Querida "Hermanita"

los que posee

-¿Hai estás bien?- Preguntó Johnny mientras entraba, miro los cristales esparcidos por el piso y volvió su mirada hacia a mi-

-Se me resbalo-Dije sin más-

-Está bien Hai, no te preocupes-Dijo mientras comenzaba a recoger los cristales, espere que se agachara y seque mis lagrimas-

-¿Cuando saldremos de aquí Johnny?- Pregunté, no tenía intención de saberlo, pero tenía una necesidad espantosa de encerrarme en mi cuarto y no salir de allí nunca más-

-Eso quería decirte, nos iremos ahora mismo- Sonrió grande, su sonrisa es muy bonita, a veces pienso que yo soy adoptada-

-¿En serio?- Pregunté sonriendo con desdén-

-Si Hai, Will está allá afuera arreglando algunas cosas, vendrá a decirnos apenas todo esté listo, iremos a casa Hai- Will, quien diría que ese nombre acabaría con mi vida-

-Bueno-Sonreí, John termino de recoger los cristales y se dispuso a salir-

-Iré a echarlos en alguna papelera Hai, no te muevas demasiado-Rio gracioso, aquel comentario logró sacarme una sonrisa que se vio esfumada cuando Will abrió la puerta-

-¿Puedo?-Que pida permiso es bastante irónico, cuando él ha entrado a mi vida sin siquiera avisar-

-Adelante- Dije sin más, Will traía algunas bolsas en sus manos, lo mire confusa mientras me apoyaba para sentarme, él se aproximo deprisa ayudándome en el hecho-

-¿Qué es?- Dije mientras miraba las bolsas-

-Prometo que no es lencería- Sonrió, ignore el hecho y Will lo noto- ¿Sucede algo?- Sucedes tu Williams-

-No-Respondí seca mirando la pared frente a mi camilla, de pronto me vino a la mente cuántas personas habrán pasado por este mismo lugar, a cuantas habrán incluso muerto aquí, quisiera formar parte de ese último grupo, o tal vez ser a la que en esta situación se le declaran, apostaría que han sido más los momentos tristes que los felices, después de todo esto es un hospital-¿Cuántas crees?- Dije mirando a Will quien frunció el ceño, no entendía-¿Cuántas personas crees que han muerto aquí?- Lo pensó un momento y luego respondió-

-¿Importa?- Preguntó mirando mis ojos con tanta profundidad, tratando de buscar en lo más recóndito de mi alma-

-Si-Sonreí con tristeza- Me pregunto cuánto dolor ha habido en estas paredes-

-No me gusta cuando haces esa clase de preguntas- Dijo mirándome con seriedad-

-No creo que sea algo que te pregunte muy seguido- Respondió, volví a mirar la pared-

-Las haces cuando estás triste- Sonreí, Will siempre he estado triste así sonría con ganas-

-Qué raro, ahora no lo estoy- Voltee a mirarlo- Solo tengo curiosidad, todos queremos respuestas si de eso trata-

-Querer respuestas no es malo, malo es toparse con algo que no te gustara- Reí-

-Con lo más que podría toparme aquí es con la muerte-

-¿Y esa repentina curiosidad?-

-Me pregunto cuál habrá sido el más doloroso testimonio que ronda en este lugar-Will me miró resignado, sabía que no me detendría-Son infinitas las historias que cuentan estas paredes, la alegría de un parto, la tristeza de un cáncer, el dolor de una mentira, la realidad de una verdad, la felicidad de una declaración, la pena de un desamor, el nacimiento de un amor, la pérdida de uno, hay tantas cosas, que cuentan las paredes, ellas sin duda son las que siempre sabrán todo-Will seguía mirándome profundamente-