yo iba atrás pegada a una de las ventanas-

-Si- Sonreí, él volvió a su conversación con el señor que manejaba, casi sin voluntad recordé la salida con Will, cuando volamos juntos, recordé su cara de alegría al lanzarnos en el paracaídas, lo recordé citando a Romeo, no puedo creer que el mismo chico que me hablaba como Romeo sea el que vi hablar con esa chica, sigue siendo el mismo Will el jamás cambio, ahora solo mostró lo que es el, me duele tanto pensar en todas las cosas hermosas que me ha dicho, en todas las preciosas palabras que han salido de su boca, quizás estoy solo perdiendo mi tiempo pensando en las estupideces que dice Jem, quizás él no sea nada de lo que ella dice, mi Will no puede ser el mismo que ella dice, pero sea verdad o no, hay algo que no cambiará y es que debo olvidarlo, por Will he sufrido muchas veces por el, pero es que como se olvida al único hombre que con su sola voz puede erizar cada vello de tu piel, cual es el secreto para no perderme en sus palabras y caer rendida ante sus peticiones, necesito de alguien que me diga que necesito hacer para olvidarlo, te odio y te amo, pero a veces pienso que no vale la pena ninguna de las dos, al odiarte solo me lleno de rencor, al amarte sigo sintiendo dolor, malditos corazones necios que se mesen sobre un telar a punto de caer al vacío. 

-Hai llegamos- Advirtió John mientras bajaba del auto, se aproximo a abrir la puerta para mi, al bajar vi la realidad golpearme, no podría vivir en esta casa sin Will, no me imaginaba ir a dormir sin antes ver su preciosa sonrisa, no podía imaginar despertar cada mañana extrañando su voz, cerré los ojos y apreté con fuerza, aprende a ser fuerte Hailee-Iré a hacer algo vuelvo en un rato ¿quieres que traiga algo para ti Hai?-

-No, tranquilo ve-Sonreí a John quien pagó el taxi y se dispuso a irse caminando, sabia a donde iba, a ver a esa chica que está con él ahora, se le ve bastante ilusionado con ella, ojala no corra con la misma suerte que yo-

Cuando pretendía entrar a la casa, escuche un silbido proveniente de la casa del frente, voltee y estaba un hombre sonriendo a la par, estaba sin camisa mostrando su bien formado abdomen y unos brazos fuertes, lleva una bermuda playera de color azul, con un corte tipo hongo pero su cabello revuelto no dejaba apreciar el trabajo del barbero, comenzó a caminar hacia a mi, ladee la cabeza sin comprender muy bien porque me silbaba, cuando estuvo lo bastante cerca, no pude evitar recorrerlo con la mirada, es guapo, bastante, pero no me cautiva, solo hay uno capaz de hacer eso.

-Hola-Dijo mordiendo su labio inferior, lo inspeccione con la mirada, no sabia de que iba, su piel bronceada le hacía mostrar una piel bonita, su cabello castaño claro va perfecto con su rostro-

-¿Hola?- Respondí-

-¿Como estas?- El me sonreía como si fuese una vieja amiga suya con la cual se reencontró, vieja amiga casi sin voluntad se me vino a la mente la mujer con la que estaba Will en el hospital-

-Disculpa ¿te conozco?- Pregunte sin sonar demasiado grosera-

-No, pero me gustaría si- Vi un destello de picardía en su mirar sus ojos oscuros, que me hizo ruborizar-

-Ahm, bueno soy Hailee- Dije sonriendo sin demasiada ganas- 

-Lo se, soy Chace- Dijo estirando su mano para que la tomara, lo hice-

Querida "Hermanita"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora